El desorden de pena prolongada (prolonged grief disorder) ocurre cuando un duelo en curso queda estancado, y los síntomas comienzan a extenderse más de lo esperado, dejando a la persona paralizada en el dolor por la pérdida por muchos años, además de un deseo poco realista de volver a reunirse con la persona fallecida.
Si perdemos un vínculo muy añorado o si la pérdida fue demasiado trágica o repentina el proceso de duelo se va a prolongar más de lo debido. Los profesionales difieren en cuánto es lo esperado por un duelo, algunos nos dicen seis meses, otros dos años, pero más allá de las diferencias, un duelo que siga provocando en nosotros un dolor desgarrador pasados los dos años evidencia que no estamos pudiendo lidiar con el dolor y la angustia de la manera más saludable.
La pena prolongada se caracteriza por sentimientos de rabia, tristeza, desesperación, culpa, vacío, traición y negación. Los pensamientos que están presentes son del tipo de que no es justo, de que es nuestra responsabilidad o incluso podemos no sentir la muerte como algo real. Pueden aparecer pensamientos intrusivos acerca de la relación con la persona que ya no está, sentimientos de desasosiego y un deseo muy fuerte de volver a encontrarse con la persona fallecida.
También se pueden observar otros síntomas como confusión acerca de cuál es nuestro rol en la vida, pérdida de propósito, sentir que una parte de nosotros ha muerto. Hay una dificultad persistente en aceptar la pérdida. La persona siente que no puede confiar en los demás, se muestra amargada, estancada en su vida, puede parecer como si no sintiera nada, apartada de las demás experiencias, ensimismada.
Quien está sufriendo comienza a apartarse de los grupos sociales o deja de realizar actividades que antes disfrutaba, puede verse involucrada en reacciones adictivas o autodestructivas.
A nivel somático la persona se sentirá en extremo fatigada, sin motivación, perderá el apetito y presentará problemas en el sueño, también podrá manifestar síntomas de ansiedad.
Estos síntomas comienzan a mostrar un malestar clínicamente significativo en el sujeto, afectando áreas como lo social, lo familiar y lo laboral.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
Lo que ha demostrado ser más efectivo es la terapia, no todas las personas responden adecuadamente a la medicación. La terapia cognitivo conductual y las terapias de grupo parecen ser las más efectivas.
Estos tratamientos pueden ser integrados con otros como la psicología positiva, además de otras técnicas como el mindfulness, aprender a manejar el stress, trabajar en nuestras estrategias de afrontamiento, aprender a regular nuestras emociones y psicoeducación.
Es importante saber que no estamos solos en estos procesos, que existe la salida del dolor. Quedarnos congelados en el sufrimiento solamente empeora las cosas, busca ayuda y encuentra la paz.
muy buen artìculo
ESTO ES REALMENTE INTERESANTE ME SUCEDIO Y FUE HORRIBLE ME ACOPLE A UN GRUPO DE 4TO Y 5TO PASOS DONDE ME ARRANCARON ESA TERRIBLE SOLEDAD Y VACIO POR LA PERDIDA DE MI MAMA YA PARECE SER KE LA LLEVO DE GANA PERO ME PROVOCABA YO MISMA EL DOLOR CON COSAS PULSO CORTANTES PARA NO SENTIR MI DOLOR EN MI INTERIOR HICE MUCHO MAL PORKE ME DOLIA MUCHO
Yo estoy cada dia peor , hace seis años perdi a mi esposo y no encuentro lugar en esta vida , me siento sola sola , tengo cuatro hijos y es como si yo no existiera , ya no se que hacer , quisiera morirme de una vez .