Caminamos por la vida sin ser concientes de las bendiciones que ya nos rodean, siempre quejandonos de todo lo que carecemos, incapaces de ver todo lo que ya hemos logrado. Las pequeñas alegrías de la vida pasan a nuestro lado y nosotros decidamente las ignoramos, siempre esperando algo mejor, siempre idealizando el pasado o ansiando el futuro, desperdiciando el presente por completo.
Trabajar desde el presente es algo fundamental, porque la felicidad no es una meta inalcanzable que apenas se vislumbra en el horizonte, es un camino que transitamos todos los días, es un proceso y la sabiduría radica en disfrutar cada pequeño instante de ese camino. Cuando nos concentramos en el ahora, cuando nos dedicamos a ver lo que ya disfrutamos, comenzamos a sentirnos mejor, a disminuir nuestra ansiedad. Tenemos que entender que cada día, hora, minuto vale, que cada pequeño granito de arena que dedicamos a estar contentos es una inversión en nuestro futuro. Si nos dejamos llevar por el proceso diario, tratando de incorporar pequeñas alegrías, ya sea disfutando de la compañía de alguien a quien queramos o sonriendo, compartiendo una cena, ir al cine, veremos como todo comienza a encajar perfectamente en nuestro puzzle de felicidad. La ansiedad es una gran enemiga y tendemos a querer todo ahora, pero la regla de la velocidad no es aplicable a nuestros sueños ni nuestros esfuerzos, todo requiere de tiempo, de paciencia, de amor. Que cada día se convierta en una meta en sí misma, disfrutemos el ahora, ya que el pasado no regresara y el futuro aún se nos muestra incierto, ¿qué mejor momento que el ahora para convertirnos en los dueños de nuestra vida?
¿Por qué es importante agradecer? Porque nos hace sentir más afortunados, nos llena de energía, de ganas de salir adelante. Si observamos todo lo que hemos logrado, eso nos da el empuje que necesitamos para concentrarnos en todo lo que podemos llegar a tener. Vivir cada día siendo conciente de que somos ya felices, nos inunda de una mentalidad positiva necesaria para salir adelante. Ser positivo nos posibilita desenvolvernos en la vida de una manera más óptima, nos permite ver las cosas que los demás ignoran, nos acerca a esa felicidad que algunos creen intangibles, simplemente porque todavía no se han dado cuenta de que ya son felices.
La gente camina por la vida creyendose dueña y señora de ciertas cosas que en realidad son obsequios. Insisto conque el poder ver, el caminar, el hablar, son regalos y que una persona sana cree que son cosas que por derecho le pertenecen, pero en realidad lo que algunos tienen por naturaleza, otros deben luchar por obtener. Curiosamente, muchas veces las personas que menos poseen o quienes han visto la cara del dolor frente a frente, son quienes más agradecidos se sienten por al vida, quienes más saben enfrentarse a las adversidades, ya que tener un padecimiento físico pone las cosas en perspectiva al igual que las personas que experimentan la muerte de cerca y regresan con nosotros con una nueva visión del valor de la vida. Y todo se reduce a una perspectiva, tan simple y complejo como eso. Vemos, tocamos, sentimos la vida desde nuestra mentalidad particular, moldeada por nuestra historia personal, nuestro psiquismo, nuestros mecanismos de defensa, nuestros rasgos de personalidad, etc. Y en cierta manera, escogemos ver todo blanco o todo negro, escogemos no disfrutar de lo que tenemos porque nunca nada es suficiente. Tener ambición es algo saludable, siempre y cuando no se convierta en un obstáculo, en una venda, en un impedimento para apreciar aquello que ya hemos obtenido. Se trata simplemente de ser agradecidos por toda experiencia, por todo logro material y espiritual, por cada vínculo que hemos aprendido a cultivar, por cada día que estamos respirando, por todo lo más mínimo o mágnanimo que puedan imaginarse. Y desde el presente, con el agradecimiento en nuestro corazón y nuestra mente, establecer metas y deseos para continuar adelante, trazando nuestro destino según nuestro capricho y no el de alguien más. Agradece lo que tienes en este instante y verás cómo la felicidad va a encontrarte. Elige tu perspectiva, nadie tiene por qué ser ignorante de lo que posee por siempre, está en ti, sólo en ti, decidir de qué lado estás, si de la felicidad y el optimismo, o de la desesperación y la oscuridad de la negatividad.
Gracias por este artículo, coincido plenamente, aunque a veces algunas personas que quieres te hacen dudar de lo bueno de tener un enfoque optimista de la vida, que no es ser iluso o ingenuo, sino realista pero con actitud positiva. Pero de esas dudas me repongo, porque experimento lo bueno de agradecer por lo que tengo, y ser conciente de ello, y poder tener objetivos para seguir creciendo.
Puntualmente hoy estas palabras me sirven mucho, he recomendado este blog a muchas personas.
Un abrazo,
Stella
TE AGRADEZCO ENORMEMENTE ESTOS ARTÍCULOS, Y ESTOY TOTALMENTE DE ACUERDO CON ÉSTE. ES IMPORTANTÍSIMO AGRADECER, ESO SÓLO TE HACE SENTIR MEJOR SI LO HACES DE CORAZÓN, SOMOS TAN INCONSCIENTES QUE SÓLO VALORAMOS LO QUE NO TENEMOS O LO QUE NOS HAN QUITADO Y SÓLO EL HECHO DE RESPIRAR YA ES PARA AGRADECER.
CREO QUE HAY QUE AGRADECER POR LO QUE TENEMOS Y AQUELLO QUE QUEREMOS COMO SI LO TUVIÉRAMOS YA Y TERMINARÁ SIENDO UNA REALIDAD,
MUCHÍSIMAS GRACIAS POR ESTOS CORREOS MARIANA.
UN SALUDO
ANA
Estimada Srta. Mariana Alvez:
Gracias por tan valioso artìculo! Justamente esta temporada estuve enviando mensajes de felicitaciòn a diversas personas, sin haber obtenido por lo menos una respuesta. La gente parece estar frìa, orgullosa, dispuesta a recibir sin dar nada de sì. El artìculo nos hace meditar mucho para no desmayar en ser personas mejores y agradecidas, que es lo que hace realmente falta en este mundo.
Con este motivo le saluda afectuosamente, Rubèn Gerardo