Los niños y la muerte, una enseñanza

Quedé pensando mucho en una de las charlas que compartí con una amiga doctora, quien me comentaba que había estado trabajando con niños que padecen cáncer terminal. Su historia me conmovió a la vez que me hizo reflexionar.

Estos pequeños asumen con completa serenidad que morirán, dibujan, sonríen, hablan contentos de que irán al cielo, dicen que en sus cortos años de vida han experimentado muchas cosas como el nacimiento de un hermano. Sin remordimientos, sin quejas, sin protestas, asumen la mala suerte que les ha tocado y hacen lo mejor que pueden con lo poco que tienen. Su única preocupación es qué sucederá con sus padres cuando ellos no estén, incluso en sus momentos más terribles, estos niños amorosamente se preocupan por el bienestar de sus progenitores, se preocupan por el vacío que dejaran en sus vidas cuando ya no sean parte de este mundo.

A veces nos quejamos de nuestros problemas creyendo que somos las personas menos afortunadas del planeta, que vivimos cada día plagados de tragedias, que no hemos logrado absolutamente nada. Incluso cuando estamos inmersos en problemas grandes, todo esto se reduce prácticamente a cenizas cuando pensamos en estas situaciones extremas pero reales. Los niños asumen inteligentemente y con amor lo que les sucede, son una lección de vida para nosotros  y ante estos sucesos casi inconcebibles, podemos inspirarnos  y aprender de ellos.

Nosotros tenemos una oportunidad cada día que despertamos, una oportunidad para ser mejores, para amar y dejarnos amar, para tomar control sobre lo que podemos tomar control, para ser felices, para sonreír, para volverlo a intentar. Cada día nos obsequia horas preciosas para poder hacernos cargo de nuestra vida y muchas veces desperdiciamos este regalo quedándonos con brazos cruzados y agrediéndonos a nosotros mismos en lugar de hacer algo para cambiar.

Estoy segura que la mayoría de nuestros problemas son solucionables, habrán situaciones más delicadas que otras no lo dudo, pero muchas veces lo que nos sucede es a causa de nuestro descuido y nuestra falta de aprecio.

Tenemos que aprender a amarnos y a mirar el mundo, cuando sientan que no hay nada por lo cual estar agradecido, piensen que estar vivos aquí y ahora es motivo suficiente para sonreír, saber que pueden compartir el día con quienes quieren es algo que no deben desaprovechar, tener la oportunidad de cambiar tu estilo de vida, de conocer nuevas personas, de simplemente sentir. Dejemos de dar cosas por sentado como si fueran un derecho, hay personas que no tienen este obsequio o lo tienen por demasiado poco tiempo. Pongamos nuestra vida y nuestros problemas en perspectiva, no nos ahoguemos en un vaso de agua, aprendamos a discernir cuáles son las verdaderas catástrofes de las que simplemente son malestares momentáneos y solucionables. Conozco personas que se quejan hasta el cansancio, insultan y maldicen a su vida  sólo por padecer un simple resfríado.

Estos niños me enseñaron una lección de amor y sabiduría, una serenidad admirable, una comprensión de la vida quizás mejor de las que muchas personas podrán llegar a obtener algún día.

Nuestras emociones son nuestro motor, entremos en contacto con ellas y aprendamos a aprovechar cada momento, recuerden que usualmente las cosas se aprecian cuando se pierden, no permitas que sea demasiado tarde para ti. Los niños son sabios y sus corazones están abiertos a lo que les sucede, debemos permitir que su enseñanza y su entereza sean un ejemplo. Yo los admiro profundamente por su valentía y ese coraje será su huella imborrable.

27077699/098165994

Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com

Emociones positivas en los niños

Los niños pequeños suelen experimentar diversas emociones positivas y estas son ampliables, acumulativas y permanentes. Además de lo agradable que es experimentar estas emociones, también contribuyen al crecimiento y a la optimización de los recursos físicos, sociales y cognitivos. Despierta la necesidad de explorar y así el niño comienza a dominar las situaciones y su entorno. Este dominio va induciendo nuevas sensaciones positivas que a su vez lo impulsan a continuar explorando y a tener más dominio, se convierte así en un espiral ascendente de emociones placenteras.

Los padres deben centrarse en aumentar los rasgos positivos y no solamente preocuparse por los rasgos negativos. Martin E.P Seligman nos propone en su libro La auténtica felicidad técnicas para incrementar las emociones positivas en los niños. Él nos aconseja que los padres deben dormir con su bebé durante los primeros meses de vida. Esto tiene como finalidad la creación de vínculos de amor fuertes. Cuando el bebé despierta lo primero que ve es el rostro de sus padres, lo que generará más seguridad y además, en el caso de los progenitores que deben trabajar, es una oportunidad para compartir más momentos con el pequeño. Usualmente son las madres quienes tienen un vínculo más fuerte con el bebé, pero de esta manera el padre puede también participar de una manera más activa,  no sintiendose excluido e incluso puede contribuir positivamente a la unión sentimental de la pareja.

Los juegos sincrónicos son juegos interactivos entre padres e hijos que pueden ser puestos en práctica en cualquier situación. Las capacidades que tiene un bebé van ampliándose casi semanalmente y los juguetes se convierten en herramientas para nuevos desafíos que inspirarán la fluidez y el sentimiento de logro. Las cajas de cartón, los bloques de construcción y hasta los diarios y revistas, son útiles para experimentar y divertirse al mismo tiempo. Cuando vean a su hijo absorto en un juego, traten de no cortar su inspiración con brusquedad, es recomendable que diez minutos antes de que deban terminar de jugar se los ponga sobre aviso, asi le darán tiempo de finalizar con alegría y no sobresalto.

Deben ser cuidadosos con la utilización exagerada de la palabra NO, es necesario utilizarlo para implementar límites o alertar sobre un peligro, pero usualmente los padres utilizan este término indiscriminadamente para aquellas cosas que les resultan molestas del pequeño, en vez de solamente darles el uso que corresponde. Por ejemplo, puede resultarnos molesto que el niño nos pida un montón de juguetes cada vez que hacemos las compras. Para evitar un no rotundo, podríamos simplemente decirle que anotaremos ese juguete para la lista de navidad o para su cumpleaños. Si está peleando con su hermano, golpeandolo, podríamos decirle que eso le duele al hermano y que jueguen despacio para que ambos se diviertan. Los «no» sólo deben ser utilizados cuando realmente los pequeños se encuentren ante un peligro, cuando una actitud simplemente sea molesta, pensemos en maneras alternativas de llamarle la atención sin recurrir necesariamente a la negativa. Si los niños se acostumbran a escuchar el no a cada instante, se convertirán en personas pasivas, con falta de iniciativa.

En cuanto al elogio y al castigo hay que tener en cuenta el postulado de la estima positiva. No se puede elogiar al niño porque sí, debió haber hecho algo para ganarselo. Si se entregan elogios desmedidos que nada tengan que ver con el dominio que el niño ejerce en alguna tarea, estamos debilitandolo de cierta manera. Se lo festejará de acuerdo al logro obtenido, a mayores logros, como decir su primer palabra por ejemplo, mayores elogios. El amor y el cariño sí deben ser incondicional, pero no así los halagos. Cuando es necesario imponerle un castigo a un pequeño, hay que centrarse en la conducta negativa, si rompió el jarrón centremonos en el jarrón, no acompañe el reto con «no sirves para nada, eres un inútil, siempre estas rompiendo todo». El niño debe tener sumamente claro el motivo por el cual está siendo castigado y cuando él se comporte de manera caprichosa, se puede pensar en maneras alternativas de calmarlo sin recurrir al castigo. Una buena comunicación con el pequeño y la claridad de los límites ayudarán a controlar los caprichos infantiles.

La rivalidad entre hermanos es algo en extremo frecuente. Una manera efectiva de lidiar con la misma, se basa en hacer sentir a los hermanos mayores importantes, haciendole participar en el cuidado del bebé, haciendole entender que los padres tienen suficiente amor para todos. La rivalidad surge cuando los niños se sienten amenazados ante la idea de que ahora se los amará menos, pero una vez que les aseguremos que esto no es así mediante nuestros actos y una cuota de confianza en ellos, la rivalidad ya no será un inconveniente.

Antes de que el niño vaya a dormir es el momento ideal para compartir un lindo momento con los padres. Es la oportunidad que tienen los pequeños para recordar todas las cosas que hicieron durante el día y concentrarse en las experiencias positivas que vivieron. El estado de ánimo negativo no puede sobrevivir en alguien que está repleto de buenos recuerdos y creencias positivas. Los últimos pensamientos antes de entrar al mundo de los sueños deben ser imágenes bonitas, de alegría, para que nos aseguremos que duerman tranquilos y disfruten a pleno el descanso.

Un niño positivo es un niño feliz y será un adulto fuerte emocionalmente, seguro de sí mismo y que verá la vida de una manera alegre, alguien que podrá defender sus ideales y salir airoso ante los inconvenientes de la vida adulta.

27077699/098165994

Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com

Intención en acción

¿Realmente cumplimos  nuestras metas? Cada vez que comienza el año, nosotros estamos llenos de energía y esperanza en cuanto a todo lo que vamos a lograr. Usualmente nos quejamos del año que pasó porque no ha traído demasiados cambios y abocamos nuestras plegarias al nuevo comienzo. Sin embargo, la magia inicial poco a poco se desvanece y antes de que podamos siquiera recordar nuestras propias promesas, nos vemos involucrados en los pasos anteriores que nos conducirán exactamente al mismo lugar. Y el año que viene la historia se repetirá, nos estaremos quejando del 2010 y prometiéndonos que el 2011 será cuando realmente todas las piezas de nuestro mágico puzzle  finalmente encajen.

¿Qué podemos hacer para quebrar este círculo vicioso? Primero tener en claro lo que queremos. Compra una agenda o un cuaderno y dedícale unas páginas a cuáles son tus metas. Recuerda que éstas deben ser específicas como «quiero salvar el examen de biología». Una vez que ya lo tengas, divide las páginas en secciones diarias, anotando qué fue lo que hiciste hoy (no importa cuan grande o pequeño) para estar más cerca de tus sueños. Cada día debes releer tus metas y dedicarle al menos unos minutos a acercarte a ese sueño, debes mantenerlo fresco en tu mente, de lo contrario la voluntad y la ilusión comienzan a desvanecerse y tus buenas intenciones no dejan de ser eso, intenciones.

Otra cosa que funciona es anotar tus metas en el pasado, por ejemplo : «ya salvé ese examen» «ya obtuve mi empleo deseado». Imaginate que ya lo has logrado, piensa que ya estás en esa situación, concentrate en cómo te sientes, esa sensación de logro y alegría. No dediques tiempo a los obstáculos, a lo lejos que puedan parecer esos objetivos ahora, piensa que ya lo has conseguido y no dejes ir esa mentalidad que se apoderara de ti con este simple juego.

Debes hacer un compromiso contigo mismo y entiende que mereces tener todo lo que te propongas. No permitas que este año se quede sólo en el nivel de la intención, actúa ya para convertir tus sueños realidad.

Esa malvada voz interior

Es curioso ver como detestamos que los demás nos presionen, cómo odiamos las críticas que los demás ostentan contra nosotros, cómo nos ponemos a la defensiva ante cualquier comentario negativo…Es curioso que nos ofendamos con los otros, pero cuando las críticas, las presiones, los comentarios ofensivos y degradantes provienen de nuestro propio interior, entonces son bienvenidos. Gracioso, ¿no?

Ni siquiera nos percatamos de esa malévola voz en nuestra cabeza que nos dice que no servimos para nada, que ni siquiera lo intentemos, que no merecemos la gloria, que debemos descuidarnos, porque ¿para qué perder el tiempo en nuestra salud si no la merecemos? ¿Merecemos vivir acaso? ¿Nuestra vida tiene algún significado? Desde los comentarios más inocentes hasta los más despiadados, nuestra cruel voz interior va abriéndose camino en nuestro ser y va dejando un rastro venenoso que afecta nuestras decisiones.

No somos libres de hacer lo que queremos, de intentar nuevas cosas, de desafiar nuestros límites, de crecer como seres humanos, si constantemente ante el más mínimo atisbo de independencia nos atacamos como si fueramos los peores enemigos que podamos imaginar. Nos quedaremos eternamente confinados a la situación en la que nos encontramos, sin posibilidades de cambio, sin nuevas experiencias que enriquezcan nuestra vida, seremos esclavos de nuestras propias decisiones porque hemos decidido  escuchar a nuestro lado oscuro, ese que nos empuja hacia el abismo de la desilusión.

La buena noticia es que no tienes porque dejarte de escuchar a ti mismo, simplemente debes aprender a dialogar y a refutar esas críticas. Cada vez que en tu mente aparezca esa sensación de que no eres bueno para algo de inmediato debes responderle ¿y por qué? Seguramente tendras una lista muy larga de todas las cosas que están mal en ti y porque no mereces nada, sin embargo, cuando hayas repasado todas esas cosas horribles de ti mismo detentente un momento, respira profundo y defiendete. De inmediato piensa en todas las cosas buenas que tienes, tus fortalezas, tus logros, tus relaciones fructíferas, tu trabajo, tu carrera, tu familia, todo lo bueno que tengas despliegalo en ese mometo y dilo con convicción y placer.

Cada vez que debas enfrentarte a los comentarios maliciosos que estás tan presto a escuchar, no permanezcas pasivo, discute contigo mismo ese argumento, busca la manera de verle el lado positivo, no permitas que tú mismo arruines tus planes, que pierdas oportunidades. Nosotros debemos sacarle partido a nuestra propia sabiduría, a veces tenemos cosas muy inteligentes para decirnos, simplemente hay que saber distinguir cuando estamos siendo realistas o simplemente nos estamos haciendo daño. No te dejes vencer por tu propia negatividad, por tu falta de amor, sólo vale la pena escucharnos cuando tenemos algo interesante que compartir, algo que nos haga ser mejores, no que nos haga sentir que todo lo que hemos hecho está mal. Ponle un freno a los pensamientos fatalistas, quítale dramatismo a las situaciones, si utilizas la fantasía que no sea para pensar que todo saldrá mal. Trata de ser objetivo, lo que no quiere decir negativo, se puede ser optimista y realista al mismo tiempo. Si tu voz interior continúa siendo cruel, puedes intentar compartir tu preocupación con alguien más, pero sobre todo no te dejes llevar por el pensamiento de que todo saldrá mal, piensa en todas las razones por las cuales todo saldrá bien. Comienza a jugar a tu favor.

27077699/098165994

Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com

Planifica tu 2010

Hosted by imgur.com

En pocos días estaremos ya en el 2010. El comienzo de un nuevo año es siempre un momento que invita a realizar una evaluación acerca de lo sucedido en el que termina, de aquellas cosas que logramos y aquellas otras que nos quedaron pendientes o que tenemos muchos deseos de llevar a cabo. Por tanto, es un momento de cierre y apertura respecto a tus proyectos. Si estás pensando en tus próximos pasos, hoy veremos algunos puntos básicos que es oportuno tener en cuenta para realizar una planificación clara plausible de llevarse a la práctica.

 * Busca tu lugar especial y organización

 Como punto inicial al disponernos a planificar nuestras próximas actividades, es necesario contar con un espacio físico en el que nos sintamos cómodos y podamos concentrarnos. Es entonces, en esa tranquilidad que logramos sentir ya desde el ambiente en el que nos encontramos, donde podemos ponernos en contacto con nuestros deseos y necesidades. Tomarte unos minutos para relajarte, respirar hondo y luego proceder a escribir una lista o quizás pensamientos que te surjan en ese momento, puede resultarte una buena manera de comenzar. El realizar un registro en papel, conlleva el efecto visual de ser una suerte de confirmación y puesta en orden de nuestras ideas.

Luego de conformar tu lista, no olvides establecer prioridades ubicando en primer lugar tus responsabilidades, aquellas cosas a las que te has comprometido y luego lo demás.

 *Aprovecha tu creatividad

 No necesitas ser precisamente un artista para reconocer y sacar el mejor partido del potencial creativo que todos tenemos. Cada uno de nosotros posee su propia forma de expresión, la cual podemos explorar, potenciar y desarrollar. Podemos hacer de nuestra vida un acto creativo, aplicando esa capacidad de innovación y adaptación a distintas y nuevas circunstancias.

 *Esperanza vs. Obstinación

 A través de los medios de comunicación, especialmente de la televisión, suele intentar inculcarse la idea de que para alcanzar las metas que nos proponemos, todo tiene siempre que salirnos bien, pasando por la vida de un éxito a otro. Esta visión sumamente engañosa, no sólo puede generar culpa, estrés y una autoexigencia desmedida, sino que también no permite reconocer todo el aprendizaje y crecimiento que podemos obtener de los errores ni acceder a una visión realista del mundo. Asumir los fracasos es un signo de madurez que posibilita el avance. Denota salud el aceptar que no todos los factores que influyen en las circunstancias están bajo nuestro control y que eso no significa un impedimento para seguir adelante. Vivir con la idea de que todo tiene que suceder exactamente como nos lo imaginamos, no sólo nos dificulta el disfrutar plenamente de lo que ya tenemos, sino también nos deja con la sensación de que nos falta algo.

 *Deja de orbitar alrededor de un tema

 Muchas personas, cuando tienen en sus vidas una situación o sentimiento que les produce malestar, creen que el camino acertado para encontrar la solución, es no dejar de pensar una y otra vez en el mismo. Están convencidos de que de esa forma llegarán a su entendimiento. Sin embargo, este mecanismo obsesivo lejos de aportar soluciones y comprensión lo que genera es estrés, malestar y confusión. A corto plazo la persona se siente cansada y tan mareada como si le hubieran dado vueltas y vueltas.

En tales circunstancias, aunque pueda llamarte la atención, lo más conveniente es no ponerse a pensar en el tema. Pon tu mente en cualquier otra cosa y si puede ser en algo que te distienda mejor. La respuesta que tanto buscas surgirá cuando menos la esperes. Ello se debe a que la mente necesita cierta tranquilidad básica para funcionar.

Toma decisiones

 Para sentirnos felices y enérgicos para llevar a cabo nuestros planes, es muy importante potenciar la propia capacidad de tomar decisiones. La propia determinación, así como los pequeños y no tan pequeños logros que vamos acumulando en especial tras superar dificultades o situaciones que considerábamos retos, siempre tienen como efectos aumentar la autoestima, el sentimiento de valía y el sentirse competente. Todo lo cual lleva a experimentar mayor seguridad.

 Tomar el comienzo de año, como una instancia de reflexión para una pronta puesta en práctica no solo de lo que debes sino también de lo que deseas hacer, es una oportunidad que está en tus manos aprovechar.

 Por medio de este blog, nuestra vía de comunicación con ustedes, nuestros muy estimados lectores, tanto Mariana como quien les escribe, les deseamos que la pasen muy bien el próximo 31, ya sea en la tranquila y placentera compañía de ustedes mismos quizás con un buen libro o una película que les guste, o junto a sus seres queridos, esos vínculos verdaderos que todos tenemos y que no necesariamente tienen que coincidir con los que se publicitan por televisión. Y que además, el próximo año los encuentre llenos de salud, esperanza y confianza en sí mismos.

  

 

 

Realiza tus metas

Hosted by imgur.com

 “No hay nada tan poderoso como una idea a la que le ha llegado su hora”, ésta célebre frase del poeta, novelista y dramaturgo francés Víctor Hugo, nos invita en esta ocasión, a pensar el tema que abordaremos hoy: la realización de las ideas, en especial aquellas relacionadas con proyectos laborales. Esas ideas que tenemos, puede que desde hace mucho tiempo, que de tanto acariciarlas en nuestra mente se han convertido en metas. Pero hoy no sólo reflexionaremos acerca de nuestras acciones para volverlas realidad, sino también, acerca de qué cosas nos ayudan a hacerlo sobre todo, cuando estamos atravesando situaciones difíciles.

Quizás en este momento te estés preguntando por qué en tu trabajo promovieron a ese compañero, siendo que tú trabajas el doble y con un menor salario. O capaz te encuentres en cualquier otro escenario relativamente similar que te implique una desventaja para mejorar tu nivel de vida. Si es así, tengo una noticia para darte; dejar de sentirte un 0 a la izquierda es una decisión que puedes tomar hoy.

 La sociedad desde nuestra infancia siempre se encarga de establecer ciertas barreras. A modo de ejemplo puede citarse el caso de los juguetes, muchos de los cuales están diseñados exclusivamente para niños y otros para niñas. Pero tampoco olvidemos que en gran medida está en nosotros permitir o no que nos limiten. Si las circunstancias o alguien intentan ponerte al margen, no aceptes quedarte en ese papel. Es justo ahí, donde debemos hacer surgir esa rebeldía que llevamos dentro y empujarnos a salir de la situación.   

 Un error muy usual y también muy comprensible cuando se está atravesando por un mal momento, es pensar que las dificultades no van a tener fin, el cual suele ir de la mano con otro, el dejar de tener esperanza. En este mundo nada es para siempre, el dolor también termina. Cuando comenzamos a realizar una nueva rutina de ejercicio nos sentimos adoloridos, pero luego ganamos en fuerza. Si capitalizamos la experiencia, así como los músculos se fortalecen al ejercitarse también podremos fortalecernos mentalmente.

 Es muy normal sentir tristeza e intentar reconfortarnos de alguna manera cuando nos sucede algo malo. Las emociones negativas son una parte de la vida que es necesario enfrentar, a todos nos ocurren contrariedades por las que tenemos que atravesar. Pero luego de los primeros momentos de desazón e incluso de desahogo, ten cuidado entonces, de no estar tomando el autocompadecimiento como una forma errónea de reconfortarte. Errónea, porque si bien al principio puede parecernos que nos ofrece algún consuelo, el pensar una y otra vez lo injusto de las circunstancias no aporta en nada a su solución, al contrario. Pensarse como un “pobre de mí”, caer en el derrotismo, es precisamente lo que cierra las puertas.

 El punto no es en absoluto asumir una actitud sádica con uno mismo, sino el calmarse y de forma lo más objetiva posible, analizar cómo fue que se dieron las cosas, qué papel jugó uno en los acontecimientos, y si cometimos errores cómo fue que nos tropezamos en primer lugar. Como seres falibles que somos, equivocaciones vamos a cometer siempre, pero procuremos asegurarnos de que no sean las mismas.

Cuando emprendemos un nuevo camino, es esperable que no todo nos salga bien, pero también recuerda que quien no hace nada tampoco gana nada. Vayamos entonces, madurando con cada experiencia, valorando y analizando las enseñanzas que nos brinda.

 También es necesario considerar, que muchas veces en medio de la tormenta, no siempre se cuenta con suficiente claridad como para discernir solos cuáles son las actitudes más convenientes a tomar para salir de una situación o tornar las circunstancias a nuestro favor. De hecho, en numerosas ocasiones ni siquiera con la ayuda de amigos o familiares es posible vislumbrar la salida. En tales casos, se hace necesaria la ayuda profesional, como la que pone a tu disposición la Lic. Mariana Alvez Guerra mediante la modalidad de consejo psicológico online.

 Cuando tus acciones te estén dando buenos resultados, luego de celebrar como mereces, también piensa en cuáles fueron los pasos que diste. De esa manera podrás repetirlos y además, ver cómo puedes aplicar lo hecho a otras cosas. Que no sean los malos momentos en los únicos que te pongas a reflexionar.  

Redescubrir esa inquietud, esa curiosidad que tan frecuentemente se ve en los niños cuando exploran cosas nuevas, es un importante punto a favor al decidir abrirnos a las muchas oportunidades que se pueden encontrar en el mundo.

 Otro punto importante, es escuchar con atención las experiencias ajenas, ya que pueden ahorrarnos tiempo y recursos e incluso resultar inspiradoras. Así como escuchar y trabajar en colaboración con los demás puede ser un gran aporte, es necesario recordar que intentar beneficiarse obstaculizando el camino de los otros comprende efectos perjudiciales no sólo para ellos, sino también para ti. Es muy usual que en pos de pensar que de esa forma se obtiene algún beneficio, haya quienes se olviden de algo muy elemental: toda acción tiene sus consecuencias. No podemos esperar que se nos abran puertas si se las cerramos a los demás.  

Detente un momento a examinar tu vida diaria, tu relación con la gente que forma parte de ella, y pregúntate si intencionalmente o no, estás haciendo algo que signifique una barrera para el avance de otra persona. Así como es necesario que te respetes a ti mismo, también lo es que respetes a los demás.

Perseverancia, disciplina y creatividad, son las palabras claves a poner en práctica para lograr lo que quieres. Planifica e insiste hasta conseguirlo. La confianza es el motor que nos permite construir un futuro mejor, dispone la energía psico – física para alcanzar nuestras metas, teniendo la serena convicción de que lo vamos a lograr.

 

Cómo vencer la apatía

Te despiertas gracias al maldito reloj despertador, remoloneas en la cama esperando quitarte el sueño que no quiere dejarte ir. A duras penas logras abrir los ojos y quizás puedas beber un poco de café, o tal vez es demasiado tarde y debes apresurarte a vestirte. Un nuevo día y tú con cada vez menos ganas de hacer lo mismo una y otra vez. La mañana y la tarde se desgranan lenta, pesadamente, estás apático.

Cuando sentimos apatía es como si nuestro entusiasmo saliera corriendo por la puerta y sin planear regresar en un futuro cercano. No hay fuerza, no hay deseo, no hay ánimo. Nos convertimos en pequeños automatas realizando las mismas tareas de siempre y dejamos escapar las horas ausentes de lo que nos rodea, como si estuvieramos en una especie de piloto automático, realizando nuestras tareas por inercia.

Sin embargo, no podemos dejar que ese sentimiento tan molesto se apodere de nosotros, hay que darle pelea. Una de las maneras que encontramos es planeando algo lindo para nosotros. Los lunes por ejemplo, se convierten en una verdadera tortura para muchos, el fin de semana es lo más esperado y cuando finalmente llega dura lo mismo que un respiro, el descanso no ha sido suficiente y llegamos al lunes con un dejo amargo en nuestro espíritu. Así que no hay nada mejor que planear algo entretenido para quebrar con la rutina. Las cosas más sencillas pueden convertirse en poderosos aliados. Por ejemplo, puedes decidir ir a ver una buena pelicula con algún amigo o tu pareja, planear una cena informal con un par de amigos, puedes ir de compras, dedicarte a leer un libro, salir a caminar, a andar en bicicleta. La idea es que te enfrasques en una tarea que no hagas usualmente, asi irás rompiendo con la monotonía que te convierte en una sombra de ti mismo.

Al principio será difícil querer hacer algo cuando estás tan desmotivado, pero si al menos logras despertar en ti un mínimo grado de fuerza y comienzas a reaizar algo, verás que a cada minuto esa tarea se hace más sencilla y placentera hasta que sientes que fue una excelente idea desatender el impulso inicial de no hacer nada.

Cada día se convierte en una oportunidad para ser feliz y si quizás aun no has descubierto cuál es el gran propósito de tu vida o quizás aún la pasión no se haya despertado en ti, de todas maneras puedes disfrutar de tus espacios de soledad para autodescubrirte. Conocerse a uno mismo se convierte en una tarea intensa y emocionante, somos un universo complejo que vale la pena descifrar y a medida de que vayas concientizandote de todo lo que eres capaz, la vida comienza a poner las piezas en su lugar, como un gigante puzzle.

Comienza moviéndote, realizando una pequeña actividad para quitarte de encima ese sentimiento de que nada vale la pena o de que todo es aburrido. Comienza ahora, disfruta el presente y sorprendete a ti mismo.

27077699/098165994

Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com

Caminando hacia el éxito

Hosted by imgur.com 

 Existen muchas ocasiones en las que, por más que aparentemente estemos dando todos los pasos en dirección a ese objetivo que queremos lograr, sin darnos cuenta nos vamos poniendo piedras en el camino que terminan siendo verdaderos obstáculos o impedimentos. Esto puede verse frecuentemente, en casos donde la persona se vive cuestionando acerca de si podrá alcanzar lo que quiere, como si tuviera el presentimiento de que algo va a salir mal. Dichos cuestionamientos pueden estar dirigidos al hecho en sí de que pueda llevarse a la práctica su plan, a poseer los conocimientos y el valor que se requiere para hacerlo, o bien a si es plausible que pueda ocurrirle.  

 Todo lo cual converge en el hecho de pensar y sentir que no merecemos eso que queremos, evidenciándose por tanto un problema de autoestima. Si esa es tu situación, no te asustes, sólo significa que aún tienes cosas que aprender y por las que trabajar. En tales circunstancias, seguramente pueda afirmarse que no creíste ésto toda tu vida, sino que hubo momentos en los que esas creencias comenzaron a echar raíces. Para descubrir cómo y por qué comenzaron a afianzarse, suele ser necesaria la intervención profesional, como por ejemplo la que puede brindarte la Lic. Mariana Alvez Guerra mediante la modalidad de consejo psicológico, o bien de terapia online.  

 Lo que se necesita de un psicólogo en estos casos, no es que nos indique qué es lo que tenemos que hacer, sino que nos ayude a discernirlo. Ello se debe a que en la intervención psicológica, existe una aceptación del otro con sus características individuales y únicas, lo cual facilita el que se puedan implementar cambios significativos en su vida. Cuando se cuenta con la asistencia y el apoyo necesarios, es posible superar el miedo y sentir más seguridad respecto al futuro y a las propias posibilidades.

 Muchas reglas que tú mismo pones o permites que aún existan en tu vida, pueden ser barreras o facilitadores para tu éxito. Una buena noticia es que así como una vez empezaste a creer que no eras capaz, ahora puedes comenzar a creer lo contrario. 

Resulta muy pertinente aplicar la frase “persevera y triunfarás”, lo que no significa encapricharse haciendo una y otra vez cosas que los hechos demostraron que no funcionaban, sino capitalizar experiencias de fracaso tomando datos que te ayuden a ver qué problemas evitar y qué nuevo camino tomar.

 Es igualmente necesario, reparar en la manera en que nos estimulamos a seguir adelante cuando estamos aprendiendo y emprendiendo algo nuevo. Observa si estás apreciando cada avance que logras realizar. Negarse rotundamente a intentar algo nuevo simplemente por no saber cómo se hace, no es en el fondo más que miedo, ya sea a parecer tonto o por falta de confianza en nuestras propias capacidades. El método de ensayo y error, tan natural en el humano y en otros animales, se vale precisamente de los errores para hacer posible el aprendizaje, recién ahí podemos apropiarnos y emplear los nuevos conocimientos.

 Si bien es muy cierto que los objetivos a largo plazo son imprescindibles, ya que son nada menos que el disparador para trazar nuestro plan. Intentar alcanzar a corto plazo metas que en la actualidad nos resultan demasiado lejanas, siempre termina por frustrarnos. Por tanto, es imprescindible mantener cierta coherencia y no saltearnos los objetivos a mediano y a corto plazo.

A modo de ejemplo, supongamos que estas comenzando tu propio emprendimiento, si además tienes otro trabajo o estudias, en vez de lanzarte de lleno a la realización del mismo, lo más conveniente sería dedicarle algunas horas todos los días y algún día entero durante el fin de semana. No sólo para dedicarte completamente al mismo cuando pueda brindarte total seguridad financiera, sino también para ver cómo te hace sentir en la práctica y confirmar o no, si es efectivamente a lo que quieres dedicarte.

Algunos aspectos importantes a indagar, que incluso podrías preguntártelos seriamente antes de comenzar, son por ejemplo, si te sentirás motivado para trabajar sin tener un jefe que te supervise y te diga cuáles son tus tareas. Es muy usual que, aún en el período en que ya empieza a ser rentable como actividad económica única, en un principio no deje margen como para contratar mucho personal, ¿estarías dispuesto entonces a realizar largas jornadas de trabajo de más de 9 horas?

 Cualquiera sea ese cambio importante que deseas implementar, deja de lado todo aquel tiempo durante el que pensabas que siempre fracasarías. Si lo decides y te comprometes contigo mismo, ya puedes empezar a cambiar. El día más apropiado es justamente hoy.   

 

 

Psicología Positiva: Felicidad

El trabajo de Martin Seligman en Psicología Positiva nace gracias a su intensa preocupación por la depresión, tras 25 años de trabajo con esta patología, comenzó a cuestionarse por qué algunas personas optaban por ser felices. Cansado de trabajar desde las debilidades de las personas, va surgiendo la psicoterapia positiva que funciona como una «estrategia de amortiguación», donde el foco del tratamiento se basa en trabajar desde las fortalezas de las personas a la vez que se busca aumentar las emociones positivas. Comprendió que las habilidades para disminuir la infelicidad no son las mismas que esas habilidades que nos permiten ser feliz y comprometernos. Al contrario de la creencia popular de que el dinero o una prestigiosa carrera nos asegura la alegría, el secreto en realidad radica en la calidad de los vínculos emocionales que compartimos con los demás.

La teoría de felicidad que Seligman maneja nos plantea que un primer acercamiento a la felicidad es la  vida placentera, la cual está relacionada con las emociones positivas. Se refiere al bienestar nacido por el disfrute de cosas superficiales y efímeras como un buen almuerzo, una noche de sexo, ir al cine. Es inmediata, hedonista, y se mantiene por unos breves momentos. Puede funcionar como una droga donde obtenemos una satisfacción en pocos minutos pero luego sobreviene la desilusión. Seligman recomienda utilizar métodos para disfrutar mejor de estos placeres, como el hecho de compartirlos con los demás, recordarlos, describirlos. Si bien debemos de disfrutar de estas pequeñas delicias, tenemos que tener en cuenta que con este nivel no es suficiente, hay capas más profundas que debemos develar para poder alcanzar un estado de alegría pleno.  Si siempre estamos tomando atajos fáciles para obtener el disfrute vamos descuidando otros aspectos importantes como lo es el desarrollo personal.

Un nivel intermedio de felicidad es el de la buena vida, podría ser comparado con lo que Aristóteles denomibaba eudaimonia. Este nivel es el dejarse llevar por una actividad que realmente disfrutamos hacer y en la cual sentimos que somos excelentes. Teniendo en claro cuáles son nuestros talentos podemos compenetrarnos en una actividad, donde parecerá que el tiempo se detiene al estar absortos en lo que hacemos. Es aprender a armonizar con nuestras habilidades y aplicarlas en cada aspecto de nuestra vida siempre y cuando sea posible.

El nivel más importante de todos y al que podríamos llamar verdadera felicidad es el de la vida con sentido. Es un estado de felicidad que podemos mantener a lo largo del tiempo y se basa en formar parte de algo más grande que nosotros mismos, ser altruista, brindar nuestras virtudes para formar parte de una gran causa. Nuestra vida va adquiriendo valor relacionandonos con el mundo que nos rodea, sentimos la saisfacción del proceso en el cual estamos inmersos y no solamente nos concentramos en los resultados.

Para ser felices es importante que nos demos el permiso de serlo y una manera de acercarnos a la felicidad es siendo optimistas. El optimismo es un hábito que puede ser aprendido, mediante en trabajo en nosotros mismos gracias a la psicoterapia. El verdadero optimista no es ingenuo, entiende la realidad de un sentimiento o una situación negativa, pero en lugar de quejarse hace algo al respecto. Gracias al autoconocimiento podemos descubrir las razones inconcientes que nos toman por sorpresa y nos hacen actuar de maneras que no logramos comprender del todo, debemos descubrirnos a nosotros mismos y hacer algo con ese conocimiento. Debemos aprender a cuestionar lo irracional de los pensamientos negativos, los cuales tienden a exagerar la realidad, y se van creando por ideas infundadas surgidas en algún momento de nuestra vida, inspiradas quizás por una situación dolorosa.

Entre las técnicas que existen para pensar de un modo más positivo, encontramos que es necesario que hagamos un cambio de perspectiva. No podemos ser rígidos en nuestros pensamientos, desechemos la mentalidad «todo o nada», aprendamos a ver la complejidad de cada situación, potenciemos lo bueno y entendamos que cada una encierra un aprendizaje que puede sernos muy útil a lo largo de la vida, a pesar de que todavía no podamos comprenderlo. No hay que centrarse siempre en lo malo, disfrutemos de las pequeñas alegrías que nos rodean y hagamos oídos sordos a las críticas que los demás a veces utilizan en nuestra contra. No exageremos las dimensiones de un problema ni caigamos en la trampa de menospreciar lo que podemos hacer para enfrentarlo. Debemos ser responsables de nuestra felicidad, si bien los factores externos pueden ejercer una importante influencia en nuestro estado de ánimo, aprendamos a estar bien con nosotros en nuestro mundo interno.

La felicidad es un proceso más que una búsqueda, es un camino que debemos transitar con paciencia y amor, un descubrimiento de cada día. Conocernos a nosotros nos permitirá ser concientes de las herramientas que ya poseemos para seguir adelante y de lo que carecemos, descubriremos cuáles son nuestros puntos fuertes y cómo podemos hacer que la experiencia de vivir se convierta en algo placentero, como debe ser.

27077699/098165994

Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com

Psicología Positiva: Agradecimiento

Caminamos por la vida sin ser concientes de las bendiciones que ya nos rodean, siempre quejandonos de todo lo que carecemos, incapaces de ver todo lo que ya hemos logrado. Las pequeñas alegrías de la vida pasan a nuestro lado y nosotros decidamente las ignoramos, siempre esperando algo mejor, siempre idealizando el pasado o ansiando el futuro, desperdiciando el presente por completo.

Trabajar desde el presente es algo fundamental, porque la felicidad no es una meta inalcanzable que apenas se vislumbra en el horizonte, es un camino que transitamos todos los días, es un proceso y la sabiduría radica en disfrutar cada pequeño instante de ese camino. Cuando nos concentramos en el ahora, cuando nos dedicamos a ver lo que ya disfrutamos, comenzamos a sentirnos mejor, a disminuir nuestra ansiedad. Tenemos que entender que cada día, hora, minuto vale, que cada pequeño granito de arena que dedicamos a estar contentos es una inversión en nuestro futuro. Si nos dejamos llevar por el proceso diario, tratando de incorporar pequeñas alegrías, ya sea disfutando de la compañía de alguien a quien queramos o sonriendo, compartiendo una cena, ir al cine, veremos como todo comienza a encajar perfectamente en nuestro puzzle de felicidad. La ansiedad es una gran enemiga y tendemos a querer todo ahora, pero la regla de la velocidad no es aplicable a nuestros sueños ni nuestros esfuerzos, todo requiere de tiempo, de paciencia, de amor. Que cada día se convierta en una meta en sí misma, disfrutemos el ahora, ya que el pasado no regresara y el futuro aún se nos muestra incierto, ¿qué mejor momento que el ahora para convertirnos en los dueños de nuestra vida?

¿Por qué es importante agradecer? Porque nos hace sentir más afortunados, nos llena de energía, de ganas de salir adelante. Si observamos todo lo que hemos logrado, eso nos da el empuje que necesitamos para concentrarnos en todo lo que podemos llegar a tener. Vivir cada día siendo conciente de que somos ya felices, nos inunda de una mentalidad positiva necesaria para salir adelante. Ser positivo nos posibilita desenvolvernos en la vida de una manera más óptima, nos permite ver las cosas que los demás ignoran, nos acerca a esa felicidad que algunos creen intangibles, simplemente porque todavía no se han dado cuenta de que ya son felices.

La gente camina por la vida creyendose dueña y señora de ciertas cosas que en realidad son obsequios. Insisto conque el poder ver, el caminar, el hablar, son regalos y que una persona sana cree que son cosas que por derecho le pertenecen, pero en realidad lo que algunos tienen por naturaleza, otros deben luchar por obtener. Curiosamente, muchas veces las personas que menos poseen o quienes han visto la cara del dolor frente a frente, son quienes más agradecidos se sienten por al vida, quienes más saben enfrentarse a las adversidades, ya que tener un padecimiento físico pone las cosas en perspectiva al igual que las personas que experimentan la muerte de cerca y regresan con nosotros con una nueva visión del valor de la vida. Y todo se reduce a una perspectiva, tan simple  y complejo como eso. Vemos, tocamos, sentimos la vida desde nuestra mentalidad particular, moldeada por nuestra historia personal, nuestro psiquismo, nuestros mecanismos de defensa, nuestros rasgos de personalidad, etc. Y en cierta manera, escogemos ver todo blanco o todo negro, escogemos no disfrutar de lo que tenemos porque nunca nada es suficiente. Tener ambición es algo saludable, siempre y cuando no se convierta en un obstáculo, en una venda, en un impedimento para apreciar aquello que ya hemos obtenido.  Se trata simplemente de ser agradecidos por toda experiencia, por todo logro material y espiritual, por cada vínculo que hemos aprendido a cultivar, por cada día que estamos respirando, por todo lo más mínimo o mágnanimo que puedan imaginarse. Y desde el presente, con el agradecimiento en nuestro corazón y nuestra mente, establecer metas y deseos para continuar adelante, trazando nuestro destino según nuestro capricho y no el de alguien más. Agradece lo que tienes en este instante y verás cómo la felicidad va a encontrarte. Elige tu perspectiva, nadie tiene por qué ser ignorante de lo que posee por siempre, está en ti, sólo en ti, decidir de qué lado estás, si de la felicidad y el optimismo, o de la desesperación y la oscuridad de la negatividad.

27077699/098165994

Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com