Aprende de la angustia y líbrate de ella

Hablemos de angustia, qué es y algunas estrategias para tenerla bajo control

La angustia ha sido un tema ampliamente estudiado por la filosofía y las distintas corrientes psicológicas. Etimológicamente proviene del término alemán angst y de la palabra germana eng. Este concepto hace referencia a algo angosto o estrecho, es decir, a malestar y apuro.

La angustia es universalmente vivenciada por las personas, su efecto paraliza, estremece, es una emoción harto compleja, desagradable, incluso difusa. Aparece ante una amenaza real o imaginaria las más de las veces. Provoca terribles consecuencias a nivel psíquico y físico.

Está asociada a situaciones de desesperación, donde la persona no se siente capaz de controlar sus actos. Si bien ciertos niveles de angustia son necesarios y adaptativos, cuando hablamos de su cara patológica, la misma es desproporcionada, visceral, recurrente e imaginaria muchas veces, imaginando situaciones horribles cuando estas no existen.

Existe un estado de indefensión que lo aprisiona, conduciendo a un deterioro mental, interpersonal y físico.

La angustia conduce a la ansiedad, la potencia. La ansiedad es la tarjeta de presentación de un malestar más profundo (García Nieto, 2019). Hoy en día se ve alimentada por los deseos que nos imponen de afuera, nos obligan a encajar en ideales de belleza, de perfección, de status social y económico que nos presionan, estándares obviamente innecesarios para nuestra verdadera felicidad.

El deseo de inmediatez, de autoconvencernos de que estamos incompletos, de que necesitamos más de lo que realmente necesitamos, es una trampa excelente para angustiarnos cada día un poco más. La idealización que se hace de las vidas ajenas, cuando la gente solamente muestra lo que desean que veas.

Para poder escapar de la angustia, nos ponemos en continuo movimiento, no nos permitimos reflexionar, estar con nosotros mismos, quizás ni siquiera disfrutar de nuestra propia presencia o darnos el permiso para generar un vacío de aburrimiento, que habilita un pensamiento más profundo. Nos asustamos de nuestra propia existencia y creemos que estamos vacíos, cuando tenemos tanto, tanto para dar.

Dato interesante

Desde el ámbito de la psicobiología nos dicen que el complejo GABA está asociado a los receptores específicos para las benzodiacepinas; y los sistemas de neurotransmisión noradrenérgica y serotonínica están vinculados a la psicobiología de la angustia, queda aún investigación por realizar en este terreno.

¿Qué podemos hacer con la angustia?

Primero aprender a nutrir nuestra mente, meditar, conectarnos con el dolor, aprender de él. Diferenciar los pensamientos reales de las mentiras que nuestra cabeza constantemente nos está susurrando cruelmente.

  • No hay que escapar de la angustia, hay que aprender a reconocerla y muchas veces transitarla
  • Ser conciente de los pensamientos pesimistas que te atormentan
  • Prestar atención a tu respiración, a tu existencia
  • Reconoce cuánto vales como persona y la importancia de que estés aquí con nosotros
  • Buscar un propósito en tu vida, una causa que sea más grande que tu
  • Realizar pequeños actos de bondad a diario, que son un mimo para el corazón
  • Dejar ir el odio y el rencor
  • Amar más, en el amplio sentido de la palabra
  • Cuidarte siempre, aunque no lo desees, aunque creas que no lo merezcas
  • Concentrarte en brindar lo que deseas para ti, si deseas amor, bríndalo, si quieres ayuda, ayuda tu mismo. Cuando nos concentramos más en brindar que en recibir, nos alejamos de la demanda excesiva y patológica en la que solemos caer.

La angustia también te está diciendo algo, conéctate contigo, pide ayuda de ser necesario, pero no seas indiferente. Cuando el alma grita, hay que escucharla.

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Lo que no sabías acerca de la crisis de los 20

Si tienes entre 20 y 30 años este artículo es para ti, hoy hablaremos de la crisis del cuarto de vida.

Este término fue acuñado por la autora Abby Wilner, se define como una especie de apatía hacia la vida. Es un malestar constante que intentas tapar, una incomodidad que no sabes cómo explicar.

El mismo se produce gracias a diversos factores. La energía de la adolescencia se va apagando cuando el sistema hormonal se regula. Las exigencias del mundo adulto pueden ahogarte y saturarte, te puedes ver atrapado en un trabajo que no te agrada.

Te das cuenta que tus necesidades a nivel emocional son diferentes y más complejas. Incluso tus amistades van cambiando, ya no todos son tus amigos, hay que ganarse el título con más esfuerzo.

El futuro se percibe incierto, no sabes exactamente qué es lo que quieres ni hacia donde vas. Esto puede emocionarte, pero también asustarte. La necesidad por crear un vínculo afectivo más estable y duradero comienza a aparecer.

Lo económico suele ser otra problemática, muchos adultos jóvenes no pueden independizarse debido a los sueldos bajos que perciben, esto los frustra además de que seguir viviendo con tus padres a cierta edad es complejo, ya que sin querer esto te infantiliza y retrasa tu madurez.

Deseas encontrar un trabajo donde puedas sentirte realizado, y esto no suele ser sencillo.

El miedo a crecer está presente y hace que mantengas algunas conductas adolescentes.

Para comenzar a lidiar con esta crisis, te recomiendo que te brindes el permiso para ser cambiante. Hay veces que crees que puedes con todo y otras no, y eso está bien.

No hay nada de malo en crecer, aprender a ser más fuerte a nivel emocional, aprender a vincularte desde un lugar más saludable y con límites que te protejan.

Entiende que la vida jamás es exactamente como deseamos, pero las cosas que van surgiendo en el camino quizás eran precisamente las que necesitabas para ser feliz.

No dramatices tu existencia, el buen humor será tu aliado para transitar los momentos amargos.

Activa tu optimismo (jamás dejes de hacerlo).

Sé conciente de cuáles son tus verdaderas prioridades, no lo que te imponen los demás, tu familia, la sociedad, haz algo que te brinde sentido de propósito y lucha por ello.

Como toda crisis pasará y saldrás fortalecido de este proceso y si necesitas hablar con alguien ya sabes donde encontrarme.

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Cómo escapar de la zona de confort

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La zona de confort es un espacio mental que te estanca y no te permite ir tras tus sueños. Te sientes cómodo con lo que conoces y no te desafías, incluso aunque la situación que estás atravesando puede no ser la ideal, te mantienes en ella porque es lo conocido. Esta zona es un espacio muerto para tu creatividad, tus logros y tu crecimiento en el amplio sentido de la palabra. Hoy voy a compartir contigo algunas estrategias para que aprendas a escapar de ella.

 

Enfréntate a pesar del miedo

Los miedos en general no son más que fantasías, lo he dicho antes, que una cosa mala te haya ocurrido no quiere decir que te vuelva a suceder, y si nunca te pasó, ¿por qué necesariamente tendría que ocurrirte? Esperar lo peor del futuro te estanca y no te permite acceder a las maravillosas posibilidades que la vida tiene preparada para ti.

El cambio requiere esfuerzo, hacer cosas que jamás has hecho, sentirte un poco incómodo mientras estás aprendiendo. Si solamente haces las cosas que se te dan demasiado sencillas, no te estás exigiendo de una manera sana y muchas veces tienes que ir más allá de tus límites actuales para comenzar una verdadera transformación.

Hacer cosas distintas implica aprendizaje de tu parte, salir de esa comodidad que te seduce y te dice que te quedes exactamente dónde estás, pero quedarse quieto no te permitirá lograr lo que realmente deseas.

 

 

Arriésgate

 

No puedes controlarlo todo, no existe el momento perfecto. Hay que dejar de inventarse excusas y comenzar a tomar riesgos. Es cierto que tu mente te querrá proteger del cambio o de cualquier cosa que tú consideres una verdad, a veces por cuidarte no te deja hacer cosas que te harán bien. Esas intenciones positivas que tiene tu cerebro debes conocerlas y hacerle razonar que no hay nada más lindo que crecer y cosechar tus logros.

 

Es hora de tomar decisiones

Seguramente conoces este pequeño dialogo “-¿Qué tomas para ser feliz? -Decisiones” Y es que decidirse por el camino a seguir, estar convencido de que existe algo que vale la pena por lo cual luchar, una pasión, actividad, desafío, que te hace vibrar, es sentirse vivo.

Comenzar a caminar hacia tus sueños te brinda alegría y sentido a tu existencia. Si solamente eres un juguete del destino, dejas que las cosas te pasen por encima y no actúas jamás, vas a sentirte triste y te estás construyendo una imagen muy mala de ti mismo.

Mereces ser feliz y alcanzar lo que deseas, pero en ese merecimiento también hay esfuerzo, sacrificio, aprender a soltar las cosas que te hacen daño y sustituirla por decisiones saludables que te harán cambiar positivamente.

Si quieres conocer más consejos de cómo escapar de tu zona de confort de una vez por todas, te invito al taller que estaré dictando este sábado 21 de julio de 17 a 19 horas en Centro Psicología Positiva Uruguay donde trabajaremos:

 

***Que es la zona de confort y cuál es la tuya
***Reconocer tus miedos y creencias limitantes
***Diseñar un plan de acción para escapar de ella
***Reconocer tus posibilidades de crecimiento y actuar desde tus habilidades

 

¡Te espero!

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Tu mente: ¿aliada o enemiga?

Escrito por Oriol Lugo, Psicólogo e investigador de la Universidad Ramon Llull de Barcelona oriolugoreal@hotmail.com

 

En el presente artículo quiero hablarles de la mente y de cómo podemos usarla a nuestro favor a partir de un cambio en nuestros pensamientos y estados emocionales. Para ello vamos a efectuar un viaje hacia nuestro interior.

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Cuando hablamos de mente, este concepto puede parecer abstracto y difuso. Esto se debe a que es un elemento que podría estudiarse desde distintos campos: psicología, neurociencias, filosofía… Aquí vamos a aportar una mirada práctica y funcional. Vamos a plantear la mente como una estructura personal que se manifiesta en nuestro día a día a través de pensamientos y a través de nuestro diálogo interno.

 

Podemos entender el diálogo interno como el discurso que todos tenemos con nosotros/as mismos/as en el día a día. Cuando nos despertamos un torrente de pensamientos nos invaden. Nos decimos frases como: “hoy voy a ir a este lugar”; o “voy a ver a tal persona”; o “me apetece desayunar…”

 

Este diálogo en la gran mayoría de las veces es automático e inconsciente. Es decir, surge de nuestra propia mente sin pensarlo y aparentemente sin control. Y en función de lo que nos decimos vamos a generar un tipo de realidad: más positiva, o tal vez, más negativa.

 

Si alguien se levanta y en su discurso interno aparecen frases como: “hoy va a ser un día estresante porque tengo que…”; es muy probable que esta persona va a empezar a generar todo un conjunto de emociones y de sensaciones físicas de estrés, angustia, miedo, cansancio, rabia…

 

Pero por el contrario si esa misma persona empieza su jornada con: “hoy voy a divertirme cuando haga…”; probablemente esa persona va a conectar con estados emocionales más positivos y con emociones y sensaciones de placer, satisfacción o alegría.

 

¿Pero cómo puedo cambiar estas actitudes mentales? Es necesario que te hagas con un diario. Necesitas una libretita donde vas a ir anotando todos estos diálogos internos que consideras que son más negativos. Al principio va a ser complicado y muy duro ya que es un nuevo reto que cuesta de instaurar. Pero a medida que vayas anotando estos pensamientos, descubrirás que cada vez es más fácil y divertido.

 

Una vez hayas anotado una frase o un pensamiento negativo, el siguiente paso es analizarlo de forma objetiva. Por ejemplo: “hoy en la reunión va a ser muy estresante…”. ¿Es realmente cierto?, ¿va a ser una reunión muy estresante?, ¿puedo sacar provecho o llegar a sentirme bien en esta reunión? El hecho de replantearte tu realidad, permite que puedas encontrar otra manera de plantearte las situaciones. Entonces, puedes buscar una frase que sea o más neutra, como, por ejemplo: “la reunión será formal, tranquila, rutinaria…”. O si lo consideras incluso positiva (sólo si crees realmente en ello): “va a ser una reunión provechosa donde vamos a tratar temas de interés”.

 

El último paso consiste en darte cuenta cada vez que vuelvas a usar ese diálogo interno negativo y sustituirlo por las nuevas premisas o frases que te hayas planteado. Al final, es un ejercicio de repetición, de ir automatizando un pensamiento más positivo.

 

Tu mente puede ser tu máxima aliada, pero tienes que darte el permiso para que te ayude en tu día a día.

 

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¿Quieres ser más feliz? Sé optimista

Quiero recordarte uno de los mejores trucos para ser más feliz, vivir más tiempo y con menos preocupaciones. Sí, estoy hablando de una de las mejores habilidades que podemos desarrollar en pos de nuestro
bienestar, el importante y tan necesario optimismo.

optimista inteligenteEn artículos anteriores ya hemos hablado de lo qué significa ser un optimista inteligente y he compartido contigo tips para incrementar el mismo, hoy veremos las razones por las cuales es tan relevante aprender a ser un verdadero optimista.

Quiero comentarte acerca de cómo es que piensa un optimista inteligente, analicemos sus pensamientos nutritivos:

  • Lo bueno que me sucede es permanente, se volverá a repetir: tienen confianza en sí mismos y sus capacidades, por eso tienen la certeza de que sí hicieron que ocurriera algo bueno, son perfectamente capaces de obtener ese mismo resultado una y otra vez.
  • Lo malo que me sucede es temporal: afortunadamente lo malo siempre se termina y ellos lo saben.
  • Las cosas buenas contagian las cosas que no funcionan: sin importar las crueles
    vicisitudes que deban atravesar, ellos saben que siempre hay algo que funciona, ya sea su familia o su salud, el trabajo o una pareja, aquello que funcione será el sostén para inspirarse a aceptar y crecer en la adversidad. Concentrarse en lo que sí tenemos en el amplio sentido de la palabra, nos brinda la fuerza que necesitamos para sobrellevar aquello que nos falta (PD: siempre te faltará algo).
  • Las cosas malas se quedan en una sola área, no contagian el resto: siguiendo con la línea anterior, cuando existe una cosa que arruina nuestra felicidad, va a quedarse circunscripta en una sola área. Pudieron haberme despedido, pero tengo a mi pareja, pude haber tenido un quebranto de salud pero tengo mis vínculos, lo malo se queda en una sola área, quietito, sin molestar al resto y el optimista a pesar de eso malo que le sucede, puede continuar siendo feliz.
  • Cuando algo sale mal o me peleo con alguien puede ser mi responsabilidad, la de los demás o de la situación: el optimista es flexible, tomará responsabilidad cuando le corresponda, sabrá cuando no sentirse culpable si en verdad no tuvo nada que ver. No cae en la manipulación de los demás, sabe decir que no y entiende que los límites son absolutamente necesarios y saludables en todos los vínculos y en todos los ámbitos.

Por supuesto que la persona pesimista piensa y se comporta exactamente de la manera
opuesta a lo aquí descripto, cuidado si te ves identificado con lo opuesto, ya que el pesimismo es el camino rápido hacia la tristeza, el fracaso, las enfermedades y la ausencia de disfrute de tu vida en general.

No es tu culpa ser pesimista, el cerebro, los medios de comunicación, la educación y hastanuestra familia pueden contribuir a desarrollar el pesimismo. Pero una vez que sabes que has caído en una trampa, que te has comprado un discurso poco atractivo y desalentador, es ahí cuando puedes decir basta y abrir tus ojos hacia una nueva realidad.

Uno de los grandes secretos del optimismo es el énfasis que pone en las cosas que ya posees, las experiencias que vive y los vínculos positivos que mantiene. No es necesario ser el más rico, ni el más exitoso, ni el más hermoso. Las metas extrínsecas como el dinero y la fama suelen hacer a las personas más miserables.

Solemos buscar la felicidad en el afuera, en tener cosas, nos vemos fácilmente seducidos por la superficialidad y el consumo. Y el problema con este pensamiento es que jamás tendremos todo, siempre nos faltará algo. También creemos que nuestra felicidad depende de cómo actúen los demás con nosotros, y la realidad es que no podemos controlar ni debemos controlar a nadie. El control que poseemos sobre lo externo es débil, tenemos más incidencia en controlarnos a nosotros mismos, nuestra actitud y nuestros pensamientos (con entrenamiento, pero se puede) que controlar las circunstancias de la vida que pueden sorprendernos en cualquier momento.

Cuando logramos enfocamos en el ser, en nuestro crecimiento personal, en el poder las
relaciones positivas y nuestro sentimiento de pertenencia a la comunidad o una buena causa, estamos pavimentando con seguridad el camino hacia el bienestar más profundo y auténtico. Nuestro cerebro puede ser un “músculo” que perfectamente podría ser nuestro mejor amigo, más allá de su predisposición evolutiva a protegernos, potenciar nuestra ansiedad y tener una tendencia natural a enfocarse más en lo negativo que en lo positivo, también es cierto que las neuronas que más desarrollamos somos las que más utilizamos.

Esto quiere decir que si nos entrenamos en ver el lado hermoso de la vida, nos permitimos sentir la conexión con el resto de las personas y abandonamos la postura de ser víctimas para convertirnos en escritores de nuestra propia historia, vamos a tener menor depresión, ansiedad y envidia.

Somos los creadores y responsables de nuestra felicidad, y esto no es algo que debe ser
tomado como algo negativo, sino como liberador. Somos escultores de nuestra vida, tenemos potencial para ser mejores, y ser mejores no quiere decir que debamos ser perfectos, simplemente haz lo mejor que puedas con las herramientas que posees y poco a poco irás adquiriendo más, irás avanzando más. A tu ritmo, sin auto exigirte, sin culparte. Tal vez no te enseñaron a ser feliz, pero jamás es tarde para aprender.

El optimismo te ayuda a ser perseverante, y la perseverancia es un don exquisito. Quizás no te hayas puesto a pensar en la importancia de esta fortaleza, pero realmente quien más persevera es el que triunfa, tarde o temprano logra su objetivo y eso enriquece su autoestima.

La perseverancia es hermana de la paciencia, a mí entender. Una potencia la otra, los grandes hitos de nuestra historia personal llevan tiempo y cuidadosamente debemos construirlos para poder disfrutar de las recompensas.

Así que recuerda, si quieres ser más feliz practica con tenacidad el optimismo. He compartido contigo los pensamientos y actitudes de las personas optimistas, léelos, imprímelos, tenlos presentes cuando las cosas no salgan exactamente como querías, conviértelos en tuyos y verás cómo el mundo, cómo tus relaciones, cómo tu experiencia en general, se aleja de las pesadillas para entrar en el éxtasis y paz del bienestar.

 

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Cómo manejar el dolor emocional

El dolor en nuestra vida es inevitable, dicen que el sufrimiento es opcional. Si bien no podemos escapar al dolor, si podemos aceptarlo, transitarlo y sobre todo transformarlo en una experiencia de aprendizaje.

como manejar el dolor emocionalEl dolor es algo completamente natural por lo cual tendrás que atravesar en algún momento u otro de tu existencia. Sus causas pueden ser múltiples, ya sea una ruptura, un adiós, un despido o situaciones intensas como la pérdida física de un ser querido. Vas a sentir rabia, enojo, sentimientos de injusticia y está bien, es saludable y esperable. No sentir dolor, escaparle, eso es lo antinatural. Hay momentos donde tienes que conectarte con él.

El dolor es real, no finjas que no está ahí, tienes que enfrentarlo sino jamás serás capaz de aprender de él o transformarlo. Cuando estás atravesando por un mal momento, es recomendable que te obsequies un tiempo para ti y para poder desahogarte, llora, grita, entra en contacto con ese dolor, será necesario drenarlo. Hay situaciones que no están en nuestro control o directamente no tienen solución, date tiempo para que sane, espera y tolera el tiempo que sea necesario para que les des tiempo a tu mente de procesarlo correctamente.

Conéctate con tus emociones, ¿qué es lo que realmente estás sintiendo? ¿Culpa, miedo, enojo? Brindarte tiempo para saber qué es lo que sientes en verdad va ayudarte a poder procesar mejor tus emociones.

La vida continúa, con todas sus exigencias, tú tienes que seguir, si bien tienes que permitir que el dolor poco a poco vaya sanando, no lo conviertas en la parte central de tu vida. Trata de comenzar a verlo como una lección, una experiencia que puede brindar luz a otras personas que están atravesando lo mismo. Nadie está solo en este proceso, todos tenemos nuestras batallas con las cuales lidiar.

Hablar con alguien siempre es una buena opción, sin llegar a obsesionarse contando la mala experiencia una y otra vez.

Comienza a llenar tu existencia de nuevo, encuentra tiempo para ti, para un nuevo interés, para un nuevo propósito. Conéctate más que nunca con las personas que quieres. Date un descanso y un respiro del dolor que te está agobiando mediante la distracción.

Un ejercicio que resulta de ser de mucha utilidad también es escribir, primero puedes escribir sobre lo que te pasó, tus sentimientos, de la manera más detallada posible. Escribir sobre los acontecimientos traumáticos ordena tus pensamientos y emociones, así como también le otorga un poco más de sentido a lo que tuviste que experimentar. En la misma línea de la escritura, también te recomiendo que escribas una carta de agradecimiento a la vida en general, escribe ahí todas las cosas por las cuales debes esta agradecido, desde lo más pequeño hasta lo más magnánimo.

El dolor siempre trae una enseñanza, te ayuda a madurar emocionalmente, a generar nuevos mecanismos de regulación emocional y estrategias de afrontamiento saludables, te fortaloce, te ayuda a poner las cosas en perspectiva. No corras de él.

 

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¿Qué puedo hacer para ser más feliz?

felicidad bienestarUna de las cosas que amo de la Psicología Positiva es la simplicidad de sus intervenciones, cómo cambiando determinados hábitos o incorporando nuevos podemos despertar nuestras emociones positivas o mejorar nuestro optimismo. A lo largo de este blog encontrarán varios consejos para lograr incrementar su bienestar y este post está dedicado a brindarles sencillas herramientas para que las puedan poner en práctica ahora.

Digamos más TE AMO: Sin abusar de estas hermosas palabras, es conveniente hacerle saber a quienes nos importan cuánto los amamos y mediante gestos, cartas, pequeños detalles, fácilmente podemos hacer sentir a esa persona especial. Se demostró que las parejas que se besan antes de dormir y cuando se van al trabajo por la mañana se sienten más conectadas y son más felices, simples pasos pueden mejorar nuestra relación así que a no sentir vergüenza y expresar el amor.

  • Sonriamos: Sonreír a los desconocidos, a quienes nos brindan un servicio, a quienes nosotros brindamos un servicio, a nuestros colegas, a nuestros amores, sonreír disminuye la agresividad, le alegra el día a los demás y a ti, te muestra como una persona abierta y carismática, hace que percibas las cosas con mejor predisposición y tiene múltiples beneficios para la salud. ¿Nos obsequias tu bella sonrisa?
  • Respira hondo: El respirar suave y pausado es un ansiolítico natural, calma el cuerpo y la mente. Inhala profundo seis veces y exhala profundo seis veces, oxigena tu cerebro y disfruta de la calma a diversas horas del dia para tener más relax y energía.
  • Aprecia cada día: Fácilmente nos olvidamos que el estar vivos es una bendición por sí misma y que cada día puede ser una oportunidad para mejorar o experimentar nuevos desafíos y alegrías.
  • Escoge tus vínculos sabiamente: Intenta rodearte con personas que potencien tu optimismo, apoyen tus metas, te acepten y te cuiden. Los vínculos positivos son aquellos donde nos sentimos seguros y existe un ida y vuelta en todos los sentidos.
  • Aprende cosas nuevas: No estanques tu mente, cada nuevo aprendizaje es un excelente ejercicio mental y enriquecimiento personal.
  • No a las quejas, sí a la acción: Muchos de nosotros cuando nos enfrentamos a un problema podemos paralizarnos. Nos preocupamos y nos preocupamos como si la preocupación por sí misma fuera a solucionar algo, pensar no es actuar, quejarse es torturarse. La mejor opción ante las adversidades es intentar buscar soluciones, ya que quedarnos con los brazos cruzados solamente empeorará las cosas. Tener un plan de acción, buscar nuevas posibilidades, pensar en quién podría ayudarnos es lo que hará que podamos sentir más control sobre la situación y por ende menos dolor.
  • Escoge trabajos que te inspiren: Si bien a veces puede ser complicado vivir de lo que amamos, no quiere decir que sea imposible. Debemos tener en claro cuàl es nuestra pasión e intentarla generar en nuestro ingreso. Estar en trabajos que detestamos termina siendo bastante agotador a nivel emocional y frustrante.
  • Disfruta de la vida: ¿Cuáles son esos sencillos placeres que te encantan? ¿Cuáles son tus hobbies? Intenta tener actividades que te gusten, obséquiate tiempo para ti.
  • Perdona más: El perdón es un regalo para ti, quedarse atascado en el odio o perderse en fantasías de venganza es una pérdida de tiempo y energía.
  • Sé honesto: Tanto contigo como con los demás, explica lo que sientes, comunícate y no tengas miedo de expresar tu punto de vista. Elige actitudes que honren tu esencia y no que atenten contra la misma.
  • Ocúpate de tu vida: .

¿Quieres aprender a ser un optimista inteligente? Te recomendamos visitarnos en Centro Psicología Positiva Uruguay y participar de nuestras diversas opciones.

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