La depresión sonriente

La depresión sonriente no está oficialmente reconocidamascara1 dentro del DSM-V, sin embargo en clínica nos podemos encontrar con esta manifestación que quiero contarte hoy para que puedas reconocer si alguien cercano a ti la padece, o te pueda estar ocurriendo a ti mismo.

El término depresión sonriente hace alusión a quienes viven con depresión pero parecen ser muy felices exteriormente, personas con una vida que por fuera parece muy estable o incluso perfecta en algunas ocasiones.

Pueden considerarla como una persona activa, que funciona bien, con un trabajo estable, familia, una buena vida social, incluso pueden parecer muy optimistas o felices.

Parecerá una persona muy contenta, sin embargo por dentro estará padeciendo de todos los síntomas depresivos (cambios en los patrones de sueño y alimentación, letargo, desesperanza, falta de autoestima, pérdida de interés por cosas que antes le agradaban, etc).

Quienes fingen estar bien a pesar de todo sienten que si demuestran su malestar las personas las percibirán como alguien débil, por lo tanto no buscan ayuda. No quieren molestar a los demás con sus verdaderos sentimientos, pueden negar su tristeza, sienten que el mundo sería un lugar mejor si no estuvieran en él.

Usualmente los niveles de energía se mantienen cuando se está en presencia de otras personas y se sienten muy débiles cuando nadie los mira.

Pueden existir ciertos factores que pueden ayudar a despertar este tipo de depresión como por ejemplo cambios vitales importantes (perder un trabajo, duelo, ruptura), sentirse juzgados, creerse las mentiras de las redes sociales, expectativas desmedidas (a tal edad ya deberías tener la vida resuelta, tendrías que tener pareja, hijos, un trabajo perfecto, haber cumplido ciertos objetivos, etc.)

El tratamiento

Para este tipo de depresión es el mismo que la depresión en general, se recetará determinados psicofármacos, psicoterapia de preferencia cognitivo conductual o psicología positiva para generar cambios en la manera de ver el mundo y también realizar cambios en el estilo de vida, tal vez sea hora de cambiar de trabajo, dejar esa pareja o encontrar un propósito más profundo en tu existencia.

La depresión puede tomar múltiples formas, es una condición agotadora, por eso es tan importante buscar ayuda y comprender que uno no está solo, que existen muchas maneras de salir adelante y aprender a lidiar con el dolor.

 

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Cómo escapar de la zona de confort

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La zona de confort es un espacio mental que te estanca y no te permite ir tras tus sueños. Te sientes cómodo con lo que conoces y no te desafías, incluso aunque la situación que estás atravesando puede no ser la ideal, te mantienes en ella porque es lo conocido. Esta zona es un espacio muerto para tu creatividad, tus logros y tu crecimiento en el amplio sentido de la palabra. Hoy voy a compartir contigo algunas estrategias para que aprendas a escapar de ella.

 

Enfréntate a pesar del miedo

Los miedos en general no son más que fantasías, lo he dicho antes, que una cosa mala te haya ocurrido no quiere decir que te vuelva a suceder, y si nunca te pasó, ¿por qué necesariamente tendría que ocurrirte? Esperar lo peor del futuro te estanca y no te permite acceder a las maravillosas posibilidades que la vida tiene preparada para ti.

El cambio requiere esfuerzo, hacer cosas que jamás has hecho, sentirte un poco incómodo mientras estás aprendiendo. Si solamente haces las cosas que se te dan demasiado sencillas, no te estás exigiendo de una manera sana y muchas veces tienes que ir más allá de tus límites actuales para comenzar una verdadera transformación.

Hacer cosas distintas implica aprendizaje de tu parte, salir de esa comodidad que te seduce y te dice que te quedes exactamente dónde estás, pero quedarse quieto no te permitirá lograr lo que realmente deseas.

 

 

Arriésgate

 

No puedes controlarlo todo, no existe el momento perfecto. Hay que dejar de inventarse excusas y comenzar a tomar riesgos. Es cierto que tu mente te querrá proteger del cambio o de cualquier cosa que tú consideres una verdad, a veces por cuidarte no te deja hacer cosas que te harán bien. Esas intenciones positivas que tiene tu cerebro debes conocerlas y hacerle razonar que no hay nada más lindo que crecer y cosechar tus logros.

 

Es hora de tomar decisiones

Seguramente conoces este pequeño dialogo “-¿Qué tomas para ser feliz? -Decisiones” Y es que decidirse por el camino a seguir, estar convencido de que existe algo que vale la pena por lo cual luchar, una pasión, actividad, desafío, que te hace vibrar, es sentirse vivo.

Comenzar a caminar hacia tus sueños te brinda alegría y sentido a tu existencia. Si solamente eres un juguete del destino, dejas que las cosas te pasen por encima y no actúas jamás, vas a sentirte triste y te estás construyendo una imagen muy mala de ti mismo.

Mereces ser feliz y alcanzar lo que deseas, pero en ese merecimiento también hay esfuerzo, sacrificio, aprender a soltar las cosas que te hacen daño y sustituirla por decisiones saludables que te harán cambiar positivamente.

Si quieres conocer más consejos de cómo escapar de tu zona de confort de una vez por todas, te invito al taller que estaré dictando este sábado 21 de julio de 17 a 19 horas en Centro Psicología Positiva Uruguay donde trabajaremos:

 

***Que es la zona de confort y cuál es la tuya
***Reconocer tus miedos y creencias limitantes
***Diseñar un plan de acción para escapar de ella
***Reconocer tus posibilidades de crecimiento y actuar desde tus habilidades

 

¡Te espero!

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Tu mente: ¿aliada o enemiga?

Escrito por Oriol Lugo, Psicólogo e investigador de la Universidad Ramon Llull de Barcelona oriolugoreal@hotmail.com

 

En el presente artículo quiero hablarles de la mente y de cómo podemos usarla a nuestro favor a partir de un cambio en nuestros pensamientos y estados emocionales. Para ello vamos a efectuar un viaje hacia nuestro interior.

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Cuando hablamos de mente, este concepto puede parecer abstracto y difuso. Esto se debe a que es un elemento que podría estudiarse desde distintos campos: psicología, neurociencias, filosofía… Aquí vamos a aportar una mirada práctica y funcional. Vamos a plantear la mente como una estructura personal que se manifiesta en nuestro día a día a través de pensamientos y a través de nuestro diálogo interno.

 

Podemos entender el diálogo interno como el discurso que todos tenemos con nosotros/as mismos/as en el día a día. Cuando nos despertamos un torrente de pensamientos nos invaden. Nos decimos frases como: “hoy voy a ir a este lugar”; o “voy a ver a tal persona”; o “me apetece desayunar…”

 

Este diálogo en la gran mayoría de las veces es automático e inconsciente. Es decir, surge de nuestra propia mente sin pensarlo y aparentemente sin control. Y en función de lo que nos decimos vamos a generar un tipo de realidad: más positiva, o tal vez, más negativa.

 

Si alguien se levanta y en su discurso interno aparecen frases como: “hoy va a ser un día estresante porque tengo que…”; es muy probable que esta persona va a empezar a generar todo un conjunto de emociones y de sensaciones físicas de estrés, angustia, miedo, cansancio, rabia…

 

Pero por el contrario si esa misma persona empieza su jornada con: “hoy voy a divertirme cuando haga…”; probablemente esa persona va a conectar con estados emocionales más positivos y con emociones y sensaciones de placer, satisfacción o alegría.

 

¿Pero cómo puedo cambiar estas actitudes mentales? Es necesario que te hagas con un diario. Necesitas una libretita donde vas a ir anotando todos estos diálogos internos que consideras que son más negativos. Al principio va a ser complicado y muy duro ya que es un nuevo reto que cuesta de instaurar. Pero a medida que vayas anotando estos pensamientos, descubrirás que cada vez es más fácil y divertido.

 

Una vez hayas anotado una frase o un pensamiento negativo, el siguiente paso es analizarlo de forma objetiva. Por ejemplo: “hoy en la reunión va a ser muy estresante…”. ¿Es realmente cierto?, ¿va a ser una reunión muy estresante?, ¿puedo sacar provecho o llegar a sentirme bien en esta reunión? El hecho de replantearte tu realidad, permite que puedas encontrar otra manera de plantearte las situaciones. Entonces, puedes buscar una frase que sea o más neutra, como, por ejemplo: “la reunión será formal, tranquila, rutinaria…”. O si lo consideras incluso positiva (sólo si crees realmente en ello): “va a ser una reunión provechosa donde vamos a tratar temas de interés”.

 

El último paso consiste en darte cuenta cada vez que vuelvas a usar ese diálogo interno negativo y sustituirlo por las nuevas premisas o frases que te hayas planteado. Al final, es un ejercicio de repetición, de ir automatizando un pensamiento más positivo.

 

Tu mente puede ser tu máxima aliada, pero tienes que darte el permiso para que te ayude en tu día a día.

 

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La separación: cómo manejar la situación con los hijos

Ante una separación, ambos padres deben ser muy cuidadosos con cómo se desenvuelven, ya que deben intentar hacer las cosas lo mejor posible por el bienestar de todos.

 

Uno se divorcia de su pareja, pero no de sus hijos. El vínculo que tenemos con ellos esseparados para toda la vida pero no necesariamente incondicional, el amor de nuestra prole no es un derecho adquirido, debemos ganarnos su respeto y su cariño de manera saludable. El primer paso es no dejarlos de lado a pesar de que ya no quieras saber nada con tu pareja. Aclaro que no siempre se da esta situación, pero algunas personas han caído en esta actitud y por eso lo menciono.

En los momentos previos a la separación, que pueden durar desde años a meses, los conflictos de pareja están a la orden del día. Debes intentar evitar a tus hijos presenciar estas discusiones. Nunca hables mal de tu pareja, ya que ellos deben estar por fuera de las problemáticas conyugales.  No es necesario demostrar quién es el mejor o el peor de la historia. A los niños les duele escuchar hablar mal de su papá o de su mamá, no aporta en nada y debes aprender a separar las cosas.

Al comunicar la noticia de la separación lo recomendable es que lo hagan los padres juntos. En el caso de los niños pequeños, es bueno hacer énfasis en que no es por culpa de ellos que esto ha ocurrido, ya que su imaginación fácilmente echa a volar.

Deja que tu hijo asimile la información, a su ritmo te harán preguntas, entiende sus reacciones pacientemente. Recuérdale todo el tiempo cuanto lo amas y lo importante que es para ti.

En algunas ocasiones el niño quiere que los padres regresen a toda costa, harán comentarios repetitivos en torno a esta temática y algunos pueden llegar a ser demasiado insistentes. Ten paciencia y explica las veces que sea necesario cuál es la realidad de la situación.

 

Cuando la separación se concreta es necesario que ambos padres respeten ciertos lineamientos para la educación positiva de sus hijos, reglas como los límites, rutinas, horarios, etc, deben estar conversadas de antemano y aplicadas de la manera más pareja posible.

 

Debes explicarle a tu hijo que tendrá momentos de felicidad con cada uno, habrán momentos especiales con mamá, otros con papá, y él podrá estar bien a pesar de que sus padres ya no estén juntos.

Las separaciones nunca son sencillas, aunque puede ser un proceso menos doloroso si se hacen las cosas con calma, con mucho dialogo y madurez. Recuerden que una vez se eligieron y el producto de su amor es ese hijo, hija o hijos. Que ya no exista amor romántico entre ustedes no quiere decir que no puedan hacer lo mejor y lo necesario para ellos.

 

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Descubre la Distimia

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La palabra distimia proviene del griego, humor alterado. Es un trastorno depresivo que no encaja en el diagnóstico de una depresión propiamente dicha. Sus síntomas son menos severos, aunque más persistentes y suelen prolongarse en el tiempo hasta volverse crónicos. Para poder diagnosticarla, la persona debe haberlo padecido por al menos dos años.

 

Quienes la padecen suelen continuar con su rutina durante años sin recibir ningún tipo de tratamiento. Las personas presentan signos como el abatimiento, pero poco llaman la atención sus conductas o actitudes, lo que puede dificultar a la persona acceder a un tratamiento en tiempo y forma.

 

Los síntomas

Los más notorios son la melancolía y la tristeza. Quienes la padecen no se sienten capaces de hallar felicidad ni disfrute en su vida. Suelen tener dificultades a la hora de actuar, tomar decisiones, confiar en sí mismos y además tienen una baja autoestima.

Presentan cansancio, falta de energía y no suelen hacer demasiadas cosas. Se presentan alteraciones en el sueño (insomnio, dormir en exceso) y en el hambre (darse atracones o evitar el alimento)

La concentración y la memoria se ven bastante afectadas. Las personas suelen aislarse de los demás, lo que en casos más severos puede conducir a una fobia social.

La distimia, en la mayoría de los casos, está acompañada de otros trastornos como el de ansiedad generalizada y trastornos de la personalidad. Es una patología que afecta más a las mujeres y como en casi todo trastorno, existen componentes genéticos y ambientales que contribuyen a su aparición.

La distimia y la depresión son diferentes

A pesar de su trastorno, quienes atraviesan por una distimia suelen mantener una vida normal y bastante rutinaria. La gran diferencia con la depresión es el grado de incapacitación, en la depresión el sujeto está más afectado en todo y hay cosas básicas que no puede hacer por no contar con la energía emocional suficiente.

El distímico no pierde el interés y en ocasiones hasta puede experimentar placer, no está presente la lentitud motora y las ideas recurrentes de muerte tampoco son persistentes ni frecuentes.

¿Cuál es el tratamiento?

Lo más efectivo es la combinación de terapia cognitiva y tratamiento psiquiátrico.

En terapia se trabaja sobre las emociones, pensamientos y conductas negativas del consultante, se aprende a gestionar efectivamente las emociones, a comunicarse mejor con los demás, a mejorar las habilidades sociales, a reestructurar creencias negativas que estancan a la persona.

En cuanto a la medicación, se suelen recetar antidepresivos, a veces pueden estar combinados con ansiolíticos o estabilizadores del estado de ánimo.

Si te sientes identificado no dudes en consultar, es un trastorno que fácilmente puede tornarse en depresión sin la ayuda adecuada, además la tasa de efectividad en estas situaciones es alta cuando hay un compromiso con el tratamiento.

Estamos aquí para ayudarte.

 

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¿Estás arruinando tu felicidad?

arruinando¿Quieres saber qué estás haciendo para alejarte de la felicidad que tanto deseas? Vamos a verlo juntos.

En los tiempos que corren donde somos víctimas de la ansiedad, poco o nada de tiempo puedes dedicar a las cosas que realmente son importantes. En este apuro por terminar cosas de tu larga lista del día a día, comienzas a entrenarte para devorar las experiencias en lugar de disfrutarlas.

Hacer todo lo más rápido posible te prepara para no detenerte en el aquí y ahora. Estás tan ocupado que las cosas buenas que te ocurren pasan a tu lado sin demasiada parafernalia y vas perdiendo la oportunidad de generar recuerdos positivos en tu día  a día.

Poder detenernos y ser concientes de nuestras buenas experiencias, saborear esos momentos hermosos como le llamamos en Psicología Positiva, ayudará a mejorar tu bienestar emocional. Saborear implica perderse en la experiencia, darse cuenta de lo bueno que tiene, quedarse en ella pensando y congratulándose por lo vivido. Es ser capaz de sumergirnos en el mundo de las emociones positivas como la gratitud, el amor, el asombro, el buen humor y demás.

Permitirte quedar absorto en esto momentos y además compartir estos recuerdos con las personas que quieres, logra prolongar el efecto positivo de esas lindas experiencias. Es contribuir a tu banco de emociones positivas e incrementar tu fortaleza interna. Ya que tu felicidad depende de cómo interpretas el mundo y tus experiencias, si tienes buenos momentos dentro de ti, te ayudará a sobrellevar las innumerables tormentas del afuera.

Se puede saborear no solamente el presente, sino también la anticipación por cosas buenas que estás creando para tu vida ahora.

Disfruta del momento y trabaja para ampliarlo y celebrarlo. Puedes tener muchos buenos momentos en los cuales no te estás concentrando, como lograr una meta sin importar qué tan pequeña sea.

Recuerda anticipar tu alegría, ¿estás planeando un viaje? ¿quieres cambiar un mal hábito? ¿estás por cambiar de trabajo? Sea lo que sea que sepas que está a punto de ocurrir, imagina cómo será el resultado, cómo te sentirás cuando finalmente estés viviendo eso. Puede ser un muy buen motivador para seguir adelante con tus proyectos.

Siempre recuerda lo bueno, no importa hace cuantos años te recibiste, te convertiste en madre, lograste la casa que deseabas, pudiste bajar de peso, cambiaste tu estilo de vida. Todos los logros que has tenido, que has construido jamás tienen que ser dejados de lado. Recuérdalos con cariño, trae a tu memoria el  momento que viviste aquella enorme alegría, recordar cosas buenas te conecta con esa emoción positiva del pasado y la puedes sentir ahora.

Si no quieres arruinar tu felicidad, ama tu presente, recuerda tus victorias pasadas y enamórate de las nuevas posibilidades que eres capaz de diseñar. Abraza esos buenos momentos, aunque sean breves, ámalos con pasión, porque están construyendo la base de tu bienestar interior.

 

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¿Por qué no soy feliz?

A veces no has vivido ninguna tragedia, no padeces de depresión ni ninguna patología grave, tu vida está en relativo orden y aún así no puedes conectar con la felicidad. Analicemos qué es lo que te está pasando.

porque no soy feliz

El ser una persona pesimista puede ser la razón por la cual te estés alejando de la felicidad y la armonía en tu vida. Quizás eres pesimista y ni siquiera lo sabes, suele ocurrir muy frecuentemente.

El pesimismo se genera por diversas fuentes:

  • Predisposición genética, sí de acuerdo a las investigaciones realizadas parece que ya naces con una predisposición a no vivir la vida de una manera más feliz.
  • Perspectiva pesimista que aprendiste de tu entorno familiar, si tus padres o quienes te educaron eran demasiado negativos, veían solo problemas y quejas, aprenderás a vivir el mundo desde ese lugar.
  • Sufriste críticas de tus familiares eso genera una baja autoestima y un auto concepto negativo.
  • Profesores pesimistas que te hicieron dudar de tus capacidades o fueron demasiado exigentes contigo, en menor medida también pueden llegar a afectarte.
  • Experiencias de indefensión, sufriste de abusos físicos o psíquicos, tuvieron que operarte a temprana edad de algo severo, fuiste víctima de sucesos traumáticos.

Me gustaría aclarar que las personas que padecen depresión tienen una perspectiva pesimista pero su sintomatología es más severa. Sin embargo, los pesimistas no necesariamente son personas depresivas.

Cuando eres pesimista sueles creer que eres realista, pero esto no es cierto. Tu foco siempre está en la falta, en lo que no funciona, en el castigarte, en la auto exigencia o la indulgencia excesiva que no te permite llegar a tus metas.

No confías en tus capacidades, piensas que si algo bueno sucede es de mera casualidad, siempre estás esperando lo malo, a veces te ahogas en un vaso de agua, un solo detalle malo en tu día ya te arruina el estado de ánimo. Sueles responsabilizarte de cosas que no te corresponden.

No puedes valorar las cosas buenas que sí funcionan, no agradeces lo que tienes o no piensas en las cosas pequeñas que pueden brindarte alegría.

A veces no sabes relacionarte bien con los demás, ya sea por falta de habilidades sociales o desconfianza hacia los otros. Eso hace que te alejes y no tengas un sostén emocional.

Te gusta tener razón y sueles entrar en discusiones que no tienen demasiado sentido que suelen ser desgastantes para ti y para los demás.  Puedes sentirte ofendido fácilmente, te cuesta ponerte en el lugar del otro y eso genera problemas de comunicación con las personas de tu entorno.

Te puede ocurrir que no te agrade demasiado la gente feliz porque no la entiendes y piensas que son personas que no tienen problemas o que son un poco tontos o ingenuos.

El pesimismo suele enfermarte porque afecta varias áreas de tu vida. Los vínculos, tus metas, tu desarrollo profesional, tu mundo emocional. Y es muy frustrante cuando sientes que no tienes razones para estar mal y sin embargo no puedes evitarlo.

La buena noticia es que en Psicología Positiva existen varias técnicas y estrategias que te ayudan a cambiar la perspectiva de tu vida. Aprender a ser feliz depende mucho de tu voluntad, de que quieras cambiar y trabajes en pos de ello, los cambios no vienen solo por supuesto, pero si estas dispuesto a hacer el esfuerzo y sigues los pasos correctos aprenderás a tener otra mirada. La perseverancia y la práctica son claves para transformarte.

Toma el control de tu vida y verás como todo a tu alrededor y en ti mismo comienza a mejorar.

 

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Incrementa tu felicidad

incrementa tu felicidad

Si quieres ser más feliz comienza incorporando nuevas actividades a tu rutina que te ayuden a este propósito.

Ser feliz te ayuda a ser más exitoso, más saludable, vivir más tiempo y mejorar la calidad de tus vínculos emocionales. Créeme que vale la pena intentarlo. La amplía mayoría de las actividades que propone la Psicología Positiva son de fácil aplicación, solo hace falta constancia para poder alcanzar tu excelencia.

 

  • Sé una persona abierta, sé curioso con tu entorno, tus experiencias, intenta encontrar el lado bueno o de aprendizaje en las cosas que te suceden.
  • Disfruta de la naturaleza que te rodea. Se ha demostrado científicamente que caminar por un parque ayuda a tener ideas nuevas y mejorar nuestra creatividad, además respirar aire más fresco también ayudará a reducir tu ansiedad.
  • No intentes ser alguien que no eres. En vez de perder energía intentando seguir pasos de otros, piensa cuáles son tus propias fortalezas, en que te destacas y sigue trabajando para mejorar aquello en lo que ya eres bueno. No tienes que ser otra persona, tienes que aprender a pulirte a ti mismo.
  • Dile adiós al pesimismo. Mientras más tiempo pierdas aferrándote a creencias como “es muy difícil” “yo no puedo” “tengo mala suerte” “nada sale como quiero” más energía pierdes en enfocarte en aquellas cosas que están bajo tu control y que puedes totalmente cambiar, solo que no te has percatado de ella, deja de poner el poder en el afuera y cultiva tu propio interior
  • Crea distracciones positivas. Es inevitable pasar por malos momentos o quedarse estancado en malos pensamientos, generar buenas distracciones como hablar con alguien de cualquier cosa menos un problema, salir a caminar, bailar, cantar, pintar, escuchar música, cualquier tarea que te genere bienestar y te saque del foco negativo ayudará a tu bienestar.
  • Cultiva relaciones positivas. Si estás rodeado de personas pesimistas a tu alrededor, seguramente no sepas cómo manejarlas para que no te afecten, así que en vez de perder el tiempo intentando cambiar a quien no le interesa, intenta generar nuevas amistades que te nutran y te permitan vivir nuevas experiencias.
  • Conecta con tu esperanza. Piensa dónde y cómo quieres estar, que te gustaría estar haciendo, cómo sería tu vida ideal. Camina con convicción hacia donde quieres ir, todos los días construye oportunidades para acercarte a tu vida ideal, hasta que la misma se torne en tu realidad.
  • Practica nuevas estrategias emocionales. Seguramente en esta área necesites un poco de ayuda, tanto en la psicología positiva como en la terapia cognitiva se le enseñan a las personas estrategias para controlar sus impulsos, mejorar sus comportamientos y aprender a manejar tanto los pensamientos como las emociones negativas.

Es hora de poner manos a la obra y diseñar la vida que realmente quieres, para que deje de ser un sueño o una mera fantasía. Comienza hoy mismo para poder ver los cambios, recuerda que el secreto es sostener estas estrategias a lo largo del tiempo hasta que se automaticen en ti.

 

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¿Qué puedo hacer para dejar de sabotearme?

 

El autosabotaje es el enemigo número uno de todos tus sueños, te mantiene encerrado en una zona de confort engañosa que no te permitirá crecer nunca. Hoy aprende a derrotarlo.

 

autosabotajePodemos definirlo como aquellas acciones, pensamientos y conductas negativas que te impiden alcanzar tus sueños. Ya sea un cambio de trabajo, tener una relación amorosa sana o cambiar tu estilo de vida. Te mantiene en un terreno previsible y además es un mecanismo de defensa inconsciente, el cual lastimosamente intenta protegerte de grandes cambios, de la posibilidad de fracasar, del estrés o incluso te puede intentar rescatar del éxito. Finalmente ser quien deseas ser puede ser muy aterrador si no te sientes preparado.

Quienes se sabotean despliegan una variada serie de conductas, como por ejemplo negar sus emociones, compararse siempre con los demás, rodearse de personas tóxicas, estancarse en una duda eterna.

¿Cuál es su origen?

Como la mayoría de las cosas usualmente encontramos el autosabotaje en patrones aprendidos de la niñez, de nuestra familia. Puede provenir de miedos que nos heredaron, críticas constantes, falta de confianza en ti mismo, miedo de brillar porque sientes que no lo mereces o que no puedes ser mejor que tu familia.

 

Distintas clases de de autosabotaje

1. No lograr terminar nada

Comienzas con entusiasmo un proyecto para abandonarlo fácilmente, te sientes frustrado, te aburres y no puedes concretar tus cosas. De esta manera te cuidas de no fracasar, de evitar conocer tu potencial y te encierras en la mediocridad que detestas.

2. Procrastinación

Posponer actividades que te harán bien, ya sea reemplazándolas por tonterías o cosas que no te ayudarán a lograr tus objetivos. Siempre dejas para mañana lo que deberías hacer hoy, y a veces un mañana que jamás llega.

3. Perfeccionismo

Él paraliza, si no es perfecto entonces no vale la pena. Te envuelves en expectativas tan elevadas que mejor no hacer nada, total seguramente no lo vas a conseguir. Puedes perder el tiempo buscando tantos detalles o esperando actuar en el momento exacto, que te pierdes la vida esperando algo que no llega. Como reza el dicho, toma el momento y hazlo perfecto.

4. Excusas

Y aquí encontramos de las más variadas, como la clásica “no tengo tiempo”. Evitar enfrentarte al desafío solamente hace que tus anhelos se disuelvan en pedazos.

Los síntomas del autosabotaje

  • Miedo
  • Inseguridad, dudas
  • Sentir que no estás en control de nada
  • Falta de confianza en ti mismo
  • Comparaciones

 

¿Cómo evitarlo?

Descubre aquellas situaciones en las que te saboteas, puede ser que solamente estés aplicando esta trampa a un área específica de tu vida.

Entiende que mereces ser feliz y lograr tus objetivos. Descubre qué es lo que realmente deseas. El fracaso es parte del éxito, equivocarse solamente te hace crecer.

Piensa menos y actúa más, el sobre pensar todos los escenarios posibles o si estás tomando la decisión correcta, solamente hace que te estanques. Un poco de impulsividad positiva hará que dejes de lado el tardar tanto al tomar una decisión.

Sé honesto contigo y hazte cargo de tus decisiones. No te castigues si te has equivocado, asume la responsabilidad de tu vida y centra tus esfuerzos en aquellas cosas que puedes controlar, sin importar qué tan pequeñas sean. Hará la diferencia.

Si te dejas arrastrar por el miedo y el desastre, solamente vas a estancarte. Haz las cosas a pesar del miedo, incluso un poco de miedo puede ser tu adrenalina para alcanzar lo que quieras. Tus metas tienen que desafiarte, entusiasmarte y hasta pueden asustarte un poco.

Reconoce tus trampas mentales, esas cosas negativas que te dices todo el tiempo, esas actitudes que te llevan lejos de quien quieres ser.

Comienza poco a poco, estableciendo metas sencillas, tomándote el tiempo de alcanzar pequeños pasos. Debes entrenar tu mente y emociones para que jueguen a tu favor, debes convencerlas de que sean tus aliadas y no tus enemigas.

Puedes lograrlo con práctica y paciencia. Espero que pronto logres todo lo que quieras.

 

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Cómo mantener el entusiasmo todo el año

Estrenas un nuevo año y a veces el entusiasmo de las metas tan anheladas comienza a decaer con el paso de los días. Hoy te enseñaré cómo mantener ese amor por lo que deseas a pesar del transcurrir del tiempo.

 

Comienzas el año con todo, con ganas de devorarte el mundo…y a veces el mundocomo mantener el entusiasmo todo el año termina devorándote a ti. Las metas tan queridas que construiste con tanto cariño en la época de las fiestas fácilmente pueden comenzar a escurrirse como agua entre tus dedos, a menos que hagas algo al respecto.

Perder el entusiasmo en invierno es harto frecuente, ya que a muchas personas el frío, lo oscuro, los días de lluvia interminables, afectan el estado de ánimo y tu energía puede mermar.

Algo que puedes comenzar a hacer ahora mismo es enfocarte en aquellas cosas que están funcionado en tu vida, sin importar cuan pequeñas o simples te parezcan. Lograr pensar desde el optimismo logra disminuir la tristeza, la ansiedad, la depresión e incluso te hace vivir más tiempo.

Aprende a dejar ir las emociones destructivas, ellas alteran tu paz mental. Cuando analizas por qué te sucede lo que te sucede puedes tener más control sobre ellas y aprender a lidiar con ellas mejor.

Existe una técnica de meditación que te invita a reconocer a tu emoción negativa cuando comienza a aparecer. Reconoce esa emoción, invítala como si fuera una amiga, cálmala con tu respiración lenta y pausada, libera esa emoción y observa cuál es su causa. A veces te enojas porque sientes que alguien quiso aprovecharse de ti, puede ocurrir que te sientas triste porque piensas que no ere suficiente. Muchas emociones negativas surgen de pensamientos distorsionados, alejados de la realidad, viciados por un pesimismo que te destruye.

Sé conciente de tu dialogo interno pesimista. Tú puedes ser tu peor enemigo, culparte, insultarte, menospreciarte, compararte con los demás. Ese dialogo también es una versión distorsionada de los comentarios negativos que te han hecho, los fracasos de los cuales no has aprendido, de una auto exigencia desmedida, de una falta de amor propio. Tú eres más que tus pensamientos, mereces darte la oportunidad de concretar tus sueños sin importar cuanto te digas que no puedes.

Sé sensible y honesto con tus necesidades emocionales.  ¿Qué es lo que realmente quieres? No lo que lo demás te dicen que debes hacer, lo que tú sientes realmente. Sé auténtico contigo y verás como te sorprenderás cuando aprendes a escucharte más.

Entra en contacto con tu cuerpo. El yoga y pilates son excelentes para ser más conciente de cada parte de tu cuerpo, y cuando los practicas estás en el  momento presente, esto ayuda a disminuir la ansiedad.

No te aísles, conoce gente nueva, ve con más frecuencia a tus seres queridos. Comparte tus metas con quienes estén tan enamorados de la vida como tú..

Inspírate cada día. Escucha todos los días música que levante tu estado de ánimo, practica esas frases positivas que te gustan, imagina cómo será tu vida cuando te conviertas en la mejor versión de ti mismo.

Sé agradecido con lo que te rodea. Cada día que sale el sol es una oportunidad, una hoja en blanco en donde puedes escribir lo mejor de ti, un día para obsequiarte a ti mismo una sonrisa, un momento de paz.

Conéctate con tus deseos, en el por qué son importantes para ti. Tienes el potencial de desafiarte cada día, ¿qué tan lejos puedes llegar? Pues tan lejos como te lo creas.

 

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