Psicología Positiva: Cero stress

Psicología Positiva: Cero stress

El stress se muestra como el gran enemigo de nuestra rutina, nos cansa, nos agobia, nos quita productividad y peor aún, incluso puede tener graves consecuencias para nuestra salud.  Sin embargo, no nos olvidemos que poseemos una capacidad asombrosa para adaptarnos, para buscarle  el sentido a las experiencias negativas, para aprender a crecer gracias a las adversidades. Esta cualidad innata en nosotros está más desarrollada en algunos sujetos, pero tú puedes escoger ser uno de los privilegiados.

Desde la Psicología Positiva podemos lidiar con el stress haciendo uso de herramientas sencillas que ya tenemos pero que solemos olvidar de que existen en nosotros o sencillamente no le brindamos la importancia que tienen.

El humor se nos presenta como un aliado para vivir una vida más tranquila y placentera, busquemos cultivarlo ya sea en salidas con amigos o dedicándonos al menos una vez por semana a mirar una buena película cómica. ¿Sabían que al reír se mueve el diafragma y el abdomen se contrae? Esto produce un efecto muy relajante en nuestros músculos del cuerpo así como los del rostro. La risa también es la responsable de bajar los niveles de cortisol, hormona vinculada con el estrés fisiológico producido por enfermedades o cirugías.

El optimismo puede ser utilizado también para disminuir nuestros niveles de stress, ya que nos permite ver la vida de una manera más despreocupada y nos conduce a confiar en nosotros y en nuestras capacidades. Es confiar en que si nos esforzamos y le impregnamos valor a las cosas que hacemos el futuro será como lo planeamos. El optimismo nos permite enfrentarnos a las adversidades con perseverancia y nos ayuda a entender que dentro de todo lo malo siempre hay un aprendizaje. Debemos enfocarnos en encontrar soluciones, no regodearnos en la miseria de nuestros problemas.

Cultiva el buen humor, aprecia el momento presente y disfruta cada detalle del mismo, no te sobre exijas ni tampoco caigas en la apatía, intenta vivir una vida equilibrada, no le des a las situaciones más importancia de la que tienen, intenta agregar en tu rutina actividades que te generen placer. Cambia tu perspectiva si la que tienes ahora no te está dando resultados, a veces todo se reduce a una simple elección y si sientes que no puedes solo, sabes que siempre puedes contar con la ayuda de un profesional. El primer paso radica en utilizar lo que ya posees y sacar provecho de tus propias fortalezas. Vive la vida…ama la vida…cero stress.

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Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com

Mi diván online. Una revista en construcción

Buenos días queridos lectores. En esta ocasión quiero contarles acerca de un nuevo proyecto que estaré comenzando a la brevedad posible. Se trata de una revista online sobre Psicología, cuyo objetivo será continuar aprovechando esta poderosa herramienta que es Internet, en pos de apuntar a generar más espacios de reflexión y encuentro que mejoren nuestra calidad de vida.

Este nuevo sitio contará además, con la valiosa colaboración de la Lic. Mariana Alvez Guerra en la publicación de artículos. Igualmente,  podrán leer nuevos artículos míos aquí también, por lo que sin duda seguiremos en contacto.

Aprovecho esta oportunidad para recordarles que si lo desean, pueden sugerir temas para ser abordados próximamente.

Muchas gracias por su interés en nuestro trabajo. Que tengan un precioso día;

Pilar Naveira

http://www.midivanonline.com

Consultas gratuitas

La psicología debe estar al alcance de todos, debemos encontrar una solución a ese problema que está obstaculizando nuestro derecho a ser feliz, por eso he decidido lo siguiente.

Para quienes viven en Uruguay estaré implementando a partir de hoy consultas gratuitas via teléfonica que tendrán el costo tan sólo de la llamada local. Serán realizadas todos los miércoles de 16.30 a 18:00 a través del teléfono 707-76-99.

Las preguntas deben ser puntuales ya que esto no es una terapia sino un consejo psicológico sobre una temática específica.

Espero sus consultas, hoy puede ser el día para comenzar a cambiar tu vida.

Tus emociones positivas al máximo

La felicidad en el aquí y ahora está constituida por dos estados distintos,  los placeres y las gratificaciones. Los primeros tienen un componente emocional y sensorial e implican escaso pensamiento o ausencia del mismo. Las gratificaciones por su parte, hacen que estemos inmersos en ellas y que en cierta manera perdamos la conciencia propia. Aquí están presentes los pensamientos, las interpretaciones, están relacionadas con la puesta en práctica de nuestras virtudes y fortalezas.

No es fácil basar nuestra vida sólo en placeres ya que los mismos son efímeros y además nos acostumbramos a ellos, lo que hace que pierdan su efecto demasiado rápido.

Para poder sacar provecho a estos placeres debemos introducirlos en nuestra vida tanto como nos sea posible, la clave radica en que transcurra más tiempo entre estas experiencias. Si usualmente adoras el helado y lo consumes cada tres o cuatro días, comienza a hacerlo cada seis o siete.  La sorpresa y el espaciamiento logran que no nos acostumbremos a esos placeres y que no pierdan su fuerza.

Debemos aprender a saborear cada momento placentero, hacernos concientes de su presencia y prestarle atención.  Existen cinco técnicas que nos conducen a llevar a cabo esta meta:

  • Compartir experiencias placenteras con otras personas
  • Guardar la experiencia en la memoria, mediante fotografías o escogiendo algún recuerdo fisico del lugar o del evento, ya sea una piedra, una flor.
  • Autoelogio, hablar con los demás de lo vivido y decirles lo importante que era para ti llevar a cabo esto en tu vida.
  • Agudizar la percepción, concentrarse especialmente en ciertos detalles.
  • Ensimismamiento, permanecer absorto sin pensar en nada, solamente nos concentramos en lo que estamos sintiendo.

Presta especial atención a todo lo que te rodea, usualmente vamos perdidos en nuestra rutina como si estuvieramos en una especie de piloto autómatico. No  nos detenemos a ver las formas extrañas de las nubes en el cielo, o el juego de un par de cachorros en el parque, ni siquiera la sonrisa de quienes conversan alegremente. Hay que desacelerar nuestro estado mental, siempre estamos pensando en lo que tenemos que hacer mañana, o dentro de diez minutos. Nos resulta difícil silenciar nuestros pensamientos y sólo disfrutar lo que está pasando ahora, en este preciso minuto, segundo.

En cuanto a las gratificaciones podemos decir que están relacionadas con la buena vida, se caracterizan por hacer nacer en nosotros un estado de ensimismamiento, nuestra conciencia es como si se apagara y hay una total ausencia de emociones.  Las gratificaciones pueden incluso no brindarnos disfrute en ese mismo momento, pero cuando las recordamos nos encantaría volver a repetirlas.

Entre las gratificaciones encontramos actos de caridad, escribir un libro, prepararnos para un examen extremadamente importante, bailar, etc. Las tareas incluirán un reto para nosotros y requerirán de nuestra habilidad, estamos concentrados y apuntamos a ciertos objetivos, nos implicamos de manera profunda, el tiempo se detiene. Estamos en un estado de fluidez. No hay emociones positivas en el momento, ya que más que nada es nuestro pensamiento el que nos está dominando.

Cuando nos dejamos llevar por el mundo de las gratificaciones, estamos invirtiendo en nuestro «capital psicológico», en nuestro crecimiento, en nuestro futuro.

Las gratificaciones en definitiva enriquecen mucho más nuestra vida que los placeres. Tendemos a la felicidad instántanea, pero la verdadera felicidad radica también en nuestro esfuerzo. Las recetas rápidas traen consigo depresión y desilusión. Debemos ejercitar nuestras virtudes, detectar nuestras fortalezas y ulizarlas en pos de nuestro bienestar.

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Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com

Emociones positivas y sus ventajas

Aunque no lo crean, las emociones positivas juegan un papel muy importante en nuestra evolución ya que incrementan, a la vez que hacen más perdurables, nuestros recursos sociales, intelectuales y físicos.  Gracias a estas emociones nuestra actividad mental es abierta, creativa y estamos dispuestos a darle una oportunidad a las nuevas ideas y experiencias. Las personas con actitud positiva se muestran más generosas y su manera de pensar se concentra en resaltar lo que está bien, lo bueno que ha sucedido.

La felicidad trae consecuencias agradables en todos los ámbitos de nuestra vida. Estudios han demostrado que las personas que son felices con su trabajo son las más productivas y además quienes suelen percibir ingresos más elevados.

Al tener un estado de ánimo positivo, estamos armándonos de un escudo protector ante las situaciones adversas de la vida. Las personas felices soportan mejor el dolor que los demás y son más precavidas en cuanto a su salud y su seguridad. Cuentan también con una vida social intensa y son más altruistas que las personas infelices, esto sucede porque cuando estamos tristes nos tornamos introvertidos, desconfiados y estamos demasiado ocupados en nuestro propio dolor como para pensar en el bienestar de los demás.

Al sentir emociones positivas no solamente estamos disfrutando nosotros, sino que vamos creando una predispoción a hacer sentir al resto de las personas a nuestro alrededor más  cómoda en nuestra compañía. Estaremos dispuestos a disfrutar del amor, la salud, la amistad, el cariño. Ganamos nosotros e indudablemente ganan los demás. Una madre contenta hará que su hijo crezca seguro y feliz. Un marido conforme con su vida hará sentir a su esposa especial y amada.

Las emociones positivas pueden incrementarse en nuestra vida, ¿cómo lograrlo? Eso lo leeremos en el próximo artículo.

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El perdón (parte 2)

Siempre existirá alguien que nos lastime y está en nosotros cómo decidir reacionar. Perdonar a alguien puede ser uno de los retos más complicados pero si podemos lograrlo, podremos finalmente sentirnos liberados.

Cuando perdonamos a alguien podemos sentirnos mejor, dejar ir esa sed de venganza, comenzar desde cero y emprender nuevas metas sin desgastarnos emocionalmente por ese enojo.  Son los pensamientos negativos intensos y cotidinanos sobre nuestro pasado los culpables de sentirnos infelices y sin paz.

Tenemos nuestras razones para aferrarnos a nuestra rabia,  en algunos casos se considera que perdonar es injusto, ya que quien nos ha hecho daño debe pagar por su transgresión de la peor manera.

Everett Worthington propone un ejercicio llamado REACE que consiste en lo siguiente: Primero debemos pensar en el daño realizado de la manera más objetiva posible.

Luego hay que sintonizarnos con nuestro sentimiento de empatía, coloquemonos en el lugar del otro y tratemos de entender por qué hizo lo que hizo, cuál pudo haber sido su motivación, es posible tal vez que haya tenido en parte razón, quizás nosotros hicimos algo para herir sus sentimientos primero. Piensa en todos los posibles escenarios.

Permitámonos sentir nuestro altruismo, piensa en aquella situación donde tú has sido el que ha cometido un error del cual estás arrepentido y deseaste el perdón con todas tus ansias. El perdón es un obsequio que no solamente hará feliz a otra persona, sino también a ti mismo.

Si decides perdonar debes comprometerte a hacerlo, ya sea escribiendo una carta o comentando tu decisión a alguien.

Y no puedes dejar ir el perdón, debes «engancharte» a él. No se trata de olvidar lo sucedido pero sí de mirarlo desde otra perspectiva, comprendiendo que no somos perfectos y que a veces somos dañados no por maldad, sino por mera equivocación humana.

Practica este ejercicio de amor y comienza a vivir de una manera más tranquila y significativa.

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Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com

El perdón (parte 1)

He mencionado con anterioridad la importancia del perdón. El perdón puede parecer algo muy altruista, sin embargo, yo considero que en cierta manera es un tanto egoísta en la medida de que quienes realmente se liberan de una carga emocional importante cuando perdonamos somos nosotros.

El resentimiento hacia los demás va creciendo en nuestro ser lentamente, es como un veneno insidioso que nos repleta de odio y nos hace perder  fuerza. Toda esa rabia acumulada sin descarga se va convirtiendo en una reserva de energía que nos distraeará de poder dedicarle  el tiempo a algo más importante.

El acto de perdonar incluso puede considerarse un acto de amor, pero no únicamente hacia nuestro prójimo sino también hacia nosotros.

No debemos olvidarnos de la importancia de perdonarnos y en http://www.thepowerofforgiveness.com/index.html podemos encontrar ejercicios para lograr este cometido.

Lo primero que debemos hacer es escribir detalladamente un evento que nos haya sucedido donde sea necesario que nos perdonemos a nosotros. Tenemos que ser concientes de nuestro dolor, de nuestra angustia. Hay que releer lo que escribimos y preguntarnos ¿hace mucho que nos sentimos así? ¿Esto afecta nuestra vida o la manera en que interactuamos con los otros?

A veces es necesario que realicemos estos ejercicios con ayuda, asi que no dudes en contactarte con un amigo o un profesional para poder ayudarte con este proceso. Debes hacer el duelo e intentar ir más allá del rencor, nadie es perfecto y si puedes perdonar a los demás por no serlo, con más razón debes perdonarte a ti mismo. Hay que dejar ir las emociones negativas relacionadas con el evento, admite que eres una buena persona que no mereces ser castigada o sufrir.

Una vez realizado esto, toma la lista que has escrito y quémala como un símbolo de que estás dejando ir el dolor, el rencor, esa rabia que te paraliza y te empuja a auto castigarte sin misericordia.

Continúa con tu vida dejando atrás aquel odio y si el evento resurge  recuerda que ya te has perdonado a ti mismo y has sido lo suficientemente sabio para valorarte y saber que nada bueno nace de presionarte o despreciarte.

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Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com

Ejercicio: Carta de agradecimiento

Ser agradecidos por las cosas y personas que tenemos en nuestra vida es un paso fundamental para ser más feliz. Abrir bien los ojos y comprender que nos rodean un montón de elementos, de detalles, que enriquecen nuestra vida nos hace sentir mejor, con más calma, con más alegría.

Existe un ejericio muy bonito en Psicología Positiva que nos permite conectarnos con  quienes amamos de una manera más profunda. Este ejercicio consiste en escribir una carta diciendole a esa persona todo lo especial que es para nosotros,  por qué le estamos agradecidos, cuál es la  influencia que ejerce sobre nuestros días. La entrega de la carta puede ser realizada de manera destacable, quizás llevando a esa persona a su lugar favorito o  decidir entregar la carta junto con un pequeño presente.

Este ejercicio te hará sentir feliz a ti y a quien reciba la carta, no debes dejar pasar la oportunidad de hacerle saber a quienes amas lo importante que son para ti. Las relaciones humanas son vínculos poderosos que tienen el potencial de brindar significado a tu vida. Los demás pueden influir positivamente en nosotros de mil maneras, grandes o pequeñas. Me gustaría contarles una historia personal de agradecimiento.

Yo nací con una enfermedad cardiovascular conocida como estenosis subpulmonar. Los médicos estaban convencidos de que sólo se trataba de un soplo del corazón, una condición bastante común en realidad.  Mi madre, quizás por su instinto maternal, no lo sé, estaba convencida de que ese extraño ruido que escuchaba en mi pecho, «como si rugiera un tigre» (palabras textuales) era mucho más que un sencillo soplo.

Asustada se dirigió a los médicos y les exigió que realizaran en mí un cateterismo. Ellos se enfurecieron, creían que era una locura someter a una pequeña niña a tal procedimiento sólo para despejar dudas cuando era evidente que no tenía nada grave. A mi madre la trataron muy mal, le exigieron firmar papeles donde los médicos se libraban de toda responsabilidad. Ellos creían que todo aquel esfuerzo era innecesario.

Una vez que el cateterismo terminó fueron a pedirle disculpas a mi madre, habían descubierto la estenosis y aún no podían salir de su asombro. Gracias a ella hoy estoy viva y tengo la oportunidad de ayudar a las personas, no de sus enfermedades físicas, pero si de las enfermedades del alma.

Estoy orgullosa de mi madre porque ella fue fiel a su instinto, a su preocupación y luchó para quitarse la duda, una duda que culminó en certeza. Así que por eso, gracias mamá.

Ahora es tu turno de expresar lo que sientes por aquellos que todos los días hacen nacer una sonrisa en tu rostro, por quienes te cuidan y te respetan, por quienes se preocupan por ti, por quienes te aman profundamente.

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Psicología Positiva: Preguntas Frecuentes

 

Christopher Peterson en su libro A primer in Positive Psychology nos habla de las dudas más frecuentes que surgen cuando hablamos  de Psicología Positiva. Aquí comparto las respuestas con ustedes.

¿Es la psicología positiva sólo una ciencia de la felicidad?

La felicidad y el placer son de suma importancia para nuestra corriente, aunque también  nos abocamos al estudio de los rasgos positivos, así como el estudio de los valores, intereses, habilidades y talentos. También nos conciernen las instituciones sociales que contribuyen a una buena vida como el matrimonio, la familia, la religión, la educación.

¿Cuál es la relación entre la Psicología Positiva y la Psicología Humanista?

El Humanismo es la doctrina que nos dice que las necesidades humanas y los valores tienen más relavancia que los objetos materiales, lo que conlleva a que la gente no pueda ser estudiada simplemente como parte del mundo material. Es una corriente que le brinda relevancia a las metas que las personas persiguen, la importancia de sus decisiones y la racionalidad. La existencia y su significado son las interrogantes más fuertes de esta corriente.

La Psicología Positiva se preocupa tanto por lo bondad y la maldad de las personas; mientras que los humanistas suelen asumir que las personas son inherentemente buenas. La Psicología Positiva demuestra un fuerte interés en comprobar científicamente sus postulados, los humanistas a veces se muestran escepticos en cuanto a la ciencia y su habilidad para dar respuesta a los temas que realmente importan.

¿Es la Psicología Positiva algo más de lo que los maestros nos han enseñado?

La respuesta a esto es sí, investigamos mucho más de cosas que ya son obvias para el conocimiento poular. Por ejemplo, luego de una ruptura amorosa, muchas personas tienden a exagerar las consecuencias de este evento, considerando que sufrirán por años o que jamás conocerán a alguien que los ame de nuevo. Usualmente el tiempo de duelo es mucho menor al que consideraron en un principio y en la mayoría de los casos se vuelven a enamorar a pesar de aquellas predicciones fatalistas. Este es un hallazgo muy interesante que nos demuestra que el pronóstico emocional de los sujetos en la mayoría de los casos es erróneo,  y parecen no aprender esto aunque atraviesen repetidas experiencias que pongan en cuestionamiento su creencia.

Otra creencia arraigada es que ser esbelto y tener dinero brindara suprema felicidad, sin embargo, se ha demostrado que este no es el caso. La Psicología positiva debe derribar los mitos de las creencias populares  y para esto, los métodos científicos son el mejor aliado.

¿Es la Psicología Positiva indiferente al sufrimiento?

Un mejor entendimiento del bienestar ayudará a las personas en general, ya estén atravesando por una situación problemática o no. El nexo entre el sufrimiento y el bienestar es un tema que merece ser estudiado.

Ciertas personas luego de una experiencia traumática surgen de ésta sintiendo una mayor apreciación por la vida, con una perspectiva más alegre y profunda de lo que los rodea.

El sufrimiento importa, pero no tratamos de enfocarnos únicamente en lo que la persona carece, sino en esas fortalezas que ya posee para ser feliz.

¿Acaso la vida no es trágica?

Nos acusan de que ignoramos el hecho de que la vida es trágica de por sí, las enfermedades, la muerte, las crisis mundiales, las guerras. Estas cosas son terribles, pero la mayoría de las personas no vive todas ellas necesariamente y aún así se aferran a una visión oscura del mundo como si esta fuera la decisión más inteligente. Hay cosas malas, pero siempre pueden existir cosas peores. Podemos aferrarnos a la cómoda decisión de que nada va a cambiar, de que nada merece la pena, de que no tenemos control sobre lo que sucede, ¿pero para que hacer esto cuando vivir desde una perspectiva donde se aprende a apreciar las cosas que sí tenemos resulta mucho más satifactoria?

¿Son estúpidas las personas felices?

Ciertos sujetos prefieren decir que existe un vínculo innegable entre la idiotez y la felicidad. Este estereotipo ha nacido en parte gracias a la creencia mencionada de que la vida es trágica y creer lo contrario es mera ignorancia.

Cuando se han comparado la vida de las personas felices y la de quienes no lo son, los estudios demostraron que una persona optimista y feliz  es más exitosa en diversas áreas de su vida, cultiva relaciones emocionales profundas y hasta puede vivir por más años. El beneficio intelectual de ser feliz, es que al encontrarnos en este estado, somos capaces de pensar de una manera más creativa y flexible.

¿Existe una Psicología Negativa?

No, la psicología clásica es necesaria y ha tratado diversos temas y patologías importantes. La Psicología Positiva se muestra como una corriente que sin desprestigiar el conocimiento más clásico, se concentra en otras áreas que han sido olvidadas como la felicidad, el optimismo, el perdón, el talento, la creatividad.

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Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com

Emociones positivas en los niños

Los niños pequeños suelen experimentar diversas emociones positivas y estas son ampliables, acumulativas y permanentes. Además de lo agradable que es experimentar estas emociones, también contribuyen al crecimiento y a la optimización de los recursos físicos, sociales y cognitivos. Despierta la necesidad de explorar y así el niño comienza a dominar las situaciones y su entorno. Este dominio va induciendo nuevas sensaciones positivas que a su vez lo impulsan a continuar explorando y a tener más dominio, se convierte así en un espiral ascendente de emociones placenteras.

Los padres deben centrarse en aumentar los rasgos positivos y no solamente preocuparse por los rasgos negativos. Martin E.P Seligman nos propone en su libro La auténtica felicidad técnicas para incrementar las emociones positivas en los niños. Él nos aconseja que los padres deben dormir con su bebé durante los primeros meses de vida. Esto tiene como finalidad la creación de vínculos de amor fuertes. Cuando el bebé despierta lo primero que ve es el rostro de sus padres, lo que generará más seguridad y además, en el caso de los progenitores que deben trabajar, es una oportunidad para compartir más momentos con el pequeño. Usualmente son las madres quienes tienen un vínculo más fuerte con el bebé, pero de esta manera el padre puede también participar de una manera más activa,  no sintiendose excluido e incluso puede contribuir positivamente a la unión sentimental de la pareja.

Los juegos sincrónicos son juegos interactivos entre padres e hijos que pueden ser puestos en práctica en cualquier situación. Las capacidades que tiene un bebé van ampliándose casi semanalmente y los juguetes se convierten en herramientas para nuevos desafíos que inspirarán la fluidez y el sentimiento de logro. Las cajas de cartón, los bloques de construcción y hasta los diarios y revistas, son útiles para experimentar y divertirse al mismo tiempo. Cuando vean a su hijo absorto en un juego, traten de no cortar su inspiración con brusquedad, es recomendable que diez minutos antes de que deban terminar de jugar se los ponga sobre aviso, asi le darán tiempo de finalizar con alegría y no sobresalto.

Deben ser cuidadosos con la utilización exagerada de la palabra NO, es necesario utilizarlo para implementar límites o alertar sobre un peligro, pero usualmente los padres utilizan este término indiscriminadamente para aquellas cosas que les resultan molestas del pequeño, en vez de solamente darles el uso que corresponde. Por ejemplo, puede resultarnos molesto que el niño nos pida un montón de juguetes cada vez que hacemos las compras. Para evitar un no rotundo, podríamos simplemente decirle que anotaremos ese juguete para la lista de navidad o para su cumpleaños. Si está peleando con su hermano, golpeandolo, podríamos decirle que eso le duele al hermano y que jueguen despacio para que ambos se diviertan. Los «no» sólo deben ser utilizados cuando realmente los pequeños se encuentren ante un peligro, cuando una actitud simplemente sea molesta, pensemos en maneras alternativas de llamarle la atención sin recurrir necesariamente a la negativa. Si los niños se acostumbran a escuchar el no a cada instante, se convertirán en personas pasivas, con falta de iniciativa.

En cuanto al elogio y al castigo hay que tener en cuenta el postulado de la estima positiva. No se puede elogiar al niño porque sí, debió haber hecho algo para ganarselo. Si se entregan elogios desmedidos que nada tengan que ver con el dominio que el niño ejerce en alguna tarea, estamos debilitandolo de cierta manera. Se lo festejará de acuerdo al logro obtenido, a mayores logros, como decir su primer palabra por ejemplo, mayores elogios. El amor y el cariño sí deben ser incondicional, pero no así los halagos. Cuando es necesario imponerle un castigo a un pequeño, hay que centrarse en la conducta negativa, si rompió el jarrón centremonos en el jarrón, no acompañe el reto con «no sirves para nada, eres un inútil, siempre estas rompiendo todo». El niño debe tener sumamente claro el motivo por el cual está siendo castigado y cuando él se comporte de manera caprichosa, se puede pensar en maneras alternativas de calmarlo sin recurrir al castigo. Una buena comunicación con el pequeño y la claridad de los límites ayudarán a controlar los caprichos infantiles.

La rivalidad entre hermanos es algo en extremo frecuente. Una manera efectiva de lidiar con la misma, se basa en hacer sentir a los hermanos mayores importantes, haciendole participar en el cuidado del bebé, haciendole entender que los padres tienen suficiente amor para todos. La rivalidad surge cuando los niños se sienten amenazados ante la idea de que ahora se los amará menos, pero una vez que les aseguremos que esto no es así mediante nuestros actos y una cuota de confianza en ellos, la rivalidad ya no será un inconveniente.

Antes de que el niño vaya a dormir es el momento ideal para compartir un lindo momento con los padres. Es la oportunidad que tienen los pequeños para recordar todas las cosas que hicieron durante el día y concentrarse en las experiencias positivas que vivieron. El estado de ánimo negativo no puede sobrevivir en alguien que está repleto de buenos recuerdos y creencias positivas. Los últimos pensamientos antes de entrar al mundo de los sueños deben ser imágenes bonitas, de alegría, para que nos aseguremos que duerman tranquilos y disfruten a pleno el descanso.

Un niño positivo es un niño feliz y será un adulto fuerte emocionalmente, seguro de sí mismo y que verá la vida de una manera alegre, alguien que podrá defender sus ideales y salir airoso ante los inconvenientes de la vida adulta.

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Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com