No a la inercia

Todos tenemos un ideal que queremos alcanzar, en nuestra mente podemos delinear exactamente cómo queremos ser, cómo nos queremos sentir, qué queremos obtener. Luego la realidad nos choca y cruelmente nos hace ver que estamos lejos de nuestra meta incluso hasta podemos llegar a decirnos que nunca lograremos lo que queremos. Y si nos repetimos este discurso lo suficiente vamos a creerlo. No solamente no vamos a ver nuestro sueño realizado en la realidad, sino que hasta nos privamos de soñar en nuestra mente y vamos ahogando nuestro propio deseo.

Una vida sin metas se convierte en insulsa, abandonar todo y darnos por vencidos es el precio más alto que podemos pagar y eso lentamente nos va a conducir a tener conductas depresivas o si ya eres depresivo te hundirás aún más. Esa escasa energía que nos va quedando, que lentamente se consume por los golpes que la vida puede darnos, no debemos dejarla ir, debemos alimentarla día a día para poder resurgir aún más fuertes.

Lidiaremos con un sinfín de altibajos diariamente pero eso no quiere decir que debemos matar esa pasión, ese deseo, que ha estado escondido entre las penumbras de nuestro anhelo por tanto tiempo. Hay que aprender a luchar con uñas y dientes, hay que aprender a desafiarnos y no conformarnos con lo que está al alcance, siempre podemos ir más allá.

La clave está en el placer y la paciencia, gran virtud que sólo unos pocos poseen pero que con trabajo puede ser cultivada. Hagamos cosas por nosotros que nos brinden felicidad, aprendamos a disfrutar pero sobre todo aprendamos a imaginar, a dedicarnos tiempo a crearnos nuestro ideal, a amarlo, a cuidarlo. Pero cuidado con colocar un ideal demasiado elevado, ya que si es demasiado difícil de alcanzar inetivablemente llevará a la frustración.

Una vez que sepamos lo queremos, pensemos en todo lo que podemos hacer para lograrlo. El no hacer nada inevitablemente conduce a la inercia y a un sentimiento de tristeza y desánimo. Así que el gran desafío yace en pensar qué podemos hacer y cómo podemos llevarlo a la práctica.

Siempre aconsejo que los cambios que se propongan sean paulatinos, no se puede pretender hacer un gigantesco cambio de la noche a la mañana. Ya que la ansiedad nos ganara y al no ver logros rápidos descartaremos todo y volveremos al mismo punto donde inicialmente nos encontrábamos.

Así que recuerden, una vez creado su ideal y que hayan pensado  en cómo poder alcanzarlo, prueben con metas sencillas, pasos muy pequeños y fáciles de llevar a la práctica. Lo que importa es mantenerse activo con respecto a nuestro sueño, de lo contrario vamos a ir perdiendo esa motivación y una vez que se escapa es difícil recuperarla. Sólo da ese primer paso y luego lentamente las cosas comenzarán a fluir a tu favor.

Ejercicio: Carta de agradecimiento

Ser agradecidos por las cosas y personas que tenemos en nuestra vida es un paso fundamental para ser más feliz. Abrir bien los ojos y comprender que nos rodean un montón de elementos, de detalles, que enriquecen nuestra vida nos hace sentir mejor, con más calma, con más alegría.

Existe un ejericio muy bonito en Psicología Positiva que nos permite conectarnos con  quienes amamos de una manera más profunda. Este ejercicio consiste en escribir una carta diciendole a esa persona todo lo especial que es para nosotros,  por qué le estamos agradecidos, cuál es la  influencia que ejerce sobre nuestros días. La entrega de la carta puede ser realizada de manera destacable, quizás llevando a esa persona a su lugar favorito o  decidir entregar la carta junto con un pequeño presente.

Este ejercicio te hará sentir feliz a ti y a quien reciba la carta, no debes dejar pasar la oportunidad de hacerle saber a quienes amas lo importante que son para ti. Las relaciones humanas son vínculos poderosos que tienen el potencial de brindar significado a tu vida. Los demás pueden influir positivamente en nosotros de mil maneras, grandes o pequeñas. Me gustaría contarles una historia personal de agradecimiento.

Yo nací con una enfermedad cardiovascular conocida como estenosis subpulmonar. Los médicos estaban convencidos de que sólo se trataba de un soplo del corazón, una condición bastante común en realidad.  Mi madre, quizás por su instinto maternal, no lo sé, estaba convencida de que ese extraño ruido que escuchaba en mi pecho, «como si rugiera un tigre» (palabras textuales) era mucho más que un sencillo soplo.

Asustada se dirigió a los médicos y les exigió que realizaran en mí un cateterismo. Ellos se enfurecieron, creían que era una locura someter a una pequeña niña a tal procedimiento sólo para despejar dudas cuando era evidente que no tenía nada grave. A mi madre la trataron muy mal, le exigieron firmar papeles donde los médicos se libraban de toda responsabilidad. Ellos creían que todo aquel esfuerzo era innecesario.

Una vez que el cateterismo terminó fueron a pedirle disculpas a mi madre, habían descubierto la estenosis y aún no podían salir de su asombro. Gracias a ella hoy estoy viva y tengo la oportunidad de ayudar a las personas, no de sus enfermedades físicas, pero si de las enfermedades del alma.

Estoy orgullosa de mi madre porque ella fue fiel a su instinto, a su preocupación y luchó para quitarse la duda, una duda que culminó en certeza. Así que por eso, gracias mamá.

Ahora es tu turno de expresar lo que sientes por aquellos que todos los días hacen nacer una sonrisa en tu rostro, por quienes te cuidan y te respetan, por quienes se preocupan por ti, por quienes te aman profundamente.

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Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com

Autoestima desde la infancia

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En numerosas ocasiones, tanto Mariana como yo hemos empleado la palabra autoestima en el marco de diferentes temáticas. ¿Pero de qué hablamos cuando hablamos de autoestima? Amor a uno mismo, es en lo primero que piensan muchas personas al escuchar este término. Esta vez nos detendremos en el mismo para ahondar sobre su significado y construcción desde las primeras etapas de nuestra vida.

No podemos hablar de autoestima sin definir antes qué es el autoconcepto; cómo la persona se representa mentalmente a sí misma. Siendo la autoestima, la evaluación que hace de esa representación.

El autoconcepto como descripción mental comprende las áreas cognitiva, comportamental y afectiva. Por consiguiente abarca otras áreas como son la laboral, académica, familiar, apariencia física, relacionamiento social, así como la ética y la moral.

Por tanto, un sujeto puede aprobarse ampliamente como profesional al mismo tiempo que desaprobarse en sus habilidades sociales.

Esa valoración que realizamos de nosotros mismos parte de una comparación que hacemos con respecto a un patrón de conducta ideal aprendido así como auto impuesto. Si es un patrón excesivamente elevado, las propias evaluaciones rara vez podrán alcanzarlo, lo que conlleva una predisposición a la baja autoestima.

Primeros años de vida

En los primeros años de la infancia, los juicios de valor que el niño realiza acerca de lo que percibe sobre sí mismo y los demás, son esenciales tanto para su conducta como para la configuración de su autoconcepto. Aquí juega un papel fundamental la evaluación tanto explícita como implícita que los padres hagan sobre el comportamiento del infante.

A través de premios o castigos, los padres van enseñando a sus hijos cuáles conductas son las aceptables y cuáles no. Si los castigos son moderados y firmes, pero sin agresividad y generalizaciones, no habría lugar para que se generara un autoconcepto pobre que diera lugar a su vez a un déficit de autoestima.

Los factores determinantes para la influencia de los castigos sobre la autoestima son; la frecuencia y consistencia de los mismos, qué tan usual sea su asociación con la agresividad, la no diferenciación por parte de los padres de una conducta específica ante un estímulo por parte del niño y de la identidad global del mismo, y finalmente, el hecho de que los padres establezcan normas de comportamiento que se basen en criterios personales tales como gustos o cuestiones de necesidad.

En la escuela

El ambiente escolar, en especial el relacionamiento con los docentes, tiene un peso importante en la construcción del autoconcepto. Investigaciones como la de Entwisle y Hayduck han demostrado que el nivel de autoestima del maestro repercute en el rendimiento de los estudiantes. Ello se debe a que tiende a desempeñar su rol de forma distante, fomentar actividades competitivas o individualistas, sirviendo asimismo de modelo a imitar por parte de los alumnos.

Autocontrol

Es un factor que influye positivamente en la autoestima infantil, ya que al ver que pueden controlar sus emociones y conducta se sienten más seguros y capaces. Ello se debe a que el autocontrol da lugar a la vez que fortalece la independencia y la capacidad de elección. Cuando los niños pueden planificar su conducta así como las estrategias para lograr sus objetivos, se ven a si mismos y son vistos por los demás, como personas más responsables y maduras, obteniendo también la posibilidad de ir participando cada vez más en actividades sociales donde se los valore positivamente. Todo lo cual, redunda en un autoconcepto y autoestima más positivos.

Las estrategias de autocontrol los ayudan a manejar mejor la influencia de factores externos reemplazándolos por la planificación interna. Esta percepción propia de control aumenta la probabilidad de poner en práctica respuestas adecuadas.

Si ello no ocurre, la idea de que no se es capaz puede asociarse a depresión, ansiedad o sentirse indefenso.

Fortaleciendo el autocontrol

La habilidad de resolver problemas de forma independiente, tiene una repercusión directa en la autoestima infantil. Fomentar el aprendizaje de este tipo de estrategias no implica indicar respuestas exactas frente a determinadas situaciones, sino enseñar al pequeño a considerar distintas posibles soluciones ante una situación problema, evaluar los elementos que están a su alcance para optar por la medida más conveniente y finalmente analizar cuáles serán las consecuencias de sus acciones.  Dicha enseñanza puede estructurarse entonces, básicamente en 5 pasos;

1)     ¿Qué se debería hacer ante el problema?

2)     Considerar todas las posibilidades reales de actuar

3)     Evaluar las diferentes alternativas

4)     Elegir la más conveniente

5)     Poner en práctica la solución escogida y luego verificar los resultados y consecuencias.

Como integrantes de la sociedad, desde la infancia somos objeto de exigencias que en mayor o menor medida significan potenciales amenazas a la autoestima. Prevenir carencias en la misma en esa temprana época de la vida, ayuda a una adaptación mayor y mejor frente a las demandas del entorno que nos rodea.

Planifica tu 2010

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En pocos días estaremos ya en el 2010. El comienzo de un nuevo año es siempre un momento que invita a realizar una evaluación acerca de lo sucedido en el que termina, de aquellas cosas que logramos y aquellas otras que nos quedaron pendientes o que tenemos muchos deseos de llevar a cabo. Por tanto, es un momento de cierre y apertura respecto a tus proyectos. Si estás pensando en tus próximos pasos, hoy veremos algunos puntos básicos que es oportuno tener en cuenta para realizar una planificación clara plausible de llevarse a la práctica.

 * Busca tu lugar especial y organización

 Como punto inicial al disponernos a planificar nuestras próximas actividades, es necesario contar con un espacio físico en el que nos sintamos cómodos y podamos concentrarnos. Es entonces, en esa tranquilidad que logramos sentir ya desde el ambiente en el que nos encontramos, donde podemos ponernos en contacto con nuestros deseos y necesidades. Tomarte unos minutos para relajarte, respirar hondo y luego proceder a escribir una lista o quizás pensamientos que te surjan en ese momento, puede resultarte una buena manera de comenzar. El realizar un registro en papel, conlleva el efecto visual de ser una suerte de confirmación y puesta en orden de nuestras ideas.

Luego de conformar tu lista, no olvides establecer prioridades ubicando en primer lugar tus responsabilidades, aquellas cosas a las que te has comprometido y luego lo demás.

 *Aprovecha tu creatividad

 No necesitas ser precisamente un artista para reconocer y sacar el mejor partido del potencial creativo que todos tenemos. Cada uno de nosotros posee su propia forma de expresión, la cual podemos explorar, potenciar y desarrollar. Podemos hacer de nuestra vida un acto creativo, aplicando esa capacidad de innovación y adaptación a distintas y nuevas circunstancias.

 *Esperanza vs. Obstinación

 A través de los medios de comunicación, especialmente de la televisión, suele intentar inculcarse la idea de que para alcanzar las metas que nos proponemos, todo tiene siempre que salirnos bien, pasando por la vida de un éxito a otro. Esta visión sumamente engañosa, no sólo puede generar culpa, estrés y una autoexigencia desmedida, sino que también no permite reconocer todo el aprendizaje y crecimiento que podemos obtener de los errores ni acceder a una visión realista del mundo. Asumir los fracasos es un signo de madurez que posibilita el avance. Denota salud el aceptar que no todos los factores que influyen en las circunstancias están bajo nuestro control y que eso no significa un impedimento para seguir adelante. Vivir con la idea de que todo tiene que suceder exactamente como nos lo imaginamos, no sólo nos dificulta el disfrutar plenamente de lo que ya tenemos, sino también nos deja con la sensación de que nos falta algo.

 *Deja de orbitar alrededor de un tema

 Muchas personas, cuando tienen en sus vidas una situación o sentimiento que les produce malestar, creen que el camino acertado para encontrar la solución, es no dejar de pensar una y otra vez en el mismo. Están convencidos de que de esa forma llegarán a su entendimiento. Sin embargo, este mecanismo obsesivo lejos de aportar soluciones y comprensión lo que genera es estrés, malestar y confusión. A corto plazo la persona se siente cansada y tan mareada como si le hubieran dado vueltas y vueltas.

En tales circunstancias, aunque pueda llamarte la atención, lo más conveniente es no ponerse a pensar en el tema. Pon tu mente en cualquier otra cosa y si puede ser en algo que te distienda mejor. La respuesta que tanto buscas surgirá cuando menos la esperes. Ello se debe a que la mente necesita cierta tranquilidad básica para funcionar.

Toma decisiones

 Para sentirnos felices y enérgicos para llevar a cabo nuestros planes, es muy importante potenciar la propia capacidad de tomar decisiones. La propia determinación, así como los pequeños y no tan pequeños logros que vamos acumulando en especial tras superar dificultades o situaciones que considerábamos retos, siempre tienen como efectos aumentar la autoestima, el sentimiento de valía y el sentirse competente. Todo lo cual lleva a experimentar mayor seguridad.

 Tomar el comienzo de año, como una instancia de reflexión para una pronta puesta en práctica no solo de lo que debes sino también de lo que deseas hacer, es una oportunidad que está en tus manos aprovechar.

 Por medio de este blog, nuestra vía de comunicación con ustedes, nuestros muy estimados lectores, tanto Mariana como quien les escribe, les deseamos que la pasen muy bien el próximo 31, ya sea en la tranquila y placentera compañía de ustedes mismos quizás con un buen libro o una película que les guste, o junto a sus seres queridos, esos vínculos verdaderos que todos tenemos y que no necesariamente tienen que coincidir con los que se publicitan por televisión. Y que además, el próximo año los encuentre llenos de salud, esperanza y confianza en sí mismos.

  

 

 

Nuestras máscaras

En el presente artículo quiero hablarles de las «máscaras» que todos nosotros siempre llevamos, esas máscaras que disfrazan nuestra verdadera personalidad, las que utilizamos de acuerdo a la ocasión y de acuerdo a la persona con quien estamos frente a frente.

Si miramos con cuidado nuestro comportamiento, nos daremos cuenta de que jugamos roles distintos a lo largo de nuestra vida. Cumplimos con el rol de hijo, de padre, de hermano, con un rol laboral, con un rol de amigo, vecino, amante y todo lo que se les pueda imaginar. En cada personaje nos desenvolveremos de una manera distinta, porque no le hablaremos a nuestro jefe de la misma manera con la que hablaríamos con nuestro padre. Los roles son necesarios y existen para marcar jerarquía, marcan diferencia, cierto órden. Nosotros desplegaremos distintos aspectos de nuestra personalidad para comunicarnos de determinada manera con nuestro interlocutor, es lo que sucede, ahora…¿qué ocurre cuando no estamos mostrando nuestra personalidad, sino lo que los demás esperan de nosotros? Es ahí cuando nuestras máscaras entran en acción, en vez de simplemente comportarnos como la hija que queremos ser, comenzamos a ser lo que nuestros padres quieren, desplazando por completo nuestros propios deseos. Deseamos ser un tipo de esposa, pero nuestra personalidad no es lo suficientemente agradable para el otro, así que nos convertimos en lo que nuestro marido anhela, nos dejamos moldear según sus caprichos y casi sin darnos cuenta. Es aquí cuando no estamos jugando con la complejidad exquisita de nuestra personalidad humana, sino que nos convertimos en máquinas de brindarle satisfacción a los demás y creamos nuestras propias máscaras, intercambiables de acuerdo a la situación que nos encontramos, máscaras que nos confunden a nosotros mismos e intentan aplastar quiénes somos.

Otra razón por la cual podemos adoptar distintos personajes, es porque no tenemos en claro quiénes somos. En la adolescencia, cuando vamos moldeando nuestra personalidad y experimentando cómo queremos ser, es usual ver a los jóvenes cambiando constantemente. En este caso es algo saludable, ya que están experimentando para sentirse más cómodos, intentando descifrar sus ideales, su carácter, empujados por la curiosidad y no por las demandas de los demás. Si se cuenta con un buen ambiente familiar, un lugar donde se habilite a los adolescentes a buscarse a sí mismos sin prejuicio y desde la paciencia y el amor, podrán encontrar su propio rumbo de manera natural y sin mayores problemas.

El aprovechar nuestros distintos rasgos de personalidad puede convertirse en una experiencia muy enriquecedora, cuando lo hacemos por las razones correctas estaremos aprovechando las herramientas que poseemos para brindarle a cada conversación, cada encuentro, un toque diferente. Aprender a utilizar nuestras habilidades, discernir cuando brillar o cuando callar, cuando ser el alma de la fiesta o cuando escuchar, nos hará sentir satisfechos con nuestras habilidades sociales, recuerden que un vínculo social estable y agradable es otro de los ingredientes para ser feliz.

Que nuestras máscaras no sean tal, no vivamos para agradarle a los demás ya que es una de las tareas más imposible. Piensen que cuando están haciendo feliz a alguien con su actitud, pueden estar haciendo sentir mal a otra persona, los demás no pueden tener el poder de convertirse en los termometros de nuestra personalidad. Si solamente nos guiamos por los caprichos de los otros nuestra personalidad comienza a tambalear, nuestros pilares se derrumban y quedamos a merced de los otros, como si fuéramos una muñeca sin vida con la cual todos pueden hacer lo que se les plazca. No confundan partes de su verdadero ser con las máscaras que los demás imponen, ser fiel a un mismo es el mejor regalo que podemos brindarnos, saber qué queremos nos servira como faro en un mar de gente cambiante. No olviden que los deseos de los demás van cambiando, sus exigencias, sus preferencias, pero lo que no debe cambiar (a menos que así lo decidamos) somos nosotros, nuestros ideales, nuestras creencias, nuestras metas, no importa que el mundo esté en nuestra contra siempre y cuando estemos siendo felices y no haciendole daño a nadie (ni a nosotros mismos). Quítate la máscara, líberate de las ataduras y comienza a ser tú a tu manera, no hay nadie mejor para descifrar quién eres y qué quieres de la vida, de tu vida.

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Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com

Pasión: El motor de tu vida

La pasión es una fuerza que nos motiva, que nos ayuda a levantarnos todas las mañanas, que nos imprime una sonrisa, es una energía que nos invade y nos da motivos para ir tras nuestros sueños. Sin ella no existirían artistas, empresarios, comerciantes, jefes, profesionales, ya que la pasión es eso que nos incita a dedicarnos a algo, a perdernos en la tarea que hacemos, a entregarnos por completo a lo que nos despierta ese sentimiento, es lo que nos convierte en lo mejor que podemos ser y nos brinda genuina alegría.

¿Qué sucede cuando no sentimos pasión en nuestra vida? Hay muchas personas que aún no han encontrado su camino. No están por completo seguras o desconocen lo que quieren, se entregan a tareas que no les ocasiona ningún placer y se sienten miserables gracias a sus elecciones de vida. Vivir sin pasión es privarnos de ese manantial inacabable de posibilidades, ese motor que nos empuja y nos motiva. El asunto radica en que debemos dedicarnos el tiempo para descubrir qué es eso que nos seduce. Siempre habrá algo que nos interese, que llame nuestra atención, y además siempre existirá algo que nos quite el aliento con la sola idea de obtenerlo. Descubrir nuestra pasión hará que nuestra vida tome un rumbo distinto, que comencemos nuestra búsqueda, que orientemos nuestras acciones a obtener aquello que deseamos, o realicemos tareas que son un fin en si mismas. Supongamos que alguien quiere bajar de peso y su cuerpo se ha convertido en su pasión, cada vez que esa persona se alimente sano y haga ejercicio, estara realizando una tarea que cuya meta es cuidar su cuerpo, mientras realiza esto, está contribuyendo a su pasión. Así como un pintor podría dedicar horas enteras a un solo cuadro y disfrutaría cada segundo del proceso.

Si aún no has sido lo suficientemente afortunado para develar qué es lo que te apasiona podrías sentarte a escribir todo aquello que te venga a la mente que una vez disfrutaste, quizás sea una tarea que ya has dejado de lado, la idea de seguir una carrera, también podrías escribir aquellas cosas que jamás hayas probado pero despiertan tu curiosidad. Ten paciencia, tu pasión te encontrara tarde o temprano y cuando aparezca no tendrás dudas.

Otra manera sería ir directamente a la acción, comienza a realizar tareas que nunca antes hiciste, podrías dedicarte a cocinar, hacer deportes, escribir, hacer manualidades, hay un vasto mundo de oportunidades si estás dispuesto a descubrirlo sólo tienes que dejarte llevar por tu placer y tu instinto. A veces la respuesta simplemente radica en intentar cosas nuevas, podrían llegar a sorprenderte.

Una vez que has descubierto tu pasión, lo más importante es poder realizarla. Muchas veces tenemos una vocación pero terminamos haciendo cosas que no están relacionadas con lo que queremos. Si ese es el caso, a no desesperarse, siempre podemos dedicar al menos unos minutos al día a hacer eso que nos enorgullece. Sí, nuestra pasión es buena para nuestra autoestima, poder mimarnos dedicando nuestro tiempo a eso que queremos es uno de los mejores obsequios que podemos brindarnos, por lo tanto, no importa que tan complicada nuestra rutina sea, siempre podemos robarnos al menos cinco minutos para nosotros.

Como toda energía, la pasión puede verse disminuida, habrán días que no querramos hacer lo que más nos gusta o hasta podremos enfrentarnos a bloqueos artísticos, pero no es nada que no pueda solucionarse. Cuando este desgano aparece, debemos descansar y descifrar qué es lo que nos está sucediendo, ya que podría tratarse de la famosa procrastinación, que no dudara en presentarse incluso aunque estemos realizando algo que amamos con cada fibra de nuestro ser. Mantenernos motivados es algo que requiere mucho esfuerzo y no es posible poder estar dedicado por entero a algo con toda la fuerza por un período demasiado largo de tiempo, debido a esto, debemos aprovechar esa ráfaga de inspiración y no soltarla, trabajar en lo nuestro cuando realmente estemos motivados.

Una cosa importante a tener en cuenta, es que nuestra pasión no debería estar circunscripta a un individuo. A veces tendemos a dedicarnos por entero a alguien, a dejar de lado nuestros propios intereses, nuestros sueños, nuestras metas, para entregarnos por completo a una persona, sacrificamos nuestra indivualidad para satisfacer a otro, incluso hasta podemos ayudar a ese otro a disfrutar de su pasión, mientras que nosotros nos quedamos con las manos vacías. El amor es un regalo muy bonito, pero si no tenemos cuidado, podemos perdernos en un laberinto complejo, podemos perdernos a nosotros mismos en ese juego que puede ser un arma de doble filo. Por eso, mi consejo es que tu pasión vaya mucho más allá de tu pareja, debes tener algo que te motive a ti, que te inspire a ti, que te alegre a ti. Si no tenemos herramientas propias para disfrutar de nuestro tiempo, más tendencia tendremos a depender emocionalmente de otro ser humano con todo lo que eso implica, el ser humano es un ser neurótico por excelencia que tenderá a no satisfacernos todo el tiempo, por eso generara en nosotros frustración sino poseemos un pilar de donde sostenernos. Debemos trabajar en nuestro propio mundo interno, demasiado rico como para dejarlo escapar.

Ve en busca de tu destino, de tu sonrisa, dedica tiempo a la razón de tu vida y verás como todo lo demás, sin importar que tan terrible sea, comienza a verse más bonito ante tus ojos. Si por dentro eres feliz, podrás exteriorizar esa felicidad en el mundo, podrás impregnar de alegría aquellas cosas que en realidad no te agradan y se convertirán en más llevaderas. Es sólo cuestión de intentarlo, tu pasión enriquecerá tu espíritu.

Derrotando la tristeza

Derrotando la tristeza

La felicidad es algo escurridiza, algo que se supone que no debemos sentir todo el tiempo, también tenemos derecho a tener nuestros malos días y experimentar sentimientos negativos como el odio, después de todo, no somos máquinas. La fluctuación entre alegría y tristeza es algo necesario, si no existiera el dolor, ¿cómo podríamos saber que somos felices? Por supuesto, que lo contrario también debe ser llevado a cabo, no podemos sumergirnos en el abismo sin salida de la tristeza eternamente, por eso la psicología positiva mediante sus técnicas se aboca a despertar  la felicidad en nosotros.

El doctor Seligman, actual profesor de la Universidad de Pennsylvania, utiliza la psicoterapia positiva para conquistar a la depresión. Lo hace mediante la construcción de emociones positivas, dedicándole atención a cuál es el propósito de nuestras vidas, a nuestras fortalezas de carácter. Algunos de los ejercicios que se proponen, los cuales pueden ser utilizados tanto a nivel grupal como individual son los siguientes: Utilizar las fortalezas personales, se debe identificar las cinco más relevantes en ti y tratar de utilizarlas diariamente. Cada noche, escribe tres cosas buenas que te hayan sucedido y piensa por qué sucedieron. Escribe una carta a alguien agradeciendo, explícale qué fue lo que hicieron para que te sientas agradecido a hacia ellos, ten el valor y lee o entrega la carta a esa persona.
En el ámbito de la psicología positiva también nos encontramos con la terapia del bienestar, desarrollada por la doctora Giovanni Fava, quien trabaja en la Universidad de Bologna en Italia. Esta terapia se enfoca en personas que padecen trastornos afectivos, entre ellos la depresión. Esta terapia busca promover el optimismo mediante el alivio de lo negativos de su vida, la concentración  en el propósito de vida de la persona (esa pasión que nos desborda, nos obsesiona y nos causa placer hacer), el desarrollo personal, la autonomía, el dominio del ambiente, la auto aceptacion y la promoción de las relaciones positivas. Se anima al sujeto a tener consigo un diario donde anotara cuidadosamente los eventos positivos que le han sucedido. Luego se deben reconocer los pensamientos negativos y las creencias que irrumpen quebrando la armonía de los acontecimientos positivos. El punto de la terapia del bienestar es enfrentar al pensamiento negativo y modificarlo, hasta que sean los eventos positivos quienes tengan más peso en la vida de la persona.

La terapia convencional puede verse nutrida por la psicología positiva, con sus consejos prácticos para derrotar la tristeza. Debemos concentrarnos en lo positivo, no pensemos en todo lo terrible que nos sucedió durante el día, sino atengamonos a esa cosa maravillosa que nos despertó una sonrisa, al menos por un instante. Hablemos sobre nuestras fortalezas, olvídate de lo terrrible que eres para matemáticas, o si eres incapaz de lograr un vínculo afectivo exitoso, piensa en esa fuerza interior que siempre te será útil, quizás tu curiosidad por el conocimiento, o tu capacidad para entender el padecer ajeno, siempre habrá algo en ti que se destaque, habla sobre ello y explota ese potencial en tus actividades. Nutre tu esperanza, por ejemplo, piensa en un problema y dividilo en pequeñas partes, no te agobies con las situaciones, casi todo tiene solución, solamente es cuestión de encontrarla.

No abandones jamás la búsqueda de la felicidad, es tu derecho, guarda la tristeza únicamente para cuando realmente sea necesaria y no la conviertas en tu sombra.