Límites que liberan

Los padres no deben perder de vista la importancia de los límites para el óptimo desarrollo de la identidad de su hijo, los límites educan y apuntan a obtener madurez psicológica, dan fin a la fantasía de omnipotencia e ilimitación infantil.  El rol del adulto consiste en crear condiciones emocionales y marcos de referencia para que el niño se desarrolle  con autonomía y seguridad. limites que liberan1 Los límites ayudan a que los niños puedan distinguir quiénes son ante los otros y contribuyen a diferenciar la realidad de la fantasia.  Desde pequeños deben comprender que la realidad limita y que no siempre será todo tal cual lo dicte su capricho. Esto se conoce como tolerancia a la frustración


Los padres a veces creen que imponer límites es sinónimo de autoritarismo o falta de cariño hacia los hijos. Sin embargo,  a veces es más dañino no hacerlo, ya que los pequeños comienzan a actuar de manera confusa e intolerable, donde usualmente se exterioriza como falta de respeto a los mayores, pataletas, insultos, gritos e incluso hasta violencia hacia sus amigos.

limites que liberan2Los límites deben ser reglas claras, cuidadosamente explicadas, precisas, los padres no deben sucumbir ante los intentos de trangresión de las normas que sus hijos llevaran a cabo. El NO debe ser firme siempre y cuando estemos ante un peligro real para el niño, de lo contrario tratemos de utilizar maneras más suaves para implementar el límite. Si se permite que el niño gane y quiebre el límite, se pierde autoridad, no podemos colocarnos en un rol de amigo del niño, no somos su igual, debemos saber desempeñar correctamente nuestro papel para no confundir y para modelar una persona que deberá saber afrontar los altibajos de la vida, un adulto maduro, responsable y seguro de sí mismo.



Depresión posparto: 9 pasos para prevenirla

Postparto

El siguiente artículo fue escrito por Pilar Naveira, estudiante avanzada de Psicología, quien tiene un gran interés en la temática planteada y una interesante experiencia práctica. Cabe destacar en el presente trabajo la importancia de la autoestima de la madre y la necesidad de proporcionar al bebe experiencias de insatisfaccion tolerables para que pueda desarrollarse como un ser humano pleno.

Usualmente las personas suponen que una madre luego de tener a su bebé debe sentirse sumamente feliz, y esto incluye por supuesto, a los días posteriores al parto. Sin embargo, los cambios en el humor luego de dar a luz son prácticamente inevitables, pasando la gran mayoría de las madres, por una etapa de tristeza durante los 3 a 5 días siguientes al alumbramiento. Se ha observado que en algunos casos, dicho estado de tristeza puede surgir incluso alrededor del primer mes o mes y medio.

Esta etapa puede presentarse con sentimientos de vulnerabilidad, insatisfacción, miedo de no ser lo suficientemente capaz de cuidar al niño, sentimientos todos que asustan. Por lo general, dicho estado de ánimo es pasajero, aunque en algunas ocasiones podría prolongarse terminando en una depresión. El riesgo es mayor cuando la madre no cuenta con un entorno que la apoye y la contenga, cuando es primeriza, cuando se le ha practicado cesárea, o cuando el bebé nace con problemas serios.

Para prevenirla, es necesario tener expectativas realistas acerca de la nueva etapa a vivir y cuidarse tanto como durante el embarazo.

¿Por qué sucede?

Los momentos de tristeza que surgen sin motivo aparente, se deben a diferentes factores psico – físicos que se conjugan.

* Por un lado, existen causas hormonales que se producen luego del parto y que están relacionadas con una preparación del cuerpo para la lactancia. Asimismo, es normal que exista cansancio tras el nacimiento del niño, a lo que se suma la alteración en el sueño y la vigilia.

* Por otra parte y en lo referente a los factores psicológicos, es usual que exista estrés después de un hecho tan significativo. A lo que se añaden inquietudes acerca de la lactancia y el cuidado del bebé, siendo muy común que la mamá no se sienta lo suficientemente capacitada como para llevar a cabo dicha tarea. A su vez, suelen tener lugar conflictos relacionados con su rol, como por ejemplo el acostumbrarse a la nueva rutina que implica permanecer en casa mientras que hasta hace no mucho tiempo cumplía una jornada laboral. También puede inquietarle pensar en la vuelta a su empleo, mientras que lo que desearía sería quedarse con su bebé y puede que no le guste la idea de dejarlo al cuidado de otra persona.

Segunda
¿Cómo prevenir la depresión?

* La mejor prevención es el conocimiento. Saber que además de alegría, habrán momentos de malestar y reflexionar acerca de ciertos pensamientos que se presenten, tales como la tendencia a subvalorarse. Es igualmente beneficioso, hacer participar a la pareja (o persona más cercana a la nueva mamá) para ir consolidando en un espacio psíquico que ahora hay una nueva vida con el bebé. La información permite a la madre y a su entorno próximo, reaccionar mejor ante sus cambios de humor.

* Mantener una alimentación sana. No olvidando lo importante que es la nutrición también luego de dar a luz, incluso aunque no esté dando de mamar. Una dieta rica en frutas, verduras y cereales brinda vitaminas y nutrientes necesarios que también ayudan a recuperar un buen estado físico, lo que a su vez repercute en la salud psíquica.

* Descansar cuando el niño lo hace. Es muy recomendable que la mamá aproveche para descansar y dormir  cuando el recién nacido duerma. Es necesario que tome conciencia de que merece descansar.

* Aceptar ayuda. Hacerse a la idea de que es humano que necesite delegar funciones, y que no es ni aconsejable ni viable el pretender ser una mamá hiperactiva que abarque todo y aún así esté sonriente todo el tiempo. Lo conveniente es que  la ayuda externa se ocupe de los quehaceres domésticos para que la madre, y el padre si está presente también, se dediquen al cuidado del bebé y se familiaricen. En el caso específico de los primeros días, la ayuda es necesaria hasta que la mujer se recupere completamente.

* Marcar prioridades. Es preciso procurar ser razonables, teniendo en cuenta que es inviable pretender mantener la casa igual y además adaptarse al ritmo y horarios del bebé. A las tareas domésticas definitivamente es necesario contemplarlas como algo secundario.

*Dedicar el tiempo que se necesite para el cuidado personal. Es saludable reservar tiempo para una misma, y si es posible salir ya sea con o sin el bebé según se desee. Este punto incluye por supuesto, lo positivo que es mimarse y comprarse ropa. La buena apariencia alegra, es buena para la autoestima, y en este momento es de gran importancia sentirse bien consigo misma.

* Ejercitarse. Existen estudios que demuestran que practicar ejercicio durante y después del embarazo, ayuda a sentirse mejor emocionalmente y a mostrarse más sociable. Varias actividades con el asesoramiento adecuado, pueden ser muy beneficiosas. Como por ejemplo el yoga o la danza oriental, que tienden a una mayor conexión con el cuerpo y dominio del mismo.

* Compartir opiniones y experiencias con otras madres. Incluyendo estados de ánimo por los que puede pasar luego del alumbramiento, lo que ayuda a prevenir sustos y sentirse más comprendida.

* No intentar ser la madre perfecta. Aceptar que se cometen errores permite aprender de ellos. Gran número de las mujeres que sufren depresión luego del parto tienden a ser perfeccionistas, reprochándose el no poder hacer absolutamente todo bien y dando por seguro que otras madres se desempeñan mejor. No obstante, en la práctica son necesarios esos errores que comete naturalmente no satisfaciendo los deseos del niño de inmediato, ya que le permite al bebé tener vivencias tolerables de insatisfacción. Es una madre humana y no excesivamente buena, la que permite el espacio para el crecimiento del bebé como persona.

Por: Pilar Naveira

Participa en el libro ¿POR QUÉ ODIO A MIS PADRES?

Hola queridos lectores, en esta oportunidad los invito a participar a través de su historia en un nuevo proyecto llamado ¿Por qué odio a mis padres? El libro se trata de cómo nuestros padres mediante conductas diversas, tales como sobreprotección, abusos, indiferencias, ausencias, vínculos librossimbióticos, etc, afectan nuestra autoestima y en consecuencia influyen en las decisiones que tomamos como adultos. Muchas veces la dificultad para comprometerse, la dependencia afectiva, la inseguridad, la culpa, el miedo, la tendencia a estar solo, tienen sus raíces en nuestra temprana infancia gracias a la manera en que nuestros padres modelaron el mundo para nosotros.

El libro pretende dar un enfoque de cómo se sienten los hijos de todas las edades ante las relaciones compartidas con sus padres y explicar a los padres qué conductas pueden afectar al óptimo desarrrollo de una persona y la manera más adecuada para revertir la situación.  Sin ánimo de ser un manual para padres ni un ataque hacia elllos, es una oportunidad para sincerarse y poder reconectarse con la familia desde otro lugar, un lugar más feliz, más positivo, más honesto, más cuidadoso, desde el respeto y el amor que todos nos merecemos.

La propuesta es que ustedes envíen sus historias de vida a marianaalvezg@gmail.com explicando su relación con sus padres y qué es lo que hace que su relación no sea plena. Las historias se incluirán en libro a modo ilustrativo, pero los datos serán cambiados para mantener el anonimato de los participantes y las historias UNICAMENTE  serán leídas por mí con el único propósito de escribir un libro útil para todos.

Estaré esperando sus historias y que la sanación comience.

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Depresión

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¿No sería maravilloso poder dejar de lado la depresión y comenzar a vivir una vida de calidad? ¿Por qué algunas personas escogen estar deprimidos? Sí, a veces la depresión pasa a ser una elección de vida.

Conocido como beneficio secundario, cuando comenzamos a vivir una patología, lo hacemos porque detrás de eso hay algo que nos da placer a nivel inconciente. Pueden ser varias razones pero en la mayoría de los casos se trata de llamar la atención mediante la interpretación de un rol de víctima o ser depresivo es todo lo que la persona sabe hacer y no sabe cómo vivir de una manera distinta. También hay que tener en cuenta que es muy difícil abandonar un hábito arraigado, una conducta que venimos interpretando cada día de nuestras vidas.

¿Cuándo decimos basta? Cuando el dolor pasa a ser tan intolerable y comienza a entorpecer nuestra vida en todo nivel. Es cuando comprendemos que debemos hacer algo para dejar de sentirnos así, cuando buscamos ayuda, ya sea en libros, en terapeutas, en amigos. Mi consejo es que siempre se acuda a un profesional para escapar de la depresión, una patología demasiado intolerable como para permanecer atado a ella toda la vida.

La buena noticia es que mediante la psicología positiva, utilizando elementos de la vida cotidiana y trabajando sobre el presente se pueden lograr resultados muy eficientes y en poco tiempo.

Siempre resulta más difícil cambiar que permanecer como uno está,  ya que el cambio implica mucho esfuerzo de nuestra parte. Sin embargo, pongan en la balanza, ¿qué es mejor? ¿Sentirse tristes toda la vida, apáticos, sin deseos de vivir? ¿O intentar salir adelante para poder disfrutar de todo lo que se está perdiendo? Como dije, implica un esfuerzo, pero es mucho más desgastante quedarse sufiendo sin poder conocer nada más que el dolor.
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Nunca es demasiado tarde para cambiar lo que te entorpece tu camino de realizarte como persona en todo sentido, para poder alcanzar la felicidad que parece escurrirse de tus manos. Todo depende sencillamente de ti, de ese momento cuando digas basta y quieras más, cuando entiendas que no tienes por qué permanecer atado a un deseo inconciente eternamente. Simplemente decide, escoge quién quieres ser y hazlo.

Aprendiendo a ser optimista

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El concepto de optimista inteligente nos habla de una persona capaz de ver la realidad y que sabe distinguir si algo funciona o no. Posee la capacidad de pensar cómo puede hacer para mejorar la situación que atraviesa, observa lo que debería cambiar sin dejar de apreciar lo que funciona correctamente. No se congela ante una crisis, se responsabiliza por lo que sucede y actúa para combatirla. Es una persona que puede extraer enseñanzas de su pasado, presente y futuro.

Como comenté en el artículo anterior, el pesimista y el optimista tienen su manera particular de apreciar la realidad. Una manera eficaz de cambiar la mentalidad que nos ata es comenzar a imitar lo que innatamente hace el optimista, considerar que las experiencias buenas, agradables, son las permanentes, internas y globales. Con tiempo y mucha práctica, podemos captar lo que nos rodea de una manera diferente y más satisfactoria.

Otro punto a considerar es que debemos aprender a analizar las experiencias tanto desde el punto de vista bueno, como el del malo. Debemos aprender a brindar sugerencias en vez de quejarnos eternamente de  nuestra mala fortuna. Ahondar en el descubrimiento de nuestros talentos y habilidades, que son más de las que creemos. También debemos establecer metas alcanzables, disfrutar de las alegrías que nos rodean todos los días que se pueden encontrar en las cosas más simples que damos por sentado, agradecer todo lo que hemos logrado en la vida.

Debemos dirigir nuestra mirada al exterior, ampliar nuestro círculo social, aprender a ser solidario. Abrazarnos a nosotros mismos y ser concientes no solo de nuestros defectos, sino tambien de nuestras cualidades. Debemos aprender a ser valientes, derrotando todos esos miedos que nos paralizan y no nos dejan expresarnos libremente. El buen humor es una de nuestras mejores herramientas, que cual planta debe ser cuidadosamente cultivado para que no perezca.

La clave es sencilla, amarse y respetarse lo suficiente como para sentirnos merecedores de una vida mejor. Si hay algo que no te agrada, pues cambialo, tienes la fortaleza para hacerlo y si por ti mismo no puedes lograrlo, pues consigue ayuda, pero ACTÚA. No permanezcas atado a una situación o a un estado de ánimo que limita tus posibilidades y experiencias como ser humano, tú sabes que eres el dueño de tu destino, solamente tú puedes decidir cuándo cambiar.

Optimismo y Pesimismo

3903261Cuando nos permitimos mirar nuestra vida y nuestras experiencias bajo el lente del optimismo, nos convertimos en seres más perseverantes, más tolerantes, más completos, seres que somos capaces de aprender de las experiencias, incluso de las negativas, que pueden llegar a fortalecernos. En palabras de Martin Seligman en su libro Learned Optimism «el optimismo aprendido no es el redescubrimiento del poder del pensar en positivo…Cambiar las cosas destructivas que te dices a ti mismo cuando experimentas los contratiempos que la vida nos reparte a todos nosotros es la habilidad fundamental del optimismo».

La diferencia básica entre un pesimista y un optimista reside en algo tan sencillo como su manera de interpretar las situaciones. El estilo explicatorio optimista se caracteriza por tres puntos importantes que son la internalidad, la estabilidad y la globalidad para los buenos eventos:

  • INTERNABILIDAD: La causa del evento está dentro de mi control
  • ESTABILIDAD: La causa del evento siempre está presente
  • GLOBALIDAD: La causa de ese evento no solamente influirá en el evento presente sino también en otros eventos

Los eventos buenos desde la perspectiva del estilo explicatorio pesimista:

  • EXTERNABILIDAD: la causa del evento nunca está bajo mi control
  • INESTABILIDAD: la causa del evento no siempre está presente
  • ESPECIFICIDAD: la causa del evento se aplica especificamente al evento presente

Para los pesimistas los buenos eventos no dependen de él, son aquellos que se presentan como externos, inestables y específicos. Sin embargo, los malos eventos son los que consideran internos, globales y estables.

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Estudios realizados demostraron que tras la exposición a algo dañino y molesto se aprende un sentimiento de indefensión, uno cree que no puede cambiar ni controlar lo que le sucede.  Un gran porcentaje de los testeados no demostraron ningún interés en luchar contra lo molesto en un segundo intento, de antemano se daban por vencidos, solamente por haber estado expuestos una vez a lo negativo.

Muchas personas funcionan de esta manera, una vez que son heridos en el amor, tienen un accidente, son despedidos, etc, asumen que todo saldrá mal en una siguiente oportunidad, limitándose a sí mismos de continuar viviendo una vida de calidad.  Aunque no todo está perdido, uno puede aprender a ser optimista y en la siguiente entrega trataremos este tópico.

¿Qué es la Psicología Positiva?

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Es una disciplina que nace hace unos pocos años gracias al trabajo de Martin Seligman,  cuya meta es centrarse en las fortalezas del ser humano en lugar de la patología.  Usualmente la psicología se ha abocado a trabajar la enfermedad, a quedarse ligada  en los aspectos negativos del sujeto, ignorando las más de las  veces el poderoso potencial del ser humano.

Lejos de ser una manera simplista de ver la vida, la Psicología Positiva se dedica al estudio científico de las emociones positivas,  el buen humor, el optimismo, las fortalezas del ser humano, sus cualidades, con la finalidad de promoverlas.

Su meta es que el sujeto se sienta a gusto con la vida que palpita, que tenga un propósito que lo haga despertarse con una sonrisa todas las mañanas, se busca que la persona pueda ser plena en todo sentido de la palabra. Se busca cambiar el foco de preocupación de la psicología, en lugar de reparar lo que está roto hay que construir cualidades positivas.

Seligman propone 24 fortalezas reunidas en seis virtudes, las cuales pueden ser medidas por el test VIA de Fortalezas personales (VIA signature strenghts questionnaire). Ubicadas dentro de la virtud sabiduría y conocimiento nos encontramos con:

  • curiosidad
  • amor por el conocimiento y el aprendizaje
  • juicio, pensamiento crítico, mentalidad abierta
  • originalidad, inteligencia práctica
  • perspectiva

Dentro del coraje:

  • valentía
  • perseverancia y diligencia
  • integridad, honestidad, autenticidad
  • pasión por las cosas y vitalidad

Dentro de humanidad:

  • amor, capacidad de amar y ser amado, apego
  • amabilidad, generosidad
  • inteligencia emocional, personal y social

Dentro de justicia:

  • ciudadanía, civismo, lealtad, trabajo en equipo
  • sentido de justicia
  • liderazgo

Dentro de moderación:

  • misericordia, capacidad de perdonar
  • humildad
  • prudencia, discreción
  • auto-control

Dentro de trascendencia:

  • capacidad de asombro, aprecio por la belleza
  • gratitud
  • proyección al futuro, esperanza y optimismo
  • fe, espiritualidad

Gracias al trabajo de Seligman y sus colaboradores, se ha demostrado la eficacia de la Psicología Positiva en el tratamiento con personas depresivas, borders e incluso sujetos con tendencias suicidas.

Es una nueva manera de mirar la psicología que no pretende ser mejor que ninguna corriente, sino quizás ampliar la eficacia de las diversas escuelas ya conocidas. Es hora de ver más allá, es hora de cambiar tu vida.