¿Por qué mi estado de ánimo siempre cambia?

Nuestro estado de ánimo es cambiante como el clima, puede cambiar con más frecuencia de la deseada y no siempre estamos en Nuestro cambiante estado de ánimocontrol de lo que sentimos, a veces podemos calmarnos, a veces la marejada de emociones nos gana sin misericordia. Pero cuando el golpe inicial termina, lo que siempre nos queda es nuestra actitud, ¿cómo respondemos a lo que sentimos, a lo que pensamos, a lo que nos sucede?

Nuestros estados de ánimo no siempre son fácilmente cambiables, lo que sí siempre debemos tener en cuenta es que debemos separar nuestro estado ánimo de lo que realmente somos nosotros. Por ejemplo, si hoy estoy malhumorada porque mis hormonas me enloquecieron (a todas las mujeres nos sucede de vez en cuando) no quiere decir que yo sea una persona malhumorada. O si estoy enojada porque me sucedió algo injusto, no quiere decir que mi enojo es algo permanente.

Muchas veces la mejor opción es simplemente aceptar nuestras emociones en lugar de luchar contra ellas. Lo que sí continua estando en nuestro control qué es lo que hacemos con eso. Intentemos lidiar con ellas de la mejor manera posible. Si no nos podemos quitar la sensación de enojo, vamos a intentar estar solos, calmarnos a mostros mismos, darnos una ducha, mirar una película, leer. Quizás la emoción siga estorbando por un rato, pero poco a poco va ir perdiendo fuerza si no la alimentamos y nos enfocamos en otras actividades.

En lugar de atacar lo negativo, vamos a intentar generar algo positivo. Busquemos actividades que despierten nuestro interés, busquemos diversión, alegría, satisfacción. Mientras más actividades o pensamientos positivos generamos, menos fuerza esas emociones negativas van teniendo.

Piensa en tu estado de ánimo como una nube pasajera, algo que viene y va, como las olas del océano acariciando la orilla de tu alma. Obsérvalas pasar entendiendo que un mal momento, un mal pensamiento, una mala emoción no quieren decir que eso sea un fiel reflejo de tu verdadero ser. No necesariamente tienes que reaccionar a ellas, es mejor si no lo haces.

Para acallar tu mente (algo muy importante de hacer cuando estamos desbordados emocionalmente) puedes utilizar algunas de las siguientes técnicas: 

  • Coloca tu mano en una superficie fresca y otra en una superficie tibia
  • “Mira” en tu mente los dos primeros pensamientos que aparecen
  • Imagina que tu mente es el cielo y los pensamientos, sensaciones y emociones son las nubes, observa cómo cada nube se va a alejando. Presta atención a cuánto tiempo puedes mantenerte observando, es común que tengas que volver a comenzar después de un par de minutos

No necesariamente eres lo que piensas, todos pasamos por malos momentos, no permitas que un mal día te haga dudar de tus habilidades, de tu valor o de quién eres en realidad. Podemos ganar las batallas diarias que se juegan en nuestra mente, recuerda que tienes el poder de hacerlo si lo haces desde un lugar de paciencia y amor contigo mismo.

 

¿Te Gustaría Que Trabajáramos Contigo Para Potenciar Tu Bienestar Emocional y Tu Optimismo?

 

Vocación: Encuentra tu camino

Cuando tenía ocho años descubrí que mi pasión era escribir. Mi primer cuento se tituló En el mar azul, se trataba de sirenas que se Vocación: Encuentra tu caminoescondían debajo del mar porque existían mitos que las tildaban de malvadas y ellas estaban muy ofendidas.  Sí, desde pequeña también me enamoré de la mitología griega. Con los años empecé a pensar qué carrera iba a seguir cuando fuera grande… y se me ocurrieron casi todas. Pensé en ser marinera, bióloga marina (no se si se percatan de que amo al mar), cantante, actriz, bailarina, pintora, escultora, arquitecta, contadora (y eso que odio los números), escribana, abogada, obviamente escritora, ¿modelo? (realmente no lo recuerdo pero pudo haber pasado por mi mente), diplomática (porque quiero conocer el mundo), profesora de inglés, publicista, veterinaria (porque me encantan los animales, en especial los delfines y todos los felinos), peluquera, doctora (pero sabía que no iba a tener la paciencia para eso), asistente social, y seguramente alguna otra que ahora no recuerdo.

Hasta que finalmente llegué a una conclusión: quería ayudar a la gente y eso me perfiló para el área de la salud, quería descubrir los secretos de la mente, quería hacer sentir bien a los demás, ganarle al dolor. Para mí las personas son metáforas, son como libros a los cuales hay que ir descifrando y es un descubrimiento compartido en nuestros encuentros, fascinante para ambos o ambas. Y cuando quise ser psicóloga dejé mis fantasías y mi imaginación (ignorando a mi  estructura histérica), no volví a escribir hasta que terminé mi carrera y ahí decidí escribir desde otro lugar. Amo el desarrollo personal, descubrí la Psicología Positiva que conjuga lo más etéreo con investigaciones científicas, serias y con respaldo académico, y nació este blog con todo el amor del mundo. Ahora, si esta humilde criatura logró encontrar su vocación y unir sus dos amores (escritura y psicología) entonces ustedes también pueden.

Analicemos juntos, ¿qué es la vocación? Podríamos decir que es la tendencia de una persona hacia cierto tipo de actividades, está relacionada con habilidades específicas, capacidades y en algunas ocasiones la influencia de nuestro contexto social

A mí me gusta mucho el test de las fortalezas personales, porque esto también tiene que ser tomado en cuenta a la hora de escoger un trabajo. Cuando nos conocemos, cuando conocemos esas áreas más fuertes en nosotros, podemos utilizarlas en todos los ámbitos de nuestra vida. Los invito a realizar el test aquí http://www.authentichappiness.sas.upenn.edu/Default.aspx Se llama TEST VIA DE FORTALEZAS PERSONALES.

Para poder despertar nuestra pasión, nuestro talento, es importante que desarrollemos nuestras fortalezas. Intenta crearte oportunidades para explotar tu talento, y tu talento puede ser muy variado, puedes ser un excelente cocinero, tener vocación de servicio, diseñar, decorar, o enfocarte en distintas profesiones, lo importante es que lo que hagas lo hagas con pasión, compromiso, lealtad hacia ti mismo, constancia y creatividad. La creatividad no es patrimonio de unos pocos artistas afortunados, es de todos, y la podemos utilizar en cada detalle, podemos aprenderla y aventurarnos en ella.

Tenemos que desarrollar nuestra capacidad de tolerancia ante las frustraciones, porque por más buenas ideas y talento que tengamos, siempre vamos a toparnos con algún obstáculo, a veces porque nuestra idea no era tan viable, otras porque se hace desear el objetivo y hay que buscar maneras alternativas de cumplirlo. Las cosas no se llevan a cabo de la noche a la mañana, se construyen con esfuerzo y dedicación, son pequeñas semillas que con cuidado se pueden convertir en hermosos bosques.

Para acercarnos a nuestra vocación, como les decía, es importante conocerse. Lo fuerte, lo débil, nuestros gustos, nuestra inspiración, pensar qué nos seduce y entusiasma. ¿Qué deseabas ser cuando eras pequeño? ¿Qué actividades te gustan hoy en día? ¿Con qué te sientes más cómodo?  ¿Te gusta lo formal o lo informal? ¿Trabajar solo o acompañado? ¿Quieres ser tu propio jefe? ¿Qué te imaginas haciendo siempre?

Todos tenemos un don especial, el asunto es ser honestos con nosotros mismos y pensar cómo podemos convertir lo que amamos en fuente de ingresos, o simplemente embarcarnos en un juego de autodescubrimiento para poder orientarnos mejor. Imaginar, conocerse, atreverse y ser perseverante te ayudarán a despertar el poder necesario para encontrar tu camino. Ten paciencia, porque develar el secreto valdrá la pena, te lo aseguro.

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Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com

Esa interesante variedad de metas

Esa interesante variedad de metasEn el maravilloso mundo de nuestras metas, nos encontramos con tipos diferentes de ellas. Por un lado contamos con las metas por acercamiento, esas cuyos resultados son positivos para nosotros y activamente nos acercamos a ellas. Ejemplos de metas como éstas serían el ser más eficiente, más sociable, ampliar la capacidad de liderazgo. Estas son beneficiosas para nuestro bienestar.

Las metas por evitación son aquellas con resultados negativos que intentamos evitar, por ejemplo, cuando nos decimos que ya no vamos a postergar más las cosas, que no vamos a ser tímidos, que no vamos a pasar desapercibidos en nuestro empleo. Estas metas terminan siendo perjudiciales para nuestro bienestar. Las razones para esto es que al estar constantemente alertas y en búsqueda de posibilidades negativas, nuestra energía psíquica se desgasta. Quienes son más propensos a escoger este tipo de metas son aquellos cuyo temor al fracaso es muy grande. En terapia se intenta pensar por qué se han escogido este tipo de metas y esa información es útil luego para decidir qué camino tomar en el trabajo terapéutico. Cuando queremos evitar algo o terminamos haciendo algo nocivo para nosotros, es porque inconcientemente nuestra mente quiere protegernos.

Las metas también pueden ser dividas en intrínsecas e extrínsecas. Dentro de las intrínsecas encontramos el desarrollo personal, el altruismo, el buen estado físico, son las que contribuyen a nuestro bienestar. Las metas extrínsecas como obtener fama, mucho dinero, status, ser atractivos para los demás, a la larga no terminan siendo tan satisfactorias a nivel personal.

Y si hablamos de objetivos que alcanzar, no podemos olvidarnos del importantísimo rol de la motivación. Hay que distinguir si lo que queremos alcanzar está siendo manipulado por motivaciones intrínsecas o extrínsecas, lo que quieres lograr, ¿es realmente lo que quieres o lo que sientes que tienes que hacer?

Cuando estamos motivados por algo más interno, cuando hacemos algo que realmente deseamos nosotros, obviamente tendrá un mejor efecto en tu vida en general, tendrás un compromiso más intenso con la actividad que estás realizando e indudablemente tendrás más chances de ser exitoso en alcanzar lo que quieres. Para aumentar esta sensación intrínseca debes perseguir autonomía (esa sensación de estar en control), el sentirte conectado con otros y debes sentirte competente.

También podemos estar intrínsecamente motivados para llevar a cabo nuestras metas con un corte más extrínseco. Lo cual quiere decir, que por más que poseas ambiciones más terrenales no necesariamente afectarán tu bienestar si las conectas con tu lado más espiritual o emocional.

Aquellas metas que nos inspiran más y nos acercan a la concreción de las mismas tienden a ser más cercanas en el tiempo (por eso es interesante que algo a muy largo plazo lo vayamos cortando en pequeñas mini metas para ir viendo y el progreso y evitar aburrirnos en el proceso). Son las que nos enfocan en aprender y obtener habilidades, las que nos permiten crear o cambiar algo en vez de prevenir (meta por evitación).

Para mejorar tu compromiso con tus objetivos puedes embarcarte en dos puntos de vista diferentes, uno es concentrándote en todo lo que ya has logrado y otro es ver lo que te falta y cómo alcanzarlo. No interesa cuál sea tu favorito, pero debes mantener ese compromiso vivo para que realmente puedas lograr lo que deseas.

El auto control es importante también para lograr lo que queremos, una habilidad que parece ir creciendo con el paso del tiempo, es como si fuera un músculo que con paciencia debemos entrenar todos los días. Si eres disciplinado para un área de tu vida, puedes intentar “contagiar” positivamente en resto de las áreas.

Así que manos a la obra, acércate a lo que quieres, escoge cuidadosamente tu enfoque y abraza el éxito que has estado esperando.

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Convierte tus promesas en realidad

Convierte tus promesas en realidadComienza un nuevo año y nuestras clásicas intenciones de cambio reaparecen, este es el mejor año de nuestras vidas, ahora sí vamos a cambiar nuestra actitud, ahora sí todo saldrá tal como lo esperamos. Esta maravillosa energía poco a poco irá mermando, pero…¿qué sucedería si esta vez sí lográramos lo que tanto ansiamos, o al menos vamos allanando el camino?

Primero debemos ser concientes de una dolorosa pero gran verdad, cambiar hábitos y patrones no es una tarea nada sencilla de emprender, los muy malditos están demasiado arraigados en nuestro ser y años de condicionamiento no desaparecen en un soplido. Así que ansiedad ABSTENERSE, porque hay que comenzar el camino con mucha paciencia y amor.

Usualmente cometemos dos errores en cuanto a nuestros nuevos propósitos. Uno es el no saber exactamente quiénes somos. Esto nos invita a reflexionar sobre nuestra identidad, intentar discernir cuáles son esos hábitos dañinos que nos contaminan, y si encontramos dificultad en resolverlo por nosotros mismos, siempre podemos estar atentos a los comentarios que hacen a nuestro alrededor. Muchas veces cuando algo nos lo dicen con frecuencia, por más que no nos agrade, quizás tenga algo de certeza, a estar abiertos a los consejos.

Otro error es no tener una imagen mental clara de hacia dónde queremos ir, una meta poco clara fácilmente se evaporará. Para reemplazar un viejo hábito vamos a necesitar mucho más que afirmaciones o la euforia del momento, requiere de un conocimiento profundo de nuestro ser, una clara imagen de lo que queremos mejorar o añadir a nuestra vida, es comenzar a cambiar nuestra manera de pensar hacia una que se adecúe más a lo que en realidad esperamos de nosotros. En muchas ocasiones esto requerirá de asesoría (terapia por ejemplo), un profundo compromiso y seguimiento de nuestro comportamiento.

Si no mantenemos estos consejos en mente, nuestros objetivos y deseos quedarán relegados en el olvido, hasta que un nuevo año aparezca con su promesa de mágico cambio.

Es hora de comenzar a responsabilizarnos por nuestra propia vida y nuestras conductas. Podemos comenzar a nutrir nuestro auto control, aprender a manejar nuestros impulsos, ansiedad, nuestra negación, ser lo suficientemente humildes para admitir que algo no lo estamos haciendo demasiado bien. Siempre digo que nuestros cambios deben nacer del amor y el respeto que tenemos que tenernos, no desde el odio, porque desde este lugar nada bueno puede surgir.

Cuando por ejemplo  tenemos una resolución de levantarnos temprano y cedemos a la tentación de dormir un poco más, eso hará que nuestro día ya comience mal, porque estaremos desayunando a las apuradas, y a esos diez o veinte minutos que parecían tan importantes les vamos a reprochar con todo nuestro mal humor que las cosas no salieron como esperábamos. Las pequeñas decisiones del día a día tendrán un impacto muy fuerte en nuestra rutina a largo plazo.

Aprendamos a escucharnos cuidadosamente y seamos honestos con lo que queremos, tenemos que perseguir sueños y metas propias, no ajenas, ya que éstas inevitablemente conducirán a un camino de decepción y autodesprecio. Cuando intentamos serlo todo para todos, lo único que logramos es ser nadie para todos, de esta manera perdemos nuestro respeto y también el respeto de los demás. Las personas eficientes manejan sus vidas y sus vínculos mediante principios firmemente propios.

La realidad es que no existe un atajo para encontrar el éxito duradero (en cualquier ámbito de la vida), todo implicará esfuerzo y constancia. Hazte promesas y esfuérzate por cumplirlas, de esta manera le dirás constantemente a tu autoestima que eres fiel a ti mismo y ella comenzará a fortalecerse.

Así que este año haz tu lista, piensa qué es lo que realmente quieres cambiar o agregar en tu vida y ve hacia ello sin prisa, con calma, trabajando en ti mismo. Primero debes ser, convertirte en, es la manera en que saldrás triunfador. Sé tu propio amo.

¡¡¡¡FELIZ AÑO!!!!


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Perspectiva

Perspectiva

¿Por qué tenemos que esperar a perderlo todo para entender lo que es verdaderamente importante? Somos afortunados de varias maneras, más de las que queremos admitir. Hemos sido bendecidos con buenas personas a nuestro alrededor, con atributos físicos y mentales, con habilidades y talentos, con esperanzas y sueños. Pero incluso aunque poseamos todo esto no lo explotamos, no lo cuidamos, y es más, a veces hasta lo despreciamos.

Sé que la vida mucha veces es más difícil de lo que queremos que sea, pero eso no quiere decir que no valga la pena vivirla. Todo es cuestión de perspectiva. Sin importar qué tan complicado sea todo, siempre hay una razón para levantarse. Siempre habrá algo que poseamos que valga mucho protegerlo y estimularlo.

Muchos individuos esperan a perder lo que en realidad importa para poder darse cuenta de lo válido que era. Y es así que pasamos nuestra vida despreciando a los que nos aman o minimizándolos, quejándonos de cosas que no tienen importancia, perdiendo la oportunidad de sacarle provecho a lo que sí poseemos siempre en pos de prestarle atención a lo que nos falta.

A veces no apreciamos nuestra salud hasta que nos enfermamos, no apreciamos la vida hasta que estamos al borde de la muerte, no apreciamos a nuestros seres queridos hasta que se aburren de nosotros.

Siempre he sido una fiel creyente de esta frase “si de noche lloras por el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas”. Si siempre te concentras en lo que aún no tienes, no podrás disfrutar de lo que ya tienes, ¿cuántas estrellas habrán en tu firmamento que ignoras activamente?

Crees que tus problemas son los peores de la tierra hasta que escuchas la historia de otra persona, crees que tu vida es imposible hasta que te enteras de cómo han sufrido los demás.

El quejarse y no hacer nada no es constructivo, nos coloca en una posición de víctimas insoportables, frustrantes. Claro que puedes quejarte de vez en cuando, nadie te pide que seas perfecto, pero mientras te quejas haz algo para cambiar la situación que tienes o si no puede ser cambiada, al menos acéptala. Cada desafío que se nos presenta tiene su razón de ser.

Muchas personas exitosas han tenido vidas terribles, y yo estoy absolutamente convencida de que las adversidades son constructoras de carácter y fortaleza. Cuando las cosas no salen exactamente como quieren, buscan una alternativa. Saben dejar ir aquello sobre lo que no tienen control. Buscan sus sueños sin importar lo que los demás digan. Son constantes, obstinados si se quiere.

La muerte, las enfermedades, las pérdidas son choques de realidad que en varias ocasiones nos sacuden y nos hacen comprender lo más obvio, no todo es tan terrible como pensamos, no todos son tan malos como creemos, siempre habrán cosas peores. Sé que habrá veces donde no puedas lograr esto solo, pero como siempre digo, no hay nada de malo en pedir ayuda, lo importante es que tengas la voluntad de hacerlo, nadie puede ser ayudado sino quiere serlo. Esto es 100% tu responsabilidad.

Entonces…¿por qué esperar a perderlo todo? ¿Por qué esperar a estar solo? ¿Por qué esperar a ser feliz? Con lo que tienes hoy ya puedes comenzar, no necesitas de recetas mágicas o grandes golpes de suerte. Aprende a disfrutar y sobre todo a VALORAR lo que ya posees. Desde el agradecimiento y el disfrute de tus bendiciones presentes verás cómo tu estado emocional cambia, cómo te sientes más seguro y pleno y eso te dará la fuerza necesaria para seguir creciendo y acercándote a lo que en realidad deseas. Aprende a poner las cosas en perspectiva AHORA, antes de que la vida lo haga por ti a la fuerza.

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Cómo solucionar problemas

Cómo solucionar problemas

¿Qué es un problema? Es aquello que se desvía del funcionamiento que deseamos, manifestándose en algo que puede ser observado. La causa a veces puede ser invisible y es nuestro trabajo llegar a ella por eso es importante tener una descripción clara del problema. Esto implica tomar en consideración los aspectos negativos y positivos del mismo, saber a quién le pertenece (puede ser tuyo, de algún familiar, colega de trabajo, etc), tener en cuenta desde cuando está presente esta situación y quiénes son los afectados, cuáles son sus consecuencias.

Una vez que has reflexionado sobre estos puntos puedes comenzar con una lluvia de ideas, anota todas las soluciones que se te ocurran en el momento, sopesando sus ventajas y desventajas y qué tan factibles son de llevarse a cabo. Anota todas y cada una de las ideas que se te presenten y al principio no te preocupes si parecen demasiado absurdas.

Ten en cuenta que un rol activo en la situación te asegurará más posibilidades de éxito, si decides ignorar el asunto, hacer como si no existiera y mantenerte quieto el problema seguirá estando allí y lo que es peor, probablemente con el tiempo pueda irse complicando aún más todavía. Sé persistente y evita dejar de lado tu determinación de sobrellevar esto.

Los problemas son más manejables cuando, al igual que las grandes metas, vamos despedazándolos en detalles más pequeños. Si podemos identificar cuáles son los componentes de un problema de manera individual seguramente será menos agobiante que verlo como un monstruo gigante y también más fácil de atacar.

 ¿Y si piensas tu problema desde un rol distinto? Piensa ¿cómo tal persona solucionaría esto? ¿Qué le aconsejaría yo a alguien?

 Podemos también llegar a una respuesta utilizando el camino inverso, ¿cómo haría yo para causar este problema? Si estás demasiado cansado, ¿es porque no duermes lo suficiente? Si tienes tantos problemas con tu pareja ¿eres tú la persona que los está causando? ¿Qué puedes hacer para ser menos irritable por ejemplo?  Entonces en estos casos las conclusiones serían que debes dormir más para evitar estar cansado y aprender a controlar tu carácter para evitar conflictos con la persona amada.  Esta estrategia puede ser aplicada a cualquier tipo de problemática.

 Por último, si solo no puedes con esto no temas pedir consejo, los demás nos pueden brindar una visión más objetiva del asunto y además hasta pueden ver cosas que nosotros pudimos haber pasado por alto. Así que acércate a una persona de confianza, planteále lo que te sucede y mantente atento a su opinión, puede resultar muy útil.

 En la vida no siempre todo resulta exactamente como queremos porque más allá de nuestra voluntad y deseos hay muchísimos otros factores jugando que no deben ser ignorados. Así que cuando debas tener que afrontar un problema no te asustes, no lo dramatices, intenta considerarlo desde una perspectiva más abierta y seguramente tendrás éxito si eres lo suficientemente persistente. Cuando te encuentres con aquellas cosas que no son solucionables porque no existe manera posible de que tú puedas ejercer algún tipo de control sobre esta circunstancia en particular, aprende a aceptarlo. La aceptación libera mucho más que la negación y tenemos que aprender a vivir en paz con aquellas cosas que se escapan a nuestro control. Así que utiliza estas estrategias y disfruta del proceso, seguramente te encontrarás con más problemas solucionables que aquellos que no lo son.

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Problemas=Oportunidades

Problemas=Oportunidades

En nuestra búsqueda de felicidad sin duda nos encontraremos con grandes obstáculos, la vida no es perfecta ni tampoco las relaciones. Los problemas, el dolor, las pérdidas son reales, están ahí para atacarnos, pero eso no quiere decir que no podemos salir airosos de estas batallas.

Cuando surge un problema, nuestra primera reacción evidentemente será de frustración y hasta de miedo en algunas situaciones. Si nos obsesionamos con lo que está mal, el problema comienza a tomar unas proporciones magnificas que nos hará sentir aún más paralizados, por eso será necesario implementar otra estrategia. ¿Qué pasaría si decidiéramos crear algo distinto? En lugar de preocuparnos por lo que está mal, por eso que no podemos cambiar, comenzar a dirigir nuestra energía hacia esas cosas sobre las cuales sí tenemos control y decidir elegir un nuevo camino, tener una nueva meta, curarnos por otros medios. Pensar en el futuro, alejarnos del dolor del presente, nos brinda paz, porque las heridas con el tiempo sanan y si ahora estamos sufriendo, no significa que por siempre estaremos en este mismo estado.

Así que concéntrate en imaginar lo que harás en un tiempo, qué quieres hacer contigo o con las situaciones que te rodean, cuáles son las opciones que tienes o que puedes generar. La promesa de un mañana mejor te ayudará a seguir adelante y el problema de hoy no será tan terrible si sabes que puede tener un final o al menos un cierre en tu mente.

Piensa en tus problemas no como problemas, sino como proyectos, como oportunidades de crecimiento. Todo tiene su enseñanza, incluso lo malo. Piensa qué es lo que quieres para ti de ahora en más, ¿estás cansado de sufrir en el amor? Toma el asunto en tus manos, no persigas más a ese mismo tipo de personalidades que no funcionan. ¿Estás aburrido de tu trabajo? Piensa cuáles son tus talentos, tus verdaderos sueños y persíguelos sin importar lo que digan los demás, hay demasiadas personas con sueños rotos que solamente tratarán de arrastrarte hacia el lado oscuro.

Comienza a actuar, toma control sobre tus decisiones, esperanzas, anhelos. No te rindas, persigue activamente ese proyecto que tienes en mente, comienza con pasos pequeños, siempre cuentan.

 ¿Y cómo saber si estás en el camino correcto? Sencillo. Si te sientes más enérgico, si sientes que la inspiración te rodea, la esperanza del futuro te hace sentir feliz y pleno, entonces sin duda estás comenzando a tomarte las circunstancias adversas de una manera distinta.

No podemos huir de los problemas, pero sí podemos transformarlos y además crear algo nuevo de esa situación. Es tu decisión, ¿te animas a intentarlo?

 

 

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Entrenando nuestro carácter

¿Cuántas veces has jurado que deseas algo con cada fibra de tu ser? ¿Cuántas veces te has Entrenando nuestro carácterquejado porque no importa cuánto lo intentas simplemente no puedes lograrlo? A veces pareciera que el destino se encapricha en negarnos esas cosas que anhelamos con el alma…Pero, ¿es el cruel destino el culpable de nuestra desdicha o nuestro propio inconciente?

Ese puesto de trabajo tan soñado, nuestra alma gemela, más amigos, ser el mejor de la clase, etc, etc. metas hermosas que parecen escurrirse de tus manos inevitablemente. Suele suceder que no conseguimos lo que queremos por el simple hecho de no estamos preparados todavía para ese desafío y lo sabemos, por eso, inconcientemente haremos todo lo posible por sabotear las oportunidades que se nos presentan o simplemente evadirlas por completo.

Podemos intentar convencernos y convencer a los demás que queremos más responsabilidades o cambios asombrosos en nuestra vida, pero ese discurso puede no estar sustentado en la realidad. Quizás creamos que estamos preparados para el gran momento de nuestras vidas, pero no podemos engañar a nuestro corazón.

Así que cuando digas desear algo reflexiona con cuidado que es lo que eso te hace sentir, ¿es realmente lo que quieres en tu vida ahora o sabes que todavía no estas listo para recibir eso?

Nada de malo tiene no estar preparado para los grandes desafíos que se nos presentan, la clave no yace en mentirnos a nosotros mismos, sino en comenzar a convertirnos en ese tipo de persona que si está lista para poder llevar adelante esas bellas metas que quieres.

Sino estamos cien por ciento preparados para lo nuevo, lo evitaremos, lo alejaremos, y ni siquiera lo haremos en el plano conciente, lo cual sin duda nos llevará a la confusión y a la frustración. Es hora de una brutal honestidad y de comenzar a trabajar con mucha paciencia en esas cualidades que debemos desarrollar.

Supongamos que deseas tener una pareja que te quiera de verdad, te respete, te cuide, te brinde todo eso que necesitas y mereces. Primero debes pensar qué fue lo que no funcionó en las relaciones anteriores, tenerlo bien en claro para no volver a cometer los mismos errores. Piensa en el tipo de personas que te atraen, ¿se repite algún patrón? ¿Es ese patrón negativo o positivo? ¿Cómo te manejas en pareja? ¿Eres demasiado absorbente o independiente? ¿Te cuesta sentir empatía? Una vez que tengas en claro ciertos aspectos de ti mismo, debes intentar dejar ir todos esos comportamientos o ideas que entorpecen tu relacionamiento con los demás. En vez de lanzarte a los brazos de alguien, primero debes tener en claro quién eres, saber cuáles son tus debilidades, tus fortalezas. Puedes trabajar en esto primero y luego pasarás al siguiente nivel, el salir con las personas. Intenta no actuar impulsivamente ni idealizar demasiado rápido a alguien, muévete con cuidado siempre teniendo en cuenta cómo sueles conducirte en las relaciones. Luego de que te sientas cómodo, esté en claro hacia donde quieres ir y hayas trabajado para convertirte en la clase de persona que es capaz que mantener relaciones amorosas saludables, estás preparado para el gran momento.

Piensa en la meta que deseas y piensa en las cualidades que deberías poseer para poder  obtenerla. Cuando tengas en claro qué deberías hacer y pensar para convertirte en esa persona que quieres comienza a trabajar hacia eso, pero nunca intentes saltearte estadios. Lentamente arma tu propio plan de aprendizaje, no temas al error, es un proceso que invita a aprender así que no interesan los resultados sino que experimentes qué puede funcionar, con qué te sientes más a gusto, cuáles crees que son las maneras más sencillas para ti para obtener determinados resultados. Ten mucha paciencia contigo mismo y no temas ir incorporando nuevos desafíos o rutinas, si lo haces paulatinamente nada te resultará violento ni brusco y puedes mantener el cambio por más tiempo.

Así que aquí lo tienes, piensa en que quieres ser y cómo deberías actuar para lograrlo, tus anhelos no se materializarán hasta que estés preparado para recibirlos.

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¿Qué tan caprichosos somos?

¿Qué tan caprichosos somos?
¿Qué tan caprichosos somos?

Hemos planeado la velada ideal para compartir con nuestra pareja, en nuestra mente todo era perfecto, las cosas tenían que suceder de determinada manera y en determinado momento. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a la situación real las cosas se alejaron muchísimo del perfecto plan que habíamos delineado. Ese restaurant que querías está lleno, el hotel que pensabas era precioso no lo era tanto, te encontraste con conocidos e interrumpieron ese momento a solas. Un millón de cosas pueden suceder para arruinar la perfección y lo peor es que en lugar de disfrutar la compañía de nuestro amado, nos concentramos en todas aquellas cosas que no salieron exactamente como quisimos.

Este ejemplo puede ser aplicado a cualquier área de nuestra vida, cuando esas cosas tan especiales que pensaste se rehusaron a darse de la manera en que te habías empecinado que se dieran…Cabe preguntarse ¿qué tan caprichosos somos a veces? ¿Qué tanto nos complica la existencia las decisiones que tomamos? ¿Somos racionales o impulsivos? ¿Somos infantiles o maduros? ¿Cómo nuestro comportamiento afecta a los demás?

No importa que tanto planeemos o que tanto deseemos algo, usualmente las cosas jamás se dan EXACTAMENTE como queremos y esto no necesariamente implica algo negativo, ya que a pesar de que ciertas cosas no se adaptan a nuestra manera de pensar o comportarnos no quieren decir que no sean provechosas.

Quizás esa velada especial terminó siendo diferente pero más divertida de lo que creías, quizás ese compañero de trabajo insoportable que asignaron en tu sección haga que te luzcas más en tu trabajo, tal vez haber perdido ese examen ahora implica que al estudiar más también aprenderás más y hasta llegues a alcanzar una nota más alta.

La vida y los otros se interponen entre nuestros caprichos y nosotros, para enseñarnos que si bien debemos pensar en nosotros de una manera positiva, tampoco podemos imponer nuestros deseos al de los demás. Si salirnos con la nuestra implica hacerle la vida imposible a quienes están alrededor, entonces ese deseo no está alineado de la manera correcta, no es justo para los otros y a la larga puede provocar un abismo entre nosotros y aquellos que intentan amarnos a pesar de nuestra impertinencia.

Así que los invito a pensar por qué creen que solamente hay una manera de hacer las cosas, quiero que aprendan a valorar las opiniones de los demás y les den una oportunidad de ofrecerles una manera distinta de hacer las cosas. Quiero que entiendan que si las cosas no salen perfectas no quiere decir que no valen la pena. Nuestra manera no necesariamente es la única y la mejor, podemos aprender muchísimo si tan sólo nos dejamos llevar un poco más y aprendemos a ignorar esas irracionalidades que suelen dominarnos. Démonos una oportunidad de pensar más allá de nuestros caprichos y sin duda los resultados serán más satisfactorios de los que crees.

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Ese sentimiento de impotencia

Ese sentimiento de impotencia

Nuestra vida es una suma de decisiones, tanto buenas como malas. Muchas veces, sin sospecharlo siquiera, vamos cabando nuestra propia tumba con el rumbo que elegimos tomar. Sucede, nos equivocamos todo el tiempo, lamentablemente nadie tiene una bola de cristal mágica que pueda ayudarnos a ser más sabios de lo que somos, sin embargo, una vez que nos vemos atrapados en una situación desagradable es cuando más tenemos que actuar sin juzgarnos.

Estar en una relación amorosa de dependencia, un trabajo que odiamos pero a la vez necesitamos, vivir con personas que prometían ser una cosa y son otras, endeudarnos, enfermarnos gravemente por haber descuidado nuestra salud,  etc. Todas situaciones horribles que nos generan dolor pero lo que es más, nos van generando impotencia. Esa sensación de que no hay manera de escaparnos no importa lo que hagamos, una sensación intensa de pura desesperación, de desolación. Y sumado a esto, está entrelazado nuestro sentimiento de que no valemos nada, de que somos unos tontos, de que no podemos hacer nada bien, y en vez de ayudarnos o intentar encontrar una salida, nos entristecemos, lloramos, nos reprochamos constantemente, gritamos y no llegamos a nada.

En estos momentos extremos de nuestra vida es cuando tenemos que apelar a nuestro raciocinio más que nunca, a nuestra frialdad, olvidarnos que somos nosotros las víctimas de esa situación que jamás hubiesemos imaginado. Una vez que logramos calmarnos lo suficiente para poder ver la situación como si se tratara de un tercero a quien queremos dar una mano, tenemos que analizar cuidadosamente las herramientas con las que contamos para poder vislumbrar una salida, por pequeña que sea. Pensemos en las alternativas, en cuál podría ser el paso a seguir más conveniente dadas las circunstancias, ¿existe alguna manera factible de tomar otro camino en este momento?

Supongamos que estamos en un trabajo que detestamos y nos carcome por dentro tener que ir cada día al mismo lugar, ver a la misma gente a quien no apreciamos, ser humillados por jefes frívolos, un lugar despreciable del que no podemos escapar…por ahora. Lo primero que tenemos que hacer es pensar en las posibilidades reales de cambiar de trabajo, utilizar nuestro talento o nuestras habilidades para buscar trabajo de maneras creativas o incluso ir armando nuestro pequeño negocio a modo de ingreso extra. Piensa qué es lo que tú puedes ofrecer para que el mundo vea todo lo maravilloso que eres.

Aquellas circunstancias que escapan por completo de nuestro control tienen que poco a poco ir perdiendo el poder que tienen sobre nosotros, si bien es cierto que no las podemos cambiar, al menos podemos intentar cambiarnos a nosotros mismos para que no nos afecten tanto. Pero en aquellos pequeños detalles sobre los que sí tenemos control, es en eso donde debemos aferrarnos para poder rescatarnos.

Hay que aprender a perdonarse por las equivocaciones cometidas, no castigarnos ni insultarnos por haber tomado el camino menos conveniente para nosotros, pensar fríamente cuál es el paso factible y más rápido para comenzar a inclinar la balanza de la vida a nuestro favor, no caigamos en la tentación de nuevamente tomar decisiones impulsivas que no conducen a nada. Medita cuidadosamente el paso a seguir, pide ayuda de ser necesario, los demás pueden tener una visión más objetiva y brindarnos ideas que quizás no podamos percibir por nosotros mismos. Ve tu vida desde otra perspectiva, no te abrumes por el sentimiento de impotencia que solamente nublara tu juicio y te atara indefinidamente a la situación actual. Usa tu potencial, tus fortalezas, para continuar planeando el gran escape.

Sé que estos consejos quizás parezcan triviales cuando estás hundido en la angustia, pero he comprobado que sirven a la perfección. No estás solo en este mundo y siempre se puede salir adelante, la solución está a tu alcance, solamente debes aprender a buscarla con paciencia.

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Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com