El trastorno de personalidad por evitacion es sumamente similar a la fobia social, se
caracteriza por:
1) Autocrítica. Al enfrentarse a situaciones sociales o tan sólo al pensar en la posibilidad de éstas, surgen pensamientos automáticos denigrantes hacia su persona que consideran reales, los aceptan sin cuestionamientos ni argumentos sólidos.
2) Miedo al rechazo. Al considerarse un desastre, tienen miedo de que los demás descubran esta faceta, por lo tanto el temor a los encuentros sociales se agrava. El rechazo al que se vieron expuestos en su infancia acecha con su sombra las relaciones presentes.
3) Ansiedad. Se culpabilizan por sentir ansiedad, creen que no deberían sentirla pero como no pueden evitarla se sienten mal por ello.
4) Una mala interpretación de las acciones o palabras de los demás. Las reacciones de los demás ya sean neutras o incluso positivas las consideran negativas. Creen que todo el mundo los esta juzgando siempre, las evaluaciones en cualquier ámbito generan terror porque consideran que los evaluarán tan negativamente como ellos mismos se evalúan.
5) Supuestos sobre las relaciones. Creen que no le pueden gustar a nadie por eso intentan que nadie se les acerque demasiado, intentan mantener pocos vínculos temiendo que sí éstos comienzan a profundizarse los demás descubrirán lo horribles que son.
6) Ignoran las pruebas positivas. Por más que existan pruebas de que los demás si sienten agrado por su persona, consideran que el otro los está engañando o le dicen esas cosas por lástima.
7) Racionalizaciones. Son concientes de su sufrimiento y saben que es algo sobre lo cual deben trabajar, sin embargo, se sienten abrumados por la idea de enfrentarse a situaciones sociales por lo tanto evitarán el cambio bajo la forma de variadas excusas, piensan que no podrán alcanzar sus metas.
8) Evitación en el amplio sentido. Más allá de la evitación social, la evitación abarca cualquier pensamiento o actividad que pueda provocarles cierta incomodidad, lo hacen de manera automática. No suelen ser concientes de que están en realidad evitando la ansiedad, por eso se consideran poco inteligentes o muy holgazanes.
9) Fantasía. Suelen fantasear que las cosas ocurrirán sin esfuerzo, encontrarán a alguien maravilloso o un buen trabajo sin tener que hacer nada al respecto para obtenerlo.
El tratamiento psicológico consiste, entre otras estrategias, en que la persona se haga conciente de cuáles son las situaciones que evita y por qué. Ayudarla a entender de que en realidad no es perezoso, sino que siente miedo de realizar cambios en su vida gracias a las creencias negativas que están en su cabeza todo el tiempo. Hay que disputar estos pensamientos y que la persona aprenda a tolerar las emociones asociadas a éstos, se deben traer al presente experiencias que les produzcan incomodidad para que poco a poco aprenda a lidiar con ellas sin recurrir a determinados escapes como la distracción o la evitación de hablar de estos temas.
Este trastorno de la personalidad es sumamente incómodo y doloroso para el sujeto, pero con terapia puede mejorar mucho e incluso se pueden evitar recaídas.

neurosis obsesiva propiamente dicha o un Trastorno Obsesivo Compulsivo. Poseer estos rasgos tiene sus ventajas, ya que entre las características positivas se pueden encontrar la disciplina, la competencia, la prolijidad que son cualidades deseadas en muchos trabajos por ejemplo. El problema radica cuando ciertas características de personalidad comienzan a jugar en detrimento de nuestra paz mental.
palpitaciones o taquicardia, transpiración intensa, sensación de respiración entrecortada, sofocos intensos, malestar en el pecho, náuseas, sentimiento de debilidad, vértigos, sensación de irrealidad, despersonalización, terror a volverse loco, miedo a morir, calambres, zumbidos en los oídos. Cuatro o más de estos síntomas se desarrollan abruptamente y alcanzan su punto más alto luego de diez minutos aproximadamente.


lentamente abren camino en nuestra cabeza y en nuestro corazón, esas malditas voces que nos perforan el alma con comentarios tan crueles como “no valgo lo suficiente, nadie jamás me quiere realmente, las personas sólo quieren utilizarme, soy malo, soy cruel, nunca nada es como yo deseo que sea, soy horrible, soy tonto”
y es así que se pueden hablar de distintas maneras de amar de acuerdo a cómo nuestra personalidad se fue formando.