¿Quieres saber qué estás haciendo para alejarte de la felicidad que tanto deseas? Vamos a verlo juntos.
En los tiempos que corren donde somos víctimas de la ansiedad, poco o nada de tiempo puedes dedicar a las cosas que realmente son importantes. En este apuro por terminar cosas de tu larga lista del día a día, comienzas a entrenarte para devorar las experiencias en lugar de disfrutarlas.
Hacer todo lo más rápido posible te prepara para no detenerte en el aquí y ahora. Estás tan ocupado que las cosas buenas que te ocurren pasan a tu lado sin demasiada parafernalia y vas perdiendo la oportunidad de generar recuerdos positivos en tu día a día.
Poder detenernos y ser concientes de nuestras buenas experiencias, saborear esos momentos hermosos como le llamamos en Psicología Positiva, ayudará a mejorar tu bienestar emocional. Saborear implica perderse en la experiencia, darse cuenta de lo bueno que tiene, quedarse en ella pensando y congratulándose por lo vivido. Es ser capaz de sumergirnos en el mundo de las emociones positivas como la gratitud, el amor, el asombro, el buen humor y demás.
Permitirte quedar absorto en esto momentos y además compartir estos recuerdos con las personas que quieres, logra prolongar el efecto positivo de esas lindas experiencias. Es contribuir a tu banco de emociones positivas e incrementar tu fortaleza interna. Ya que tu felicidad depende de cómo interpretas el mundo y tus experiencias, si tienes buenos momentos dentro de ti, te ayudará a sobrellevar las innumerables tormentas del afuera.
Se puede saborear no solamente el presente, sino también la anticipación por cosas buenas que estás creando para tu vida ahora.
Disfruta del momento y trabaja para ampliarlo y celebrarlo. Puedes tener muchos buenos momentos en los cuales no te estás concentrando, como lograr una meta sin importar qué tan pequeña sea.
Recuerda anticipar tu alegría, ¿estás planeando un viaje? ¿quieres cambiar un mal hábito? ¿estás por cambiar de trabajo? Sea lo que sea que sepas que está a punto de ocurrir, imagina cómo será el resultado, cómo te sentirás cuando finalmente estés viviendo eso. Puede ser un muy buen motivador para seguir adelante con tus proyectos.
Siempre recuerda lo bueno, no importa hace cuantos años te recibiste, te convertiste en madre, lograste la casa que deseabas, pudiste bajar de peso, cambiaste tu estilo de vida. Todos los logros que has tenido, que has construido jamás tienen que ser dejados de lado. Recuérdalos con cariño, trae a tu memoria el momento que viviste aquella enorme alegría, recordar cosas buenas te conecta con esa emoción positiva del pasado y la puedes sentir ahora.
Si no quieres arruinar tu felicidad, ama tu presente, recuerda tus victorias pasadas y enamórate de las nuevas posibilidades que eres capaz de diseñar. Abraza esos buenos momentos, aunque sean breves, ámalos con pasión, porque están construyendo la base de tu bienestar interior.
¿Te Gustaría Que Trabajáramos Contigo Para Potenciar Tu Bienestar Emocional y Tu Optimismo?