El divorcio y los niños: consejos para llevarlo mejor

La decisión está tomada, luego de los numerosos intentos de ambos, o quizás sólo tuyos, por mejorar la situación, han llegado a la conclusión de que separarse será lo más sano para todos. Ahora lo que más te preocupa es cómo vaya a afectarles a tus niños.

La solución no pasa por ir posponiendo una situación que a esta altura sabes que es inevitable. Encarándola de forma madura y teniendo en cuenta que la prioridad es el bienestar de los hijos, la ruptura puede ser armoniosa. Por supuesto que los primeros tiempos de adaptación probablemente sean difíciles, e incluso pueden haber momentos en los que te cuestiones si has tomado el camino correcto. Pero si tienes claro que ya no hay otra opción, mantente firme y ten confianza en que tu futura realidad será mejor que la actual. Hoy veremos algunos puntos a tener en cuenta para procurar que los niños lleven de la mejor forma posible, este cambio tan importante en sus vidas.

Previo a la separación:

* Ponte de acuerdo con tu pareja para explicarles ambos, del modo más objetivo posible, los motivos de la ruptura.

* Evita utilizar a tus hijos como un arma contra tu pareja.

* No discutan delante de ellos. Como personas adultas que son, contrólense. Cambien de sitio para hablar si el tema a atender es urgente, o esperen a un momento adecuado. El ver a sus padres fuera de sí, desbordados, evidenciando falta de control, genera gran angustia en los infantes y sólo dificulta las cosas. A lo que se le suma el hecho de que es un muy mal ejemplo sobre cómo enfrentar y manejar los problemas.

* Decide tu mismo y llega a acuerdos con tu pareja. Muchas veces, la familia y los amigos en su intención de ayudar, no se percatan de que los comentarios que realizan y los consejos que brindan, pueden no ser pertinentes para tu caso específico e incluso pueden resultar hirientes. Por tanto, no dudes en pasar momentos a solas cuando sientas necesidad de ello. Si necesitas la intervención de un profesional, puedes consultar a la Lic. Mariana Alvez Guerra.

Durante…

* Si tu mudanza o la de tu ex pareja se va llevando a cabo durante más de un día será mejor que si se realiza en uno solo, ya que de esta forma el niño podrá ir consolidando en un espacio psíquico la nueva situación.

* Cuando culmine la mudanza, es importante despedirse de los niños con cariño para que no se sientan abandonados.

El después:

* No emplees un lenguaje despectivo sino neutro, al referirte a tu ex pareja

* Procura que la rutina de tus hijos mantenga dentro de lo posible el ritmo habitual, sin cambios radicales.

* Puede que tus pequeños, o si tienes adolescentes también, atraviesen por una etapa de rebeldía, ante lo cual será necesario mantener una actitud comprensiva, firme y sobre todo serena.

Durante estas tres etapas, es esencial asegurar a los niños tanto verbal como físicamente, que no dejan de contar con el amor y dedicación de sus padres.

No te amo…pero me quedo

“Hace dos años descubrí que mi marido me fue infiel. Mi mundo se vino abajo, ahora lo miro y mi esposo me da asco, no quiero me toque, no soy feliz con él. Pero no me voy a ir, no, porque es muy difícil…No hay manera, tengo dos hijos chicos…Y es muy difícil…Yo que sé, supongo que puedo perdonarlo algún día…¿Y cómo voy a hacer para mantenerme? Tampoco voy a perder todo porque el idiota metió la pata, ¿no? Sí, yo me quedo, es lo mejor para mis hijos…lo mejor para mí, ¿no? ¿Por qué como me voy a mantener con mi sueldo? ¿Y las comodidades? No voy a dejar que otra se aproveche de todo lo que mi marido ha logrado, porque yo estuve ahí cuando él se hizo de abajo, yo, no la otra, ¿me entendés no? Y además mis hijos, no quiero que sufran…Mejor ni te cuento acerca de mis padres, ¿sabes lo que van a pensar de mi? No quiero que me vean como una fracasada, no quiero ser igual a mi hermana. Yo era la perfecta, no voy a dejar que nadie deje de verme así por culpa de él, no le voy a dar el gusto.”

Carina tiene 42 años y se encuentra en un momento complicado de su vida. Su marido a quien adoraba la traicionó, la irónica vida tuvo la desfachatez de demostrarle que su vida no es perfecta como todos piensan, como ella misma creía que era. Aquí vemos su encrucijada, continuar sin él o quedarse con quien ya no ama, con quien desprecia.

La historia de Carina es una de las historias más comunes que se ven en la clínica, lamentablemente las personas no se comportan todo lo bien que deberían comportarse, las tentaciones existen y el amor muere, ¿pero qué hacemos con esto?

Uno de los más grandes errores que pueden cometerse es quedarse con alguien a quien no se ama, cambiar  nuestra felicidad, nuestra vida, nuestra independencia por alguien que no respetó a su familia en un primer lugar. La infidelidad es en extremo compleja y está a criterio de cada uno cómo actuar ante esta eventualidad, el problema es cuando sabemos que por más que lo intentemos no podemos perdonar a alguien o simplemente el amor eterno que le profesábamos a nuestra pareja resultó ser no tan eterno.

Hombres y mujeres, pero más que nada mujeres lamentablemente, en ocasiones se ven atrapadas en una red de auto desprecio, mentiras, falta de respeto y amor propio. Cuando el amor se extingue deciden quedarse con su pareja bajo el estandarte de las más variopintas excusas. La más común, los hijos. Comencemos a quebrar este mito. Cuando una persona no es feliz con otra resulta demasiado notable, no quizás para aquellos que apenas comparten unos momentos o unas horas en nuestra vida, pero sí para quienes viven bajo el mismo techo. Agotados de estar montando un espectáculo cada vez que estamos fuera de nuestro hogar, cansados de convencer a todos de que la vida es maravillosa, cuando se llega a la casa nuestros pesados disfraces caen y a quienes prometíamos protección, son quienes deben convivir con la verdad. Nuestros hijos son los mudos testigos de las peleas, del mal humor, de las ausencias, de las miradas asesinas cubiertas bajo falsas sonrisas, de las palabras llenas de furia susurradas al pasar. ¿Realmente somos tan ilusos como para creer que los niños no entienden nada? ¿Nos creemos más inteligentes que ellos? La realidad es que lo entienden todo, no con la claridad de un adulto por supuesto, pero tienen la experiencia suficiente para saber que mamá y papá ya no se soportan, no importa cuánto esfuerzo ni actuación pongamos de nuestra parte. Aceptémoslo, ellos son una parte de nuestra vida y como tal, aprenden a leer nuestro corazón, aprenden a escuchar aquello que no nos atrevemos a decir ni a nosotros mismos. Así que si realmente crees que quedarte con tu esposa o con tu marido una vez que el amor se esfumó es lo mejor para los niños, piénsalo dos veces, porque estás por muy mal camino.

La excusa número dos: el dinero. Es imposible que aprendamos a mantenernos por nosotros mismos, nadie nos va a dar trabajo, no sé hacer nada, nadie puede ayudarme.  Cuando lamentablemente nos vemos atados por el dinero, es cuando más tenemos que apelar a nuestra creatividad y a nuestra red de contactos. Les aseguro que si se mueven lo suficiente, si explican su situación, si apelan a algún talento perdido, hay muchas maneras de obtener dinero extra. Quizás es cierto, al principio las comodidades no serán las mismas, pero nuestra pareja tiene obligaciones legales, así que técnicamente nuestros hijos continuarían recibiendo el dinero que les corresponde. No hay que cerrarse a la oportunidad, hay que reflexionar sobre la situación e intentar buscar la mejor opción. Quedarse en un matrimonio frío por dinero nos hace esclavos.  A veces es necesario tragarse el orgullo, levantarse, sacudirse el polvo y continuar adelante con la cabeza erguida, pedir  ayuda no es señal de debilidad, sino de inteligencia.

La excusa número tres: lo que los demás piensan de mí. Damos demasiada importancia a la opinión de los otros, tanto que les obsequiamos el poder, les permitimos que sean ellos quienes decidan sobre nuestras vidas y nuestro actuar, como verdugos sin compasión que nos destruirán y sonreiremos estúpidamente cuando nos corten la cabeza. ¿Por qué continuamos cayendo en esta mentira, una de las más peligrosas de todas? La gente dirá lo que quiera de nosotros sin importar cuán excelsa o desastrosa sea nuestra vida en este momento, siempre hay algo que decir, algo sobre lo cual especular, algo sobre lo cual mentir, algo que nos baje de nuestro pedestal con una piedra. ¿Vamos a vivir nuestra vida como títeres sin decisión? ¿Nos amamos tan poco que vamos a dejar que personas que viven vidas peores que las nuestras se conviertan en los maestros de nuestro destino? Reflexionen…¿recuperamos nuestro poder? Los comentarios de los demás son relevantes en la medida en que nosotros permitimos que lo sean.  Si decidiéramos rebelarnos, ser como somos, vivir bajo nuestras propias decisiones, ¿no sería estupendo? Si esa persona que cree que es mejor que yo es feliz mintiéndose así misma, ¡genial! Nadie puede herirte a menos que tú les des tu consentimiento y un divorcio no es un fracaso, es simplemente honestidad. Lo que digan los otros jamás ha sido importante, simplemente nos hemos creído la mentira de aquellos a quienes les conviene que pensemos que las tonterías que dicen tienen algún tipo de relevancia.

La verdadera razón: MIEDO. Todos tememos a los cambios y sobre todo al ESFUERZO que implican los mismos, nadie ha dicho que ser los dueños de nuestra vida sea fácil, pero la alternativa es la verdaderamente aterradora. Dejar que nuestras decisiones se basen en lo que nosotros creemos que quieren los otros es agotador y no hay nada más triste que jamás ser los dueños ni siquiera de nuestra felicidad. Si vas a ser infeliz, al menos hazlo por ti y no por complacer el morbo de quienes desean verte caer. Quedarse con quien no amas es triste para ti y para quienes te aprecian, es doloroso para tus hijos y para tu autoestima, te conviertes en una sombra y los años transcurrirán dolorosamente mientras te vas extinguiendo en pos de excusas sin sentido. La comodidad, hasta la pereza me atrevería a decir, son pesadas cadenas de las cuales debemos escapar. Debemos trabajar en pos de nuestra propia alegría, debemos ser quienes establezcamos nuestras propias reglas, debemos estar con quienes amamos y nos aprecian. Si vamos a equivocarnos, a caer, que al menos sea porque decidimos vivir una experiencia, no porque alguien más decidió por nosotros. La vida es demasiado corta y hay que saber tomar las decisiones a tiempo. La vida es demasiado fácil, somos nosotros quienes la complicamos decidiendo hacer lo que creemos que es correcto, nuestro corazón no nos miente y a veces es más sabio que todas nuestras racionalizaciones. Somos los dueños de nuestro destino y cuando aprendamos esta verdad, finalmente seremos libres.

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Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com

 

Terapia de Intercambio de Roles …..¿se animan a probar?

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La Terapia de Intercambio de Roles es un procedimiento terapéutico aplicado a parejas, que consiste en buscar la solución de los problemas comenzando por la imitación física del otro, para conseguir así entenderlo desde su punto de vista y poder llegar más fácilmente a acuerdos. Dicha imitación, no sólo implica emular su postura y actitudes, sino que empieza por usar durante la terapia, el tipo de ropa que usa la pareja, vistiéndose como hombre las mujeres y los varones como ellas, pudiendo éstos últimos incluir no sólo pelucas sino también maquillaje. Algunos de los reconocidos terapeutas que la emplean desde hace varios años, son los psicólogos mexicanos Elizabeth Soto y José González.

Existen numerosas circunstancias, en las que no es suficiente con intentar ponerse en los zapatos del otro solamente como un ejercicio mental, sino que se hace necesario un espacio donde desde lo físico, se pueda empezar a jugar ese rol para poderlo comprender mejor. Y es justamente ahí, donde esta impactante y novedosa terapia ofrece su propuesta. Siendo destacable, el hecho de que ha logrado éxito en casos complejos como cambios radicales de actitud en esposas demasiado celosas y maridos que antes eran posesivos y dominantes, actitudes todas, que por supuesto les implicaban serios problemas en su relación conyugal.

Muchas personas ya sea a causa de ideas sumamente conservadoras, o por simple desconocimiento acerca de este tipo de terapia, al escuchar por primera vez sobre la misma temen que quienes la practiquen puedan llegar a confundirse respecto de su orientación sexual. Lo cual es absolutamente falso. Cuando se tiene una plena seguridad acerca de la identidad sexual, no hay lugar para el miedo a volverse gay.

Por tanto, cambio de roles no es cambio de sexo. Este tipo de prácticas se realizan siempre dentro de un encuadre terapéutico, con instrucciones a cargo de un profesional cuyo objetivo es crear modificaciones en el pensamiento. Ya que ese vestirse  e intentar adoptar la postura corporal del otro, es sólo para procurar ponerse mental y físicamente en su lugar.

El proceso terapéutico puede igualmente incluir de vez en cuando, un intercambio de vestimenta y actividades dentro del hogar. Un caso que considero muy ilustrativo al respecto, es el de un paciente que solía quejarse de que su esposa usaba siempre en la casa ropa deportiva. Hasta que a él le tocó cuidar a sus hijos pequeños todo el día, pudiendo entonces percatarse de cuánto pueden manchar y de lo necesaria que es una ropa que permita moverse con comodidad al atenderlos y jugar con ellos. A este mismo paciente, también acostumbraba incomodarle el hecho de que a su juicio, durante las salidas su esposa no se apresuraba al caminar cuando se lo pedía, hasta el día en que él mismo usó zapatos de taco, notando que no sólo debía hacer equilibrio sino también caminar a otra velocidad.

En esta línea, unos simples ejercicios para hacer en casa, podrían ser por un lado, si eres hombre y te resulta interesante esta temática pero no te sientes aún como para vestirte y maquillarte como tu esposa o novia, puedes por ejemplo conseguir unos zapatos de taco que te entren y caminar con ellos no menos de 15 o 20 minutos. Si ella suele depilarse con glucosa o cera, otra sugerencia podría ser que intentaras hacer lo mismo por lo menos una vez.

Si eres mujer, podrías ponerte su ropa e imitar su manera de caminar y sentarse durante un buen rato hasta que te salga lo mejor posible, quizás entonces, compartas la impresión que han tenido muchas pacientes, acerca de cuánto menos expresivos desde la postura pueden ser los hombres y cuánto menos pueden demostrar (ya que la sociedad los incita a que no lo hagan) sus sentimientos en comparación a nosotras.

Todos, tanto hombres como mujeres, tenemos una parte más sensible y pasiva que en nuestra cultura occidental es pensada como femenina, así como otra parte más agresiva y activa pensada como masculina. Lo que aprendes de tu parte femenina y tu parte masculina, así como de la combinación de ambas, no perjudica en nada la vida sexual, sino todo lo contrario. A muchos pacientes que además eran padres, les significó también cambios muy positivos en el relacionamiento con sus hijos.

Cuando la pareja está fuera del consultorio, durante su vida cotidiana, existe un enriquecimiento en todo sentido. Ello se debe, a que ambos cambian su forma de ver la vida ampliando su perspectiva en las distintas situaciones, siéndoles posible entonces, contemplarlas desde más de un punto de vista.

Podemos siempre que estemos dispuestos a hacerlo, abrir más nuestra mente y comprender que nuestra capacidad como seres humanos es más grande que las ideas que nos inculcan desde pequeños. Sólo es necesario tener un deseo genuino de cambiar y progresar. Recuerda que eres feliz en la medida en que tú mismo te procures la felicidad. Una vez que te hayas decidido a cambiar, pronto verás que tu círculo más cercano de personas tendrá actitudes más agradables y colaboradoras para contigo, lo cual no será nada más que una simple respuesta a tu cambio de actitud.

Existen diversos caminos a tomar para solucionar los problemas, éste es sólo uno de ellos, cuantas más vías conozcamos menos limitados estaremos a la hora de solicitar ayuda profesional.  Asimismo, es necesario tener en cuenta que como sujetos, no somos un simple rol ni andamos por la vida como si fuésemos permanentes actores. Ningún ser humano es un mero papel a ser interpretado, sino que todos somos personas multifacéticas que necesitamos querernos en todas nuestras dimensiones.

El amor está en ti

El gran error que cometemos todos en algún momento de nuestra vida es buscar el amor en los demás y no en nosotros, donde realmente tendríamos que encontrarlo. Cuando no somos capaces de ver lo grandiosos, simpáticos, dulces, inteligentes, talentosos, enigmáticos y demás que podemos ser, tendemos a buscar en la mirada del otro eso que nos confirme que sí valemos la pena. ¿Por qué lo que pensamos nosotros no es suficiente? ¿La respuesta yace en la mirada de los otros?

No podemos olvidar que es una enorme falacia creer que lo que otros piensan es lo que en verdad somos. ¿Por qué? Existen numerosas razones que debemos tomar en consideración para erradicar este pensamiento erróneo que a la larga solamente nos genera dolor y decepción y nos engaña de tal manera que hasta nos convencemos de que en realidad no valemos nada. Si tenemos alguna cualidad destacable, que creanme TODOS tenemos una, eso puede generar envidia, resentimiento en los demás, porque ellos también son incapaces de valorarse positivamente, también han caídos presos de la falsa concepción de que sólo lo que dicen los otros es verdad. Así que en cada oportunidad que se les presente, no dudaran en tirar por tierra nuestros logros o habilidades, tachandolos de insuficientes por ejemplo. La gente es cruel a veces, sólo porque tampoco pueden ver de lo que ellos son capaces de hacer y si ellos creen que no son buenos en nada, entonces tú tampoco lo serás aunque tu éxito sea evidente.

Intentar complacer a los otros es una enorme pérdida de tiempo. A veces nos crian en moldes estructurados donde sólo importa la opinión de nuestros padres, sus amigos, los familiares, y la nuestra no interesa porque no sabemos nada de la vida, todo lo que pensamos está mal y no está bien que tengamos pensamientos propios, originales, que querramos ser distintos de lo que nos están forzando a ser. Su «sadiduria» es mucho más amplia que la nuestra, así que debemos estar quietos y aprender. Nuestro espíritu se va desdibujando a expensas de lo que supuestamente deberíamos ser para complacer a los demás y así vamos relegando nuestros deseos, nuestros tiempos, nuestros proyectos en pos del beneficio de personas que quizás no nos amen lo suficiente o lo están haciendo de la manera incorrecta. Nadie tiene el derecho de decidir por ti, de decidir qué es lo que tú quieres de la vida, nadie puede quitarte las experiencias que necesitas vivir ni obligarte a pensar de determinada manera. Te conviertes en esclavo de los deseos ajenos mientras tu verdadero ser se va hundiendo lentamente bajo el peso de la tristeza, lo cual inevitablemente conducirá a una serie de conductas autodestructivas, depresión, desgano, y lo peor, cambias el bien más preciado de todos, tu felicidad, por unas migajas de fría aprobación.

Sé que suena trillado, que lo han leído, escuchado hasta el cansancio, pero amarse a uno mismo es la clave y siempre lo ha sido. Y parece sencillo hacerlo, pero en la realidad esto es una de las cosas más complejas a las cuales el ser humano se enfrenta. Amarse, cuidarse, comprenderse, escucharse, parecen tareas casi imposibles cuando estamos todo el tiempo pendiente de lo que nos devuelven los otros. Piensen en la tontería de este pensamiento, ¿cómo podemos encontrar valía en personas que tampoco se aman a sí mismas? ¿Cómo la respuesta va a estar en gente que quizás esté aún más perdida que nosotros? El reflejo verdadero, la única aprobación con la que debemos contar, es con la de nuestra propia conciencia. Somos los responsables de lo que hacemos, pero también de lo que sentimos. Es nuestro error obsequiar nuestro poder a personas a quienes no le corresponde. Basta de creer que somos patéticos, mira todo lo que has logrado y no repitas como papagayo ese discurso horrible de «que no es suficiente», ¡porque sí lo es! Todo lo que te ha enriquecido emocionalmente es un logro, que estés vivo ahora es un logro, que hayas decidido ir contra la corriente es un logro, que tengas ideales es un logro, que hayas hecho algo bueno por alguien sin esperar nada a cambio es un logro, que sepas amar y dejarte amar es un logro, que sonrías es un logro… la lista es infinita.

Así que comienza paso a paso, no cambiaras tu esquema mental en dos días, pero si lo puedes hacer en un período de tiempo prudencial. Cuando te sientas orgulloso de ti expresalo, no sólo a los demás, habla contigo, encuentra satisfacción en tu propia compañía. No esperes que los demás aplaudan que tan lejos has llegado, aplaudete a ti mismo, festejalo con toda la alegría. Yo celebro por ti hoy, ¿y tú cuando lo harás?


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Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com

Niños disléxicos: cómo ayudarlos

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Muy buenas tardes estimados lectores, es un gusto reencontrarme con ustedes luego de algunas semanas de vacaciones. Hoy les propongo conocer en qué consiste y qué medidas pueden tomarse frente a la dislexia. Un tema que seguramente hemos escuchado nombrar en más de una ocasión, ya sea en los medios de comunicación o por comentarios de alguna persona conocida.

La dislexia es un trastorno de la lectura, que afecta a su precisión, velocidad y comprensión, siendo el más usual en los niños llevados a consulta a causa de problemas de aprendizaje. Implica una diferencia marcada entre el potencial de aprendizaje y el rendimiento en la práctica. El niño disléxico suele tener un nivel de inteligencia normal de acuerdo a su edad, o pudiendo ser incluso superior a la media. Por tanto, este trastorno específico, no significa una alteración general de todas las demás áreas.

La dislexia tiene por supuesto, implicaciones que van mucho más allá de las dificultades al leer. Desde lo psicológico, significa una herida importante en la autoestima, con su consiguiente sufrimiento a causa de los numerosos fracasos a lo largo de años. Durante la primaria estos niños dedican horas y horas para superar su dificultad, siendo los esfuerzos mayores a los resultados. Todo ello lleva a un agotamiento psíquico e intelectual.

Aproximadamente el 80% de estos infantes, presentan además disgrafía. De esta forma, la lectura está alterada junto con la escritura y ésta última es considerablemente más difícil de reeducar. A ello se debe que después de dos o tres años de reeducación, el pequeño haya aprendido a leer pero no así a escribir.

Antes de aprender a escribir, los niños van adquiriendo ciertos automatismos que les permiten ir avanzando en el dominio de la expresión gráfica, gracias a ello, al comenzar la escolarización sus primeras letras son relativamente regulares.
No obstante, eso no sucede con el niño disléxico, quien continúa con una producción torpe. Mientras sus progresos son muy lentos y logrados con arduo esfuerzo, no puede evitar compararse con los demás y notar no sólo que avanzan más rápido, sino que además disfrutan de aprender.


¿Cómo se los puede ayudar?

En primer lugar, es de suma importancia el apoyo y sostén de los padres, ya que juegan un rol fundamental a la hora de hacer comprender al niño que no es culpable de la situación, así como de acompañarlo a descubrir el placer de aprender.
Una actitud conveniente a tomar, es pasar tiempo con su hijo realizando ejercicios o tareas que le gusten y le salgan bien o en las que incluso se destaque. El objetivo aquí, es fortalecer los sentimientos de valía y confianza del niño, implica evidenciarle que sí es capaz, además de que cuenta con el amor y apoyo de sus padres.

Igualmente, con el fin de fortalecer su autoestima y valorarlo ante los ojos de la clase, los maestros pueden también poner énfasis en sus habilidades preservadas, como podría ser por ejemplo, la matemática.
Teniendo en cuenta que los compañeros de clase se darán cuenta de lo que le sucede, otra actitud pertinente que pueden adoptar los docentes es no sólo consolar al pequeño sino también dar explicaciones al resto de la clase, señalando que todos tenemos facilidad e inclinación por ciertas cosas, así como dificultades en otras, que no somos culpables de que hayan cosas que nos cuesten y que es importante valorar la dedicación puesta en superarlas.

Es necesario que docentes y reeducadores cooperen, y también evalúen en conjunto los resultados. Al no tratarse de un problema que surja súbitamente al comenzar el aprendizaje escolar, sino que muy probablemente este déficit ya exista desde el nacimiento, puede intentar detectarse en la etapa preescolar. De esta forma, podrían comenzar a implementarse medidas preventivas, que luego repercutan en un mejor desempeño y un menor sufrimiento.

Con educación ortofónica, la mayor parte de los disléxicos hacia el final de la primaria logran una lectura satisfactoria, que además les permite comprender el significado de los textos.  La lentitud con la que puedan leer y los errores que puedan cometer son en estos casos, aceptables.
Al comenzar la secundaria, necesitarán aún del espacio reeducativo para enfrentar las nuevas dificultades, así como de la ya mencionada valoración de sus puntos fuertes y de un interés por descubrir cada vez más y potenciar sus preferencias.

Déjalo ir

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Cuando una relación se termina atravesamos por un duelo y una de las fases que lo componen es la negación. Nos cuesta entender que la historia terminó, que el amor eterno que nos habían prometido llegó a su fin y aquí es cuando puede generarse un problema.

Hay personas que si bien no pueden comprender que la relación terminó no actúan en consecuencia. Sin embargo, existe otro grupo de individuos que experimentan tantos problemas para superar lo que ya no se tiene, que harán todo lo posible por intentar reavivar una llama que se apagó hace tiempo. Las personalidades dependientes, quienes necesitan de otra persona para que les demuestren que ellos valen, quienes basan su autoestima específicamente en situaciones externas y conceptos de otros, intentararan desesperadamente recuperar aquella sensación de seguridad y bienestar, no están preparadas para lidiar con el mundo ellas solas, así que harán hasta lo imposible por regresar a una etapa que ya fue superada por el otro.

Al no poder darle un cierre a la relación amorosa, lo que se intentara antes que nada es no perder contacto con la ex pareja. El contacto puede generarse de manera sútil, un simple email, un mensaje de texto, una ocasional llamada. Las excusas son variadas, desde el simple «me gustaria saber cómo estás» hasta el pretexto de que quieren recuperar algún objeto que han dejado olvidado. Una vez que se da inicio a estas comunicaciones, es díficil detenerse. En la mente de una persona, ciertas acciones inocentes pueden tomar significados caprichosos que distan mucho de ser ciertos. Por ejemplo, si la ex pareja responde, puede querer decir que todavía siente algo por nosotros, que no todo está perdido, que hay otra oportunidad, una esperanza por la cual luchar.

Estos contactos se harán cada vez más frecuentes provocando malestar en la ex pareja, no solamente porque interfiere en su vida, sino que también puede comenzar a molestar en una nueva relación que ha dado comienzo. La ex pareja deberá reaccionar de manera firme, no dejándose llevar por las demandas del otro y en ciertos casos lo mejor que se puede hacer es ignorar por completo a quien está molestando. Si esto no da resultado, hay que dejar las cosas bien en claro mediante una charla, pero en todos los casos, siempre habrá que dar por terminada la relación ya que en estas situaciones ni siquiera una relación amistosa puede sostenerse.

Si eres tú el que se encuentra en la situación de necesitar al otro, debes entender que no puedes hacerlo y hay que seguir adelante, el único perjudicado serás tú y uno debe tener la humildad suficiente para saber cuando algo ya no tiene solución. Si realmente te cuesta superar la ruptura busca ayuda, pero por tu propio bien debes terminar todo contacto con tu ex pareja, solamente te ocasionara dolor y hasta humillación.

El juego del amor es un juego delicado, donde dos personas deben estar comprometidas y respetar al otro, pero se necesita de dos, cuando alguien ya no nos ama no importa qué hagamos para recuperar su atención, lo único que lograremos es que sienta desprecio y lástima. Seamos inteligentes y cuidemonos, no podemos forzar los sentimientos de los demás, pero siempre tendremos el poder de manejarnos y ser los dueños de lo que hagamos. Seamos responsables de lo que sentimos y trabajemos en superarnos, los ruegos no convencerán a nadie.

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Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com

Miedo al compromiso

Se puede llegar a ver al amor como la trampa más letal de todas, existe gente que saldrá corriendo en la dirección contaria cada vez que el innombrable se cruza en su camino. La sola palabra matrimonio o noviazgo, aún peor COMPROMISO, puede hacer temblar a los más valientes y lo más alarmante de todo es que cada día las filas de los anti-amor crecen a paso gigantesco.

Cuando estas personas finalmente encuentran a su alma gemela, intentaran hasta lo imposible para deshacerse de ella. Luego de que la etapa de la diversión termina y el asunto comienza a ponerse serio, quienes temen al compromiso ejecutaran todos los planes que conocen para estropear las cosas. Haran uso de sus defectos exagerándolos, ignoraran y criticaran al otro, nada de lo que pueda hacer su pareja será suficiente para complacerlos y se encargaran de que lo sepan, en algunos casos extremos también se recurre a la infidelidad, todas técnicas muy eficientes para sabotear una relación.

¿Cuál es el propósito de destruir una relación? Se debe al miedo al compromiso, pero este miedo no existe porque sí, en cada caso encontramos una explicación profunda, algo que vas más allá de un deseo de divertirse, o de una creencia de que esa persona es insensible y no se preocupa  por los sentimientos ajenos.

Uno de los casos más clásicos es haber sido lastimados una vez por alguien. Se entregaron en cuerpo y alma al amor, entregaron su confianza, su tiempo, sacrificaron cosas por ese alguien especial, sólo para que les pisotearan el corazón. Y si estos sujetos tienen la oportunidad de conocer a alguien que realmente les quite el aliento, ante el menor indicio de amor harán uso de su arsenal destructivo para borrar del mapa hasta la más mínima posibilidad de algo serio. Al reconocer inconcientemente patrones familiares, aquellos que una vez compartieron con la pareja anterior, se genera una señal de alarma. Es ahí cuando saben que si no hacen algo al respecto van a volver a enamorarse, que en su mente equivale amor=dolor. En su búsqueda de evitar sentirse lastimados, reaccionan primero y quieren ser ellos los que abandonen al otro antes de convertirse en los abandonados, es así como la víctima se transforma en victimario y le hacen a alguien que nada tenía que ver con su experiencia, lo mismo que le hicieron a ellos.

Otra de las conductas que se manifiesta es salir con varias personas en un determinado período de tiempo. Antes de que el cariño comience a gestarse, saltan a otra persona sin pensarlo. Todo es a base de la velocidad, si permanecen poco tiempo con alguien entonces el otro no podrá hacerse un lugar en su corazón.

También podemos observar que se teme no sólo a las cosas que hemos vivido, sino también a la que han experimentado otros. Por ejemplo, si la madre o el padre, un familiar, un querido amigo, han sido traicionados, han sido utilizados y sufrido infidelidad, definitivamente es algo que puede pasarnos a nosotros. Podemos caer en esta falacia de una manera tan paulatina y ferviente que ni siquiera nos damos cuenta. Las penas ajenas se convierten en propias y si a ellos les sucedió, ¿por qué no a nosotros? Incluso esas personas cercanas pueden contaminarnos con su discurso «todos los hombres son iguales», «las mujeres sólo están tras el dinero», «no confíes ni en tu sombra», «dices que tu novio es diferente, ¿qué, acaso te sacaste la lotería? estás ciega» Y su suspicacia y enojo con respecto a toda la humanidad, nace de ese dolor que ellos padecieron, pero no conforme con sufrir ellos, intentan que los demás caigan en su mismo estado de desilusión. Como tontos podemos envolvernos en esa trampa que la gente decepcionada nos tiende sin entender qué lo están haciendo, creyendo honestamente que solamente nos hacen un favor. Si nos criamos con una imagen tan amarga, frívola y deprimente del amor es obvio que querremos huir como locos, así que a veces tenemos que aprender a no escuchar a los demás, no si no tienen nada beneficioso que compartir.

Ciertas personas poseen una autoestima muy baja, no aprecian su cuerpo, no se consideran atractivos o detestan algún aspecto de su personalidad. Se sienten tan poca cosa que se encargan de demostrarle al mundo lo poco merecedores de amor que son. Como profecía auto cumplida ni siquiera intentan tener pareja, ya que están convencidos de que todos sus esfuerzos serán en vano, ese hombre, esa mujer, jamás se fijaran en ellos. Estas conductas pueden intentar racionalizarse, le dirán a todos que en realidad no les interesa estar con nadie, tener novio o novia es aburrido, es mejor estar soltero y disfrutar de la libertad. Algunos son concientes de que están mintiendo, otros serán capaces de engañarse a sí mismos, con el consecuente estado de tristeza y soledad que esto conlleva.

Estar en pareja conlleva responsabilidad en cuanto al otro, responsabilidades que algunas personalidades inmaduras, a quienes les cuesta hacerse cargo de las consecuencias de sus actos, no es están dispuestas a tolerar. Eso hará que continúen buscando excusas y maneras para poder evitar finalmente sentar cabeza. Las personas narcicistas, que realmente tienen un problema en captar las necesidades del otro, encontraras desgastante darle importancia a alguien más que ellos.

Debemos tomar en consideración que nada de malo tiene estar solo, siempre y cuando sea una decisión elegida por las razones apropiadas y no como un escudo para protegerse contra lo que quizás podría llegar a suceder.

El miedo al compromiso puede convertirse en algo muy doloroso, ya que evita que la persona al disfrute de uno de los sentimientos más bonitos. Puede ser un impedimento muy severo en el sentido de que constantemente se estará saboteando cada oportunidad amorosa que se presente, privándose de experimentar una relación que puede propiciar felicidad y sentimiento de completud. Así que tomate tu tiempo para meditar sobre cuál es la verdadera razón por la cual continúas solo, ¿lo deseas o es el terror hablando por ti?

Como sabes tú eres el dueño de tu propio destino y los miedos pueden ser conquistados, nada tiene derecho a quitarte una de las experiencias más intensas, entrégate y aprende a estar en contacto con tu verdadero deseo. No te engañes a ti mismo, vivir una mentira toda tu vida hará que te conviertas en una persona amarga y triste. Intenta amar, después de todo no hay nada que perder. Si tu miedo es ser herido, lo cual puede ser una posibilidad cuando te involucras en una relación, piensa que en realidad es solo una POSIBILIDAD, no necesariamente te sucederá a ti, y si ocurre, al menos será una experiencia que te hará crecer. No aventurarte, quedarte atrapado en el miedo paralizante, solamente te privará de madurar, de experimentar, te hará sentirte por fuera del mundo. A veces tenemos que permitir que las cosas fluyan sin cuestionarnos tanto, reprimir los sentimientos es algo que en realidad terminara limitándote como ser humano y acarreara sentimientos negativos que estarán ahí, molestándote, y ni siquiera sabrás qué es lo que le falta a tu vida. Así que nada de excusas y emprende el camino, quizás puedas llevarte una linda sorpresa tan sólo con intentarlo.

 

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Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com

No te enojes contigo

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A veces nos ponemos en la vida metas tan altas que son casi imposibles de alcanzar, porque antes de lograr lo que deseamos debemos trabajar en nostros mismos. Eso quiere decir, que si no dedicamos tiempo a cuidarnos, a nutrir nuestro cuerpo y nuestro espíritu, estamos perdiendo la oportunidad de ser más de lo que somos.

Muchas veces nos comportamos como nuestros peores enemigos por razones inconcientes. Tendemos a enojarnos mucho con nosotros y ni siquiera nos damos cuenta, pero el cuerpo y nuestro estado de ánimo se quejan, porque son ellos quienes sufren las consecuencias de nuestra propia rabia.

¿Qué es lo que causa ese enojo? Cuando nos imponemos un ideal tan alto que es díficil de obtener en poco tiempo nos frustramos porque no lo obtuvimos dentró de la fecha límite que inventamos, por lo tanto somos unos fracasados. Si nos adentramos en una dieta tan estricta que está invitando a ser quebrada, nos enojamos porque no tenemos fuerza de voluntad. Si tenemos 30 años y todavía no somos exitosos ni millonarios nos enojamos porque nos sentimos unos eternos perdedores. Si somos incapaces de mantener una relación amorosa estable, nos enojamos porque algo malo debemos tener para que nadie se fije en nosotros. Y así pasamos la mayor parte de nuestra vida, enfureciéndonos y haciéndonos daño en consecuencia.

El daño causado es muy variable, desde el auto sabotaje en distintas áreas de nuestra vida hasta adoptar una adicción. Es como si debieramos castigarnos por no haber podido alcanzar ese ideal que irónicamente nos impusimos nosotros mismos. ¿No creen que somos demasiado exigentes a veces?

Es necesario abandonar un poco esa necesidad extrema de control, es verdad que somos los responsables de nuestra vida, pero también es cierto que hay ciertas situaciones que escapan a nuestro dominio, situaciones externas que deben ser aceptadas, asimilidades y aprender a reaccionar del modo apropiado ante ellas. Por ejemplo, en una entrevista laboral, quizás tú seas el más adecuado, tengas una experiencia y un conocimiento envidiable, pero si al entrevistador no le llamaste la atención (algo por completo subjetivo), no importa que tan bueno seas. Aquí no tienes el control y si no eres convocado para ese puesto no neceseriamente fue tu responsabilidad, así que castigarse por algo que no dependía por entero de ti, no tiene sentido.

Siempre cometemos un error y ese es el de compararnos con otros. Si cierta persona logró eso que nosotros queríamos, ¿por qué nosotros no? ¿La vida es injusta? ¿Es cuestión de suerte? En realidad obtener nuestras metas depende de muchísima paciencia, constancia, preparación. Nada sucede porque sí, e incluso nuestros grandes heróes debieron luchar para estar donde están, así que en vez de compararse con otros, lo que debemos hacer es mirarnos y pensar cuáles son las herramientas que ya tenemos y cuáles son las que nos faltan, así será más fácil ponernos a trabajar en vez de pensar nada más y quejarnos.

Otro de los errores que cometemos es basar nuestra autoestima específicamente en nuestra área laboral, como mencione, muchas cosas escapan a nuestro control, y en el ámbito laboral es cuando podemos observar el mayor número de injusticias. Gente que obtiene buenas posiciones tan sólo por su habilidad de tener buenos contactos sociales, malos compañeros sin escrúpulos que ascienden laboralmente derribando a los demás sin piedad, trabajos exigentes muy mal pagos, jefes injustos sin el más mínimo dejo de compasión por sus empleados. Pensemos, si estamos inmersos en un nido de serpientes no podemos castigarnos por no poder destacarnos, evidentemente es hora de cambiar de trabajo, pero a veces no es tan sencillo, así que es una enorme pérdida de energía basar nuestra valía en algo que nuevamente está lejos de demostrar quiénes somos.

Tampoco debemos acostumbrarnos a dejar que los demás nos midan bajo sus propias reglas, eso quiere decir que si por ejemplo nuesta familia o amigos esperaban un comportamiento, una carrera, un logro, y nosotros no lo hacemos, está bien. No podemos vivir nuestra vida complaciendo a los demás, es una tarea imposible porque todos somos distintos y mientras estás complaciendo los caprichos de alguien, estás desatendiendo los de otro, así que te metes en una trampa sin salida que solamente te hará sentir terrible contigo mismo. No vivas para los demás, vive por ti, después de todo es tu vida, ¿no es cierto?

En lugar de odiarnos, debemos amarnos. Debemos aprender a identificar por qué estamos enojados con nosotros y creánme, lo estamos. Cada vez que nos herimos ya sea física o psíquicamente estamos destruyendo la posibilidad de ser mejores, de vivir una vida feliz. Todos tenemos derecho a ser felices, a poder experimentar optimismo, alegría, amor, orgullo, no tiene sentido castigarse por algo que es una mentira que nos creamos. Jamás seremos fracasados si estamos luchando por ser mejores. Cuando tú te rindes y te hieres, es cuando en verdad pierdes.

 

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Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com

 

Amor y soledad


Al involucrarnos en una relación amorosa nos llenamos de fantasías, sentimos que nuestro mundo es el mejor y estamos llenos de ilusiones. Con el correr del tiempo, sin embargo, la pasión que nos enloquecía y aquellas cosas que amábamos, pueden terminar convirtiéndose en las cosas que más nos molestan ahora. Con el tiempo y la rutina el amor comienza a desgastarse y podemos sentirnos solos incluso estando acompañados.

Uno de los sentimientos más molestos es estar inmersos en la soledad cuando la persona que amamos está justo a nuestro lado. La falta de comunicación en las parejas abre un abismo insondable entre dos almas que comienzan a perder todo lo que una vez tuvieron en común. A veces, la conversación entre los dos se limita a discusiones y cada comentario puede culminar en una guerra sin misericordia.

¿Por qué se desgasta el amor?

Su explicación la encontramos en diversas fuentes, una de las más conocidas es la rutina. ¿Qué queremos decir cuando hablamos de rutina? Va más allá de siempre hacer lo mismo, de siempre estar juntos, de hablar sobre los mismos temas, de salir con las mismas personas. El problema radica también en que las personas se confían en lo que tienen y lo dan por sentado. Una vez que la relación va sobre ruedas ya no se esfuerzan más por la pareja, porque saben que se ha ganado el amor del otro y no le encuentran sentido a ese continuar conquistando a alguien que ya poseen. Lo que la gente no comprende, es que el amor es algo que siempre debe atenderse, un fuego muy intenso pero muy frágil, el cual puede apagarse fácilmente ante el primer descuido. Es una de las quejas más frecuentes de las mujeres, y de algunos hombres también, que el otro ya no hace cosas por conquistarlos, ya no escribe cartas ni envía flores, no recuerda aniversarios o no se esfuerza ni por una minina sorpresa. A veces con los detalles más simples podemos mantener la ilusión de nuestra pareja y demostrarle que realmente nos importa.

Otra de las razones es que las situaciones de la vida van cambiando a la vez que nos van cambiando a nosotros. Las cosas que nos motivaban a los 20 años seguramente no son las mismas a nuestros 30 y así como nuestros intereses se van transformado en nuevos, nuestros rasgos de personalidad pueden cambiar. Uno debe estar dispuesto a adaptarse al nuevo sujeto que se presenta ante nosotros, debe importarnos saber lo que piensa, lo que siente, y no asumir que esa persona que conocemos hace años es la misma. Gracias a la conversación y a la curiosidad hacia el otro, podemos sorprendernos y hallar cualidades que no creíamos que estaban ahí.

Cuando las discusiones comienzan a formar parte de la vida diaria es cuando debemos abrir nuestros ojos. Si hay algo que está inquietando a nuestra pareja lo demostrara con cambios de ánimo que probablemente no comprendamos del todo. Si vemos a alguien irritado por tonterías, seguramente hay una razón de fondo mucho más profunda que tenemos que intentar descifrar, pero no adivinemos, hablemos y preocupémonos por lo que esa otra persona está atravesando. Muchas veces la situación laboral o familiar puede causar estragos en nuestro humor y tendemos a desquitarnos con quien tenemos más cerca. El resentimiento o dolor sentido lo podemos estar proyectando hacia nuestra pareja cuando en realidad ella no es la causante de nada,  por eso debemos ser responsables con lo que sentimos y cómo lo demostramos. Ciertas personas, en especial los hombres en su mayoría, encuentran difícil hablar de sus sentimientos y prefieren aislarse o exteriorizar lo que les sucede mediante el mal humor. Esto no es recomendable ya que solamente acarreara más incomodidad y más sentimiento de soledad. Y si eres tu quien debe enfrentarse a alguien que no quiere compartir lo que siente, pues acércate a esta persona desde otro lugar, con caricias, abrazos, pequeños obsequios o detalles, hazle saber que estás ahí para él o ella.

El sexo es otro de los indicadores de que algo no está bien. Al sentir nuestra libido disminuida nosotros nos sentimos mal por no sentir el deseo y hacemos sentir mal al otro haciéndole creer que ya no hay amor. Cuando experimentemos este adormecer sexual es conveniente consultar a un especialista o al menos tomarnos el tiempo de saber qué es lo que nos está sucediendo. A veces la libido disminuye porque estamos enojados con nuestra pareja y nos negamos a entregarnos al otro; otras porque hay demasiadas preocupaciones en nuestra cabeza o simplemente estamos extenuados por encargarnos de demasiadas responsabilidades, ya sean laborales o familiares. Lo importante es que no dejemos decaer este vital aspecto de nuestra relación, ya que si descuidamos el deseo sexual, estamos invitando más problemas a nuestro hogar, incluso hasta las infidelidad.

Al enfrentarnos a algunas de las distintas complicaciones que pueden ir surgiendo en una relación amorosa, lo fundamental es que estemos abiertos al dialogo con el otro, a la paciencia, al cariño, que realmente le demos a nuestra pareja el lugar de importancia en nuestras vidas que merece. Y si nos sentimos solos debemos evaluar todas las posibilidades para solucionarlo, aunque a veces, todos estos signos pueden también simbolizar que ya no estamos tan enamorados como antes. La pregunta que debemos hacernos es: ¿vale la pena luchar por mi pareja? Este es el principio de todo y dependiendo de esta respuesta podremos evaluar qué camino elegir, si intentamos salvar nuestra relación o si ya es momento de olvidarla y seguir adelante. Todos merecemos ser felices, debemos respetar a los demás, pero no podemos olvidarnos de respetarnos a nosotros mismos. Tener en claro cuál es nuestro verdadero deseo, qué es lo que sentimos, será lo que nos de la fortaleza para actuar de la manera adecuada. No permitas encerrarte en la soledad del amor, porque esta es mucho más triste que la simple soledad, la otra soledad que podemos experimentar, la cual a veces se convierte en necesaria.

¿Cómo vencer el miedo?

como vencer el miedo

¿Quién no ha sentido miedo alguna vez? Él hace su aparición cuando menos necesitas que lo haga, con tan sólo unos pocos minutos en tu mente ya puede apoderarse de ti y cuando te percatas de su presencia, ya es demasiado tarde y él ya tiene el control absoluto.

El miedo puede ser experimentado en diversas ocasiones, pero sin duda la más molesta es cuando se hace ver en aquellas circustancias donde más necesitas de tu valor.

«Roberto» en una de sus sesiones, me comentó que era el mejor de su clase, tenía una de las escolaridades más altas de la universidad. Era un estudiante ejemplar, un verdadero ganador. Sus calificaciones le ofrecieron varias oportunidades laborales, oportunidades que una a una fue perdiendo, siempre por la misma razón. En sus entrevistas laborales siempre se ponía en blanco, toda su simpatía, inteligencia, ingenio, se evaporaban como por arte de magia. Y así como joven profesional, a pesar de poseer todas las cartas para ganar, se veía a sí mismo como un fracaso.

«Lucas» era un conquistador nato, todo un casanova, siempre obtenía a la chica que quería, nadie podía decirle que no. Se vio involucrado en varios romances pasajeros, amores de una noche. Conocía a una mujer atractiva, la seducía y luego de un fugaz encuentro ya no quería saber más nada acerca de ella. Podríamos pensar que esta actitud frívola era lo que estaba buscando, sin embargo, este comportamiento le generaba un gran pesar. El amor verdadero le aterraba, no quería sufrir como lo había hecho su padre, quien había sido abandonado por su madre cuando Lucas tenía tan sólo seis años.

El miedo es una reacción natural, instintiva al peligro y es necesario que puedas sentirlo para sobrevivir como especie. Pero, ¿qué sucede con ese miedo paralizante que solamente estorba en tu calidad de vida?

Este miedo molesto proviene de varias fuentes, una de ellas es tu infancia. Tomemos por ejemplo el caso del amor, si has crecido en una familia donde tus padres eran infieles o tenían una relación violenta, es muy probable que cuando seas adulto tengas miedo de que te suceda lo mismo, que quieras protegerte a toda costa del dolor que vivenciaste. Las personas suelen apropiarse de la angustia de sus padres, incluso pueden creer que correrán inevitablemente con la misma suerte.

El miedo al éxito está también asociado a una baja autoestima y en algunos casos, incluso es un temor a superar a los padres. Cuando se ha tenido padres que no han accedido a estudios, a oportunidades, el hecho de que en cierta forma ellos se sientan «mejores» que sus congeneres, es suficiente para estancarse y negarse las oportunidades que ellos si han tenido.

¿Cómo puedes superar el miedo?

La mejor manera de superar algo, es enfrentarse a ello. No debes perder la oportunidad de encarar a tus peores temores y hacer algo al respecto. Si bien lidiar con lo que temes puede ser un poco violento al principio, puedes comenzar a trabajar con temores menores, asociados al primero.

En el caso de miedo al fracaso, podrías intentar asistir a entrevistas laborales para puestos que no te interesan, practicando como sería tu respuesta, tu comportamiento, sin importar el resultado porque es algo que no quieres de todas maneras.

En cuanto al amor, siempre puedes invitar a salir a alguien, ¿qué puede ser lo peor que puede pasar? La clave es actuar, hacer algo para comenzar a construir tu confianza. Tampoco debes sentirte culpable o castigarte por ser tu propio saboteador, tienes que identificar la raíz de tu miedo y estar determinado a luchar contra él, teniendo paciencia y buscando ayuda de ser necesario.

Uno siempre debe preguntarse, ¿vale la pena vivir con miedo, cuál es el beneficio que obtengo de esto? ¿Hay algo que pueda hacer para cambiarlo? ¿Por qué prefiero vivir desde la impotencia y no desde la plenitud?

El miedo puede ser superado, de hecho «Lucas» y «Roberto» lo han logrado. Uno debe estar dispuesto a trabajar en los obstáculos que quiebran la armonía de una vida que puede llegar a ser muy satisfactoria, si simplemente nos permitimos ser felices.

 

 

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