El autosabotaje es el enemigo número uno de todos tus sueños, te mantiene encerrado en una zona de confort engañosa que no te permitirá crecer nunca. Hoy aprende a derrotarlo.
Podemos definirlo como aquellas acciones, pensamientos y conductas negativas que te impiden alcanzar tus sueños. Ya sea un cambio de trabajo, tener una relación amorosa sana o cambiar tu estilo de vida. Te mantiene en un terreno previsible y además es un mecanismo de defensa inconsciente, el cual lastimosamente intenta protegerte de grandes cambios, de la posibilidad de fracasar, del estrés o incluso te puede intentar rescatar del éxito. Finalmente ser quien deseas ser puede ser muy aterrador si no te sientes preparado.
Quienes se sabotean despliegan una variada serie de conductas, como por ejemplo negar sus emociones, compararse siempre con los demás, rodearse de personas tóxicas, estancarse en una duda eterna.
¿Cuál es su origen?
Como la mayoría de las cosas usualmente encontramos el autosabotaje en patrones aprendidos de la niñez, de nuestra familia. Puede provenir de miedos que nos heredaron, críticas constantes, falta de confianza en ti mismo, miedo de brillar porque sientes que no lo mereces o que no puedes ser mejor que tu familia.
Distintas clases de de autosabotaje
1. No lograr terminar nada
Comienzas con entusiasmo un proyecto para abandonarlo fácilmente, te sientes frustrado, te aburres y no puedes concretar tus cosas. De esta manera te cuidas de no fracasar, de evitar conocer tu potencial y te encierras en la mediocridad que detestas.
2. Procrastinación
Posponer actividades que te harán bien, ya sea reemplazándolas por tonterías o cosas que no te ayudarán a lograr tus objetivos. Siempre dejas para mañana lo que deberías hacer hoy, y a veces un mañana que jamás llega.
3. Perfeccionismo
Él paraliza, si no es perfecto entonces no vale la pena. Te envuelves en expectativas tan elevadas que mejor no hacer nada, total seguramente no lo vas a conseguir. Puedes perder el tiempo buscando tantos detalles o esperando actuar en el momento exacto, que te pierdes la vida esperando algo que no llega. Como reza el dicho, toma el momento y hazlo perfecto.
4. Excusas
Y aquí encontramos de las más variadas, como la clásica “no tengo tiempo”. Evitar enfrentarte al desafío solamente hace que tus anhelos se disuelvan en pedazos.
Los síntomas del autosabotaje
- Miedo
- Inseguridad, dudas
- Sentir que no estás en control de nada
- Falta de confianza en ti mismo
- Comparaciones
¿Cómo evitarlo?
Descubre aquellas situaciones en las que te saboteas, puede ser que solamente estés aplicando esta trampa a un área específica de tu vida.
Entiende que mereces ser feliz y lograr tus objetivos. Descubre qué es lo que realmente deseas. El fracaso es parte del éxito, equivocarse solamente te hace crecer.
Piensa menos y actúa más, el sobre pensar todos los escenarios posibles o si estás tomando la decisión correcta, solamente hace que te estanques. Un poco de impulsividad positiva hará que dejes de lado el tardar tanto al tomar una decisión.
Sé honesto contigo y hazte cargo de tus decisiones. No te castigues si te has equivocado, asume la responsabilidad de tu vida y centra tus esfuerzos en aquellas cosas que puedes controlar, sin importar qué tan pequeñas sean. Hará la diferencia.
Si te dejas arrastrar por el miedo y el desastre, solamente vas a estancarte. Haz las cosas a pesar del miedo, incluso un poco de miedo puede ser tu adrenalina para alcanzar lo que quieras. Tus metas tienen que desafiarte, entusiasmarte y hasta pueden asustarte un poco.
Reconoce tus trampas mentales, esas cosas negativas que te dices todo el tiempo, esas actitudes que te llevan lejos de quien quieres ser.
Comienza poco a poco, estableciendo metas sencillas, tomándote el tiempo de alcanzar pequeños pasos. Debes entrenar tu mente y emociones para que jueguen a tu favor, debes convencerlas de que sean tus aliadas y no tus enemigas.
Puedes lograrlo con práctica y paciencia. Espero que pronto logres todo lo que quieras.
¿Te Gustaría Que Trabajáramos Contigo Para Potenciar Tu Bienestar Emocional y Tu Optimismo?

duelo se va a prolongar más de lo debido. Los profesionales difieren en cuánto es lo esperado por un duelo, algunos nos dicen seis meses, otros dos años, pero más allá de las diferencias, un duelo que siga provocando en nosotros un dolor desgarrador pasados los dos años evidencia que no estamos pudiendo lidiar con el dolor y la angustia de la manera más saludable.

profesarle a alguien en caso de que el atacante haya sido alguien conocido. Las consecuencias son variadas y terribles, ese tipo de violencia afecta la psiquis, las emociones, incluso puede afectar al cuerpo. Las manifestaciones de las consecuencias pueden darse bajo la forma de depresión, ansiedad, fobias, problemas psicosomáticos. Hay cierta dificultad para regular el afecto, la persona al estar sobrecargada de emociones puede sentirse como transitando por la vida anestesiada, casi sin sentimientos. Quienes han sido abusados también sienten muchísima furia, problemas de relacionamiento con los demás a nivel sexual y social, son demasiado permisivos o rígidos en cuanto al establecimiento de límites, desvalorización personal, tendencia a adicciones o problemas de alimentación, se sienten confundidos, les cuesta muchísimo confiar en los demás, sienten temor a perder el control de las situaciones, amnesia, disociación (sentirnos como si estuviéramos fuera de nuestro cuerpo). Quienes padecen del abuso suelen sentirse culpables y muchas veces responsables de lo ocurrido cuando obviamente esto no es cierto. Nadie tiene derecho a lastimarte.
los demás nos acepten, sin embargo, llega un punto en que este deseo se nos escapa de las manos e incluso lo que opinan los otros pasa a ser tan relevante que comienza a ejercer su influencia sobre las cosas que hacemos, sobre lo qué decidimos, sobre cómo actuamos.


autocompadeciéndonos, negándolas, enfrentandonos a ellas, aceptándolas. Pero ante aquello que se presenta como doloroso o problemático en nuestra vida también podemos utilizar otra modalidad, una que siempre termina siendo nociva para nosotros y es cuando nos mentimos a nosotros mismos. Cuando decimos entender un problema, cuando decimos que estamos haciendo todo lo posible para superarlo, cuando decimos buscar ayuda.