El divorcio y los niños: consejos para llevarlo mejor

La decisión está tomada, luego de los numerosos intentos de ambos, o quizás sólo tuyos, por mejorar la situación, han llegado a la conclusión de que separarse será lo más sano para todos. Ahora lo que más te preocupa es cómo vaya a afectarles a tus niños.

La solución no pasa por ir posponiendo una situación que a esta altura sabes que es inevitable. Encarándola de forma madura y teniendo en cuenta que la prioridad es el bienestar de los hijos, la ruptura puede ser armoniosa. Por supuesto que los primeros tiempos de adaptación probablemente sean difíciles, e incluso pueden haber momentos en los que te cuestiones si has tomado el camino correcto. Pero si tienes claro que ya no hay otra opción, mantente firme y ten confianza en que tu futura realidad será mejor que la actual. Hoy veremos algunos puntos a tener en cuenta para procurar que los niños lleven de la mejor forma posible, este cambio tan importante en sus vidas.

Previo a la separación:

* Ponte de acuerdo con tu pareja para explicarles ambos, del modo más objetivo posible, los motivos de la ruptura.

* Evita utilizar a tus hijos como un arma contra tu pareja.

* No discutan delante de ellos. Como personas adultas que son, contrólense. Cambien de sitio para hablar si el tema a atender es urgente, o esperen a un momento adecuado. El ver a sus padres fuera de sí, desbordados, evidenciando falta de control, genera gran angustia en los infantes y sólo dificulta las cosas. A lo que se le suma el hecho de que es un muy mal ejemplo sobre cómo enfrentar y manejar los problemas.

* Decide tu mismo y llega a acuerdos con tu pareja. Muchas veces, la familia y los amigos en su intención de ayudar, no se percatan de que los comentarios que realizan y los consejos que brindan, pueden no ser pertinentes para tu caso específico e incluso pueden resultar hirientes. Por tanto, no dudes en pasar momentos a solas cuando sientas necesidad de ello. Si necesitas la intervención de un profesional, puedes consultar a la Lic. Mariana Alvez Guerra.

Durante…

* Si tu mudanza o la de tu ex pareja se va llevando a cabo durante más de un día será mejor que si se realiza en uno solo, ya que de esta forma el niño podrá ir consolidando en un espacio psíquico la nueva situación.

* Cuando culmine la mudanza, es importante despedirse de los niños con cariño para que no se sientan abandonados.

El después:

* No emplees un lenguaje despectivo sino neutro, al referirte a tu ex pareja

* Procura que la rutina de tus hijos mantenga dentro de lo posible el ritmo habitual, sin cambios radicales.

* Puede que tus pequeños, o si tienes adolescentes también, atraviesen por una etapa de rebeldía, ante lo cual será necesario mantener una actitud comprensiva, firme y sobre todo serena.

Durante estas tres etapas, es esencial asegurar a los niños tanto verbal como físicamente, que no dejan de contar con el amor y dedicación de sus padres.

Planifica tu 2010

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En pocos días estaremos ya en el 2010. El comienzo de un nuevo año es siempre un momento que invita a realizar una evaluación acerca de lo sucedido en el que termina, de aquellas cosas que logramos y aquellas otras que nos quedaron pendientes o que tenemos muchos deseos de llevar a cabo. Por tanto, es un momento de cierre y apertura respecto a tus proyectos. Si estás pensando en tus próximos pasos, hoy veremos algunos puntos básicos que es oportuno tener en cuenta para realizar una planificación clara plausible de llevarse a la práctica.

 * Busca tu lugar especial y organización

 Como punto inicial al disponernos a planificar nuestras próximas actividades, es necesario contar con un espacio físico en el que nos sintamos cómodos y podamos concentrarnos. Es entonces, en esa tranquilidad que logramos sentir ya desde el ambiente en el que nos encontramos, donde podemos ponernos en contacto con nuestros deseos y necesidades. Tomarte unos minutos para relajarte, respirar hondo y luego proceder a escribir una lista o quizás pensamientos que te surjan en ese momento, puede resultarte una buena manera de comenzar. El realizar un registro en papel, conlleva el efecto visual de ser una suerte de confirmación y puesta en orden de nuestras ideas.

Luego de conformar tu lista, no olvides establecer prioridades ubicando en primer lugar tus responsabilidades, aquellas cosas a las que te has comprometido y luego lo demás.

 *Aprovecha tu creatividad

 No necesitas ser precisamente un artista para reconocer y sacar el mejor partido del potencial creativo que todos tenemos. Cada uno de nosotros posee su propia forma de expresión, la cual podemos explorar, potenciar y desarrollar. Podemos hacer de nuestra vida un acto creativo, aplicando esa capacidad de innovación y adaptación a distintas y nuevas circunstancias.

 *Esperanza vs. Obstinación

 A través de los medios de comunicación, especialmente de la televisión, suele intentar inculcarse la idea de que para alcanzar las metas que nos proponemos, todo tiene siempre que salirnos bien, pasando por la vida de un éxito a otro. Esta visión sumamente engañosa, no sólo puede generar culpa, estrés y una autoexigencia desmedida, sino que también no permite reconocer todo el aprendizaje y crecimiento que podemos obtener de los errores ni acceder a una visión realista del mundo. Asumir los fracasos es un signo de madurez que posibilita el avance. Denota salud el aceptar que no todos los factores que influyen en las circunstancias están bajo nuestro control y que eso no significa un impedimento para seguir adelante. Vivir con la idea de que todo tiene que suceder exactamente como nos lo imaginamos, no sólo nos dificulta el disfrutar plenamente de lo que ya tenemos, sino también nos deja con la sensación de que nos falta algo.

 *Deja de orbitar alrededor de un tema

 Muchas personas, cuando tienen en sus vidas una situación o sentimiento que les produce malestar, creen que el camino acertado para encontrar la solución, es no dejar de pensar una y otra vez en el mismo. Están convencidos de que de esa forma llegarán a su entendimiento. Sin embargo, este mecanismo obsesivo lejos de aportar soluciones y comprensión lo que genera es estrés, malestar y confusión. A corto plazo la persona se siente cansada y tan mareada como si le hubieran dado vueltas y vueltas.

En tales circunstancias, aunque pueda llamarte la atención, lo más conveniente es no ponerse a pensar en el tema. Pon tu mente en cualquier otra cosa y si puede ser en algo que te distienda mejor. La respuesta que tanto buscas surgirá cuando menos la esperes. Ello se debe a que la mente necesita cierta tranquilidad básica para funcionar.

Toma decisiones

 Para sentirnos felices y enérgicos para llevar a cabo nuestros planes, es muy importante potenciar la propia capacidad de tomar decisiones. La propia determinación, así como los pequeños y no tan pequeños logros que vamos acumulando en especial tras superar dificultades o situaciones que considerábamos retos, siempre tienen como efectos aumentar la autoestima, el sentimiento de valía y el sentirse competente. Todo lo cual lleva a experimentar mayor seguridad.

 Tomar el comienzo de año, como una instancia de reflexión para una pronta puesta en práctica no solo de lo que debes sino también de lo que deseas hacer, es una oportunidad que está en tus manos aprovechar.

 Por medio de este blog, nuestra vía de comunicación con ustedes, nuestros muy estimados lectores, tanto Mariana como quien les escribe, les deseamos que la pasen muy bien el próximo 31, ya sea en la tranquila y placentera compañía de ustedes mismos quizás con un buen libro o una película que les guste, o junto a sus seres queridos, esos vínculos verdaderos que todos tenemos y que no necesariamente tienen que coincidir con los que se publicitan por televisión. Y que además, el próximo año los encuentre llenos de salud, esperanza y confianza en sí mismos.

  

 

 

Realiza tus metas

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 “No hay nada tan poderoso como una idea a la que le ha llegado su hora”, ésta célebre frase del poeta, novelista y dramaturgo francés Víctor Hugo, nos invita en esta ocasión, a pensar el tema que abordaremos hoy: la realización de las ideas, en especial aquellas relacionadas con proyectos laborales. Esas ideas que tenemos, puede que desde hace mucho tiempo, que de tanto acariciarlas en nuestra mente se han convertido en metas. Pero hoy no sólo reflexionaremos acerca de nuestras acciones para volverlas realidad, sino también, acerca de qué cosas nos ayudan a hacerlo sobre todo, cuando estamos atravesando situaciones difíciles.

Quizás en este momento te estés preguntando por qué en tu trabajo promovieron a ese compañero, siendo que tú trabajas el doble y con un menor salario. O capaz te encuentres en cualquier otro escenario relativamente similar que te implique una desventaja para mejorar tu nivel de vida. Si es así, tengo una noticia para darte; dejar de sentirte un 0 a la izquierda es una decisión que puedes tomar hoy.

 La sociedad desde nuestra infancia siempre se encarga de establecer ciertas barreras. A modo de ejemplo puede citarse el caso de los juguetes, muchos de los cuales están diseñados exclusivamente para niños y otros para niñas. Pero tampoco olvidemos que en gran medida está en nosotros permitir o no que nos limiten. Si las circunstancias o alguien intentan ponerte al margen, no aceptes quedarte en ese papel. Es justo ahí, donde debemos hacer surgir esa rebeldía que llevamos dentro y empujarnos a salir de la situación.   

 Un error muy usual y también muy comprensible cuando se está atravesando por un mal momento, es pensar que las dificultades no van a tener fin, el cual suele ir de la mano con otro, el dejar de tener esperanza. En este mundo nada es para siempre, el dolor también termina. Cuando comenzamos a realizar una nueva rutina de ejercicio nos sentimos adoloridos, pero luego ganamos en fuerza. Si capitalizamos la experiencia, así como los músculos se fortalecen al ejercitarse también podremos fortalecernos mentalmente.

 Es muy normal sentir tristeza e intentar reconfortarnos de alguna manera cuando nos sucede algo malo. Las emociones negativas son una parte de la vida que es necesario enfrentar, a todos nos ocurren contrariedades por las que tenemos que atravesar. Pero luego de los primeros momentos de desazón e incluso de desahogo, ten cuidado entonces, de no estar tomando el autocompadecimiento como una forma errónea de reconfortarte. Errónea, porque si bien al principio puede parecernos que nos ofrece algún consuelo, el pensar una y otra vez lo injusto de las circunstancias no aporta en nada a su solución, al contrario. Pensarse como un “pobre de mí”, caer en el derrotismo, es precisamente lo que cierra las puertas.

 El punto no es en absoluto asumir una actitud sádica con uno mismo, sino el calmarse y de forma lo más objetiva posible, analizar cómo fue que se dieron las cosas, qué papel jugó uno en los acontecimientos, y si cometimos errores cómo fue que nos tropezamos en primer lugar. Como seres falibles que somos, equivocaciones vamos a cometer siempre, pero procuremos asegurarnos de que no sean las mismas.

Cuando emprendemos un nuevo camino, es esperable que no todo nos salga bien, pero también recuerda que quien no hace nada tampoco gana nada. Vayamos entonces, madurando con cada experiencia, valorando y analizando las enseñanzas que nos brinda.

 También es necesario considerar, que muchas veces en medio de la tormenta, no siempre se cuenta con suficiente claridad como para discernir solos cuáles son las actitudes más convenientes a tomar para salir de una situación o tornar las circunstancias a nuestro favor. De hecho, en numerosas ocasiones ni siquiera con la ayuda de amigos o familiares es posible vislumbrar la salida. En tales casos, se hace necesaria la ayuda profesional, como la que pone a tu disposición la Lic. Mariana Alvez Guerra mediante la modalidad de consejo psicológico online.

 Cuando tus acciones te estén dando buenos resultados, luego de celebrar como mereces, también piensa en cuáles fueron los pasos que diste. De esa manera podrás repetirlos y además, ver cómo puedes aplicar lo hecho a otras cosas. Que no sean los malos momentos en los únicos que te pongas a reflexionar.  

Redescubrir esa inquietud, esa curiosidad que tan frecuentemente se ve en los niños cuando exploran cosas nuevas, es un importante punto a favor al decidir abrirnos a las muchas oportunidades que se pueden encontrar en el mundo.

 Otro punto importante, es escuchar con atención las experiencias ajenas, ya que pueden ahorrarnos tiempo y recursos e incluso resultar inspiradoras. Así como escuchar y trabajar en colaboración con los demás puede ser un gran aporte, es necesario recordar que intentar beneficiarse obstaculizando el camino de los otros comprende efectos perjudiciales no sólo para ellos, sino también para ti. Es muy usual que en pos de pensar que de esa forma se obtiene algún beneficio, haya quienes se olviden de algo muy elemental: toda acción tiene sus consecuencias. No podemos esperar que se nos abran puertas si se las cerramos a los demás.  

Detente un momento a examinar tu vida diaria, tu relación con la gente que forma parte de ella, y pregúntate si intencionalmente o no, estás haciendo algo que signifique una barrera para el avance de otra persona. Así como es necesario que te respetes a ti mismo, también lo es que respetes a los demás.

Perseverancia, disciplina y creatividad, son las palabras claves a poner en práctica para lograr lo que quieres. Planifica e insiste hasta conseguirlo. La confianza es el motor que nos permite construir un futuro mejor, dispone la energía psico – física para alcanzar nuestras metas, teniendo la serena convicción de que lo vamos a lograr.

 

Caminando hacia el éxito

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 Existen muchas ocasiones en las que, por más que aparentemente estemos dando todos los pasos en dirección a ese objetivo que queremos lograr, sin darnos cuenta nos vamos poniendo piedras en el camino que terminan siendo verdaderos obstáculos o impedimentos. Esto puede verse frecuentemente, en casos donde la persona se vive cuestionando acerca de si podrá alcanzar lo que quiere, como si tuviera el presentimiento de que algo va a salir mal. Dichos cuestionamientos pueden estar dirigidos al hecho en sí de que pueda llevarse a la práctica su plan, a poseer los conocimientos y el valor que se requiere para hacerlo, o bien a si es plausible que pueda ocurrirle.  

 Todo lo cual converge en el hecho de pensar y sentir que no merecemos eso que queremos, evidenciándose por tanto un problema de autoestima. Si esa es tu situación, no te asustes, sólo significa que aún tienes cosas que aprender y por las que trabajar. En tales circunstancias, seguramente pueda afirmarse que no creíste ésto toda tu vida, sino que hubo momentos en los que esas creencias comenzaron a echar raíces. Para descubrir cómo y por qué comenzaron a afianzarse, suele ser necesaria la intervención profesional, como por ejemplo la que puede brindarte la Lic. Mariana Alvez Guerra mediante la modalidad de consejo psicológico, o bien de terapia online.  

 Lo que se necesita de un psicólogo en estos casos, no es que nos indique qué es lo que tenemos que hacer, sino que nos ayude a discernirlo. Ello se debe a que en la intervención psicológica, existe una aceptación del otro con sus características individuales y únicas, lo cual facilita el que se puedan implementar cambios significativos en su vida. Cuando se cuenta con la asistencia y el apoyo necesarios, es posible superar el miedo y sentir más seguridad respecto al futuro y a las propias posibilidades.

 Muchas reglas que tú mismo pones o permites que aún existan en tu vida, pueden ser barreras o facilitadores para tu éxito. Una buena noticia es que así como una vez empezaste a creer que no eras capaz, ahora puedes comenzar a creer lo contrario. 

Resulta muy pertinente aplicar la frase “persevera y triunfarás”, lo que no significa encapricharse haciendo una y otra vez cosas que los hechos demostraron que no funcionaban, sino capitalizar experiencias de fracaso tomando datos que te ayuden a ver qué problemas evitar y qué nuevo camino tomar.

 Es igualmente necesario, reparar en la manera en que nos estimulamos a seguir adelante cuando estamos aprendiendo y emprendiendo algo nuevo. Observa si estás apreciando cada avance que logras realizar. Negarse rotundamente a intentar algo nuevo simplemente por no saber cómo se hace, no es en el fondo más que miedo, ya sea a parecer tonto o por falta de confianza en nuestras propias capacidades. El método de ensayo y error, tan natural en el humano y en otros animales, se vale precisamente de los errores para hacer posible el aprendizaje, recién ahí podemos apropiarnos y emplear los nuevos conocimientos.

 Si bien es muy cierto que los objetivos a largo plazo son imprescindibles, ya que son nada menos que el disparador para trazar nuestro plan. Intentar alcanzar a corto plazo metas que en la actualidad nos resultan demasiado lejanas, siempre termina por frustrarnos. Por tanto, es imprescindible mantener cierta coherencia y no saltearnos los objetivos a mediano y a corto plazo.

A modo de ejemplo, supongamos que estas comenzando tu propio emprendimiento, si además tienes otro trabajo o estudias, en vez de lanzarte de lleno a la realización del mismo, lo más conveniente sería dedicarle algunas horas todos los días y algún día entero durante el fin de semana. No sólo para dedicarte completamente al mismo cuando pueda brindarte total seguridad financiera, sino también para ver cómo te hace sentir en la práctica y confirmar o no, si es efectivamente a lo que quieres dedicarte.

Algunos aspectos importantes a indagar, que incluso podrías preguntártelos seriamente antes de comenzar, son por ejemplo, si te sentirás motivado para trabajar sin tener un jefe que te supervise y te diga cuáles son tus tareas. Es muy usual que, aún en el período en que ya empieza a ser rentable como actividad económica única, en un principio no deje margen como para contratar mucho personal, ¿estarías dispuesto entonces a realizar largas jornadas de trabajo de más de 9 horas?

 Cualquiera sea ese cambio importante que deseas implementar, deja de lado todo aquel tiempo durante el que pensabas que siempre fracasarías. Si lo decides y te comprometes contigo mismo, ya puedes empezar a cambiar. El día más apropiado es justamente hoy.   

 

 

Terapia de Intercambio de Roles …..¿se animan a probar?

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La Terapia de Intercambio de Roles es un procedimiento terapéutico aplicado a parejas, que consiste en buscar la solución de los problemas comenzando por la imitación física del otro, para conseguir así entenderlo desde su punto de vista y poder llegar más fácilmente a acuerdos. Dicha imitación, no sólo implica emular su postura y actitudes, sino que empieza por usar durante la terapia, el tipo de ropa que usa la pareja, vistiéndose como hombre las mujeres y los varones como ellas, pudiendo éstos últimos incluir no sólo pelucas sino también maquillaje. Algunos de los reconocidos terapeutas que la emplean desde hace varios años, son los psicólogos mexicanos Elizabeth Soto y José González.

Existen numerosas circunstancias, en las que no es suficiente con intentar ponerse en los zapatos del otro solamente como un ejercicio mental, sino que se hace necesario un espacio donde desde lo físico, se pueda empezar a jugar ese rol para poderlo comprender mejor. Y es justamente ahí, donde esta impactante y novedosa terapia ofrece su propuesta. Siendo destacable, el hecho de que ha logrado éxito en casos complejos como cambios radicales de actitud en esposas demasiado celosas y maridos que antes eran posesivos y dominantes, actitudes todas, que por supuesto les implicaban serios problemas en su relación conyugal.

Muchas personas ya sea a causa de ideas sumamente conservadoras, o por simple desconocimiento acerca de este tipo de terapia, al escuchar por primera vez sobre la misma temen que quienes la practiquen puedan llegar a confundirse respecto de su orientación sexual. Lo cual es absolutamente falso. Cuando se tiene una plena seguridad acerca de la identidad sexual, no hay lugar para el miedo a volverse gay.

Por tanto, cambio de roles no es cambio de sexo. Este tipo de prácticas se realizan siempre dentro de un encuadre terapéutico, con instrucciones a cargo de un profesional cuyo objetivo es crear modificaciones en el pensamiento. Ya que ese vestirse  e intentar adoptar la postura corporal del otro, es sólo para procurar ponerse mental y físicamente en su lugar.

El proceso terapéutico puede igualmente incluir de vez en cuando, un intercambio de vestimenta y actividades dentro del hogar. Un caso que considero muy ilustrativo al respecto, es el de un paciente que solía quejarse de que su esposa usaba siempre en la casa ropa deportiva. Hasta que a él le tocó cuidar a sus hijos pequeños todo el día, pudiendo entonces percatarse de cuánto pueden manchar y de lo necesaria que es una ropa que permita moverse con comodidad al atenderlos y jugar con ellos. A este mismo paciente, también acostumbraba incomodarle el hecho de que a su juicio, durante las salidas su esposa no se apresuraba al caminar cuando se lo pedía, hasta el día en que él mismo usó zapatos de taco, notando que no sólo debía hacer equilibrio sino también caminar a otra velocidad.

En esta línea, unos simples ejercicios para hacer en casa, podrían ser por un lado, si eres hombre y te resulta interesante esta temática pero no te sientes aún como para vestirte y maquillarte como tu esposa o novia, puedes por ejemplo conseguir unos zapatos de taco que te entren y caminar con ellos no menos de 15 o 20 minutos. Si ella suele depilarse con glucosa o cera, otra sugerencia podría ser que intentaras hacer lo mismo por lo menos una vez.

Si eres mujer, podrías ponerte su ropa e imitar su manera de caminar y sentarse durante un buen rato hasta que te salga lo mejor posible, quizás entonces, compartas la impresión que han tenido muchas pacientes, acerca de cuánto menos expresivos desde la postura pueden ser los hombres y cuánto menos pueden demostrar (ya que la sociedad los incita a que no lo hagan) sus sentimientos en comparación a nosotras.

Todos, tanto hombres como mujeres, tenemos una parte más sensible y pasiva que en nuestra cultura occidental es pensada como femenina, así como otra parte más agresiva y activa pensada como masculina. Lo que aprendes de tu parte femenina y tu parte masculina, así como de la combinación de ambas, no perjudica en nada la vida sexual, sino todo lo contrario. A muchos pacientes que además eran padres, les significó también cambios muy positivos en el relacionamiento con sus hijos.

Cuando la pareja está fuera del consultorio, durante su vida cotidiana, existe un enriquecimiento en todo sentido. Ello se debe, a que ambos cambian su forma de ver la vida ampliando su perspectiva en las distintas situaciones, siéndoles posible entonces, contemplarlas desde más de un punto de vista.

Podemos siempre que estemos dispuestos a hacerlo, abrir más nuestra mente y comprender que nuestra capacidad como seres humanos es más grande que las ideas que nos inculcan desde pequeños. Sólo es necesario tener un deseo genuino de cambiar y progresar. Recuerda que eres feliz en la medida en que tú mismo te procures la felicidad. Una vez que te hayas decidido a cambiar, pronto verás que tu círculo más cercano de personas tendrá actitudes más agradables y colaboradoras para contigo, lo cual no será nada más que una simple respuesta a tu cambio de actitud.

Existen diversos caminos a tomar para solucionar los problemas, éste es sólo uno de ellos, cuantas más vías conozcamos menos limitados estaremos a la hora de solicitar ayuda profesional.  Asimismo, es necesario tener en cuenta que como sujetos, no somos un simple rol ni andamos por la vida como si fuésemos permanentes actores. Ningún ser humano es un mero papel a ser interpretado, sino que todos somos personas multifacéticas que necesitamos querernos en todas nuestras dimensiones.

Niños disléxicos: cómo ayudarlos

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Muy buenas tardes estimados lectores, es un gusto reencontrarme con ustedes luego de algunas semanas de vacaciones. Hoy les propongo conocer en qué consiste y qué medidas pueden tomarse frente a la dislexia. Un tema que seguramente hemos escuchado nombrar en más de una ocasión, ya sea en los medios de comunicación o por comentarios de alguna persona conocida.

La dislexia es un trastorno de la lectura, que afecta a su precisión, velocidad y comprensión, siendo el más usual en los niños llevados a consulta a causa de problemas de aprendizaje. Implica una diferencia marcada entre el potencial de aprendizaje y el rendimiento en la práctica. El niño disléxico suele tener un nivel de inteligencia normal de acuerdo a su edad, o pudiendo ser incluso superior a la media. Por tanto, este trastorno específico, no significa una alteración general de todas las demás áreas.

La dislexia tiene por supuesto, implicaciones que van mucho más allá de las dificultades al leer. Desde lo psicológico, significa una herida importante en la autoestima, con su consiguiente sufrimiento a causa de los numerosos fracasos a lo largo de años. Durante la primaria estos niños dedican horas y horas para superar su dificultad, siendo los esfuerzos mayores a los resultados. Todo ello lleva a un agotamiento psíquico e intelectual.

Aproximadamente el 80% de estos infantes, presentan además disgrafía. De esta forma, la lectura está alterada junto con la escritura y ésta última es considerablemente más difícil de reeducar. A ello se debe que después de dos o tres años de reeducación, el pequeño haya aprendido a leer pero no así a escribir.

Antes de aprender a escribir, los niños van adquiriendo ciertos automatismos que les permiten ir avanzando en el dominio de la expresión gráfica, gracias a ello, al comenzar la escolarización sus primeras letras son relativamente regulares.
No obstante, eso no sucede con el niño disléxico, quien continúa con una producción torpe. Mientras sus progresos son muy lentos y logrados con arduo esfuerzo, no puede evitar compararse con los demás y notar no sólo que avanzan más rápido, sino que además disfrutan de aprender.


¿Cómo se los puede ayudar?

En primer lugar, es de suma importancia el apoyo y sostén de los padres, ya que juegan un rol fundamental a la hora de hacer comprender al niño que no es culpable de la situación, así como de acompañarlo a descubrir el placer de aprender.
Una actitud conveniente a tomar, es pasar tiempo con su hijo realizando ejercicios o tareas que le gusten y le salgan bien o en las que incluso se destaque. El objetivo aquí, es fortalecer los sentimientos de valía y confianza del niño, implica evidenciarle que sí es capaz, además de que cuenta con el amor y apoyo de sus padres.

Igualmente, con el fin de fortalecer su autoestima y valorarlo ante los ojos de la clase, los maestros pueden también poner énfasis en sus habilidades preservadas, como podría ser por ejemplo, la matemática.
Teniendo en cuenta que los compañeros de clase se darán cuenta de lo que le sucede, otra actitud pertinente que pueden adoptar los docentes es no sólo consolar al pequeño sino también dar explicaciones al resto de la clase, señalando que todos tenemos facilidad e inclinación por ciertas cosas, así como dificultades en otras, que no somos culpables de que hayan cosas que nos cuesten y que es importante valorar la dedicación puesta en superarlas.

Es necesario que docentes y reeducadores cooperen, y también evalúen en conjunto los resultados. Al no tratarse de un problema que surja súbitamente al comenzar el aprendizaje escolar, sino que muy probablemente este déficit ya exista desde el nacimiento, puede intentar detectarse en la etapa preescolar. De esta forma, podrían comenzar a implementarse medidas preventivas, que luego repercutan en un mejor desempeño y un menor sufrimiento.

Con educación ortofónica, la mayor parte de los disléxicos hacia el final de la primaria logran una lectura satisfactoria, que además les permite comprender el significado de los textos.  La lentitud con la que puedan leer y los errores que puedan cometer son en estos casos, aceptables.
Al comenzar la secundaria, necesitarán aún del espacio reeducativo para enfrentar las nuevas dificultades, así como de la ya mencionada valoración de sus puntos fuertes y de un interés por descubrir cada vez más y potenciar sus preferencias.

Adelgazar: con una actitud positiva y sin culpa

En la sociedad occidental con un sistema orientado al consumo, es pan de todos los días ser bombardeados a través de los medios de comunicación, en especial mediante la televisión, por publicidades de productos para adelgazar. No sólo para adelgazar en sí, sino para hacerlo en tiempo récord y sin esfuerzo, buscando impulsar al espectador a la compra del producto vendiéndole en realidad una fantasía. Fantasía porque ningún producto puede realizar cambios mágicamente, y fantasía asimismo, porque la idea de que el mundo es de los flacos sencillamente no es cierta. ¿Pero qué pasa cuando existe una necesidad real de disminuir el peso corporal a causa de verdaderos motivos de salud y estéticos también? Para ello, hoy veremos algunos puntos que desde lo psicológico es oportuno tener en cuenta al momento de decidir adelgazar.

Sólo por ti. Es muy usual que se decida bajar de peso a causa de algún tipo de evento próximo como una fiesta, o luego de algún comentario realizado por un integrante de nuestro círculo más cercano de personas, como ser familiares, pareja o amigos. Si bien este tipo de situaciones pueden impulsar a tomar la decisión de empezar un régimen y hacer ejercicio, también conllevan la contrapartida de mantenernos motivados sólo durante algunas semanas. Por tanto, el único motivo que efectivamente puede llevarnos a tomar una decisión real que podamos sostener mientras llegamos a un peso adecuado, y que nos permita luego mantenerlo, es la motivación propia. La intención genuina y personal de bajar de peso sola y únicamente porque tú mismo deseas hacerlo tras haber observado que sería lo mejor para tu salud y para la apariencia física más saludable que quieres lograr. Es entonces, a partir de este cambio en la actitud, donde empiezas a transitar un camino en el que siempre tienes en mente que el esfuerzo vale la pena y que mereces darte una mejor calidad de vida.

Las actitudes irracionales y rígidas no conducen al éxito. Al decidir llevar adelante un régimen, observa que para luego poder mantener un peso menor será necesario adoptar finalmente una dieta que implicará no sólo cambios en tu estilo de vida, sino que también tendrá un carácter permanente. Entonces, cuanto más rígida sea tu actitud al principio (por ejemplo, pasando a una dieta en extremo distinta a la que tenías) menos realista será la posibilitad de adoptar una dieta estable para tu vida. Siendo éste uno de los aspectos que denotan la importancia de consultar con un nutricionista. Si hay algún alimento que te gusta pero que sabes, no debe ser consumido muy a menudo en tu nueva dieta, no precisas mentalizarte en no consumirlo nunca más, sino en hacerlo en una porción menor y de forma más espaciada.

Encara este cambio en tu vida de manera no obsesiva, sino positiva. Es importante que te sientas seguro y al mismo tiempo feliz de asumir este compromiso contigo mismo.

Si bien la herencia genética juega un papel importante, ya que marca límites inferiores y superiores para tu peso, tampoco es algo que te imposibilite realizar cambios importantes y sentirte bien con tu cuerpo. Recuerda que eres tú quien escoge el grado de compromiso y el estilo de vida que quieres llevar. Irte planteando metas realistas a las que puedas acceder, va de la mano de una mayor conciencia respecto a la importancia del ejercicio en tu rutina. Incorporar horarios para la actividad física en tu vida cotidiana, desde un principio, te lleva a tener un nivel de conexión mayor con tu cuerpo, como tu espacio más propio y en el que primero repercuten tus actitudes y pensamientos. Otros beneficios que el ejercicio regular añade son, un mejor estado de ánimo, un manejo mucho mejor del estrés, una actitud psico – física más enérgica y brinda la posibilidad real de mantener tu nuevo peso.

Valora tus avances. La adopción permanente de la nueva dieta con el nuevo estilo de vida que conlleva, inevitablemente va a tomar un cierto tiempo, que puede implicar años dependiendo de qué tan grande sea ese cambio que te propusiste realizar. Sin embargo, no olvides que cada día estas dando un paso que te acerca a tu meta. Por tanto, el esfuerzo que haces no es en realidad un castigo, por mucho que así puedas sentirlo durante el período de adaptación, sino que se trata de un camino que tú mismo estás eligiendo transitar y que te está acercando al objetivo de esa vida más sana que quieres. Una actitud muy útil no sólo para tener un mayor control sobre tu peso, sino para al mismo tiempo no adoptar una actitud obsesiva, es no pasar demasiados días sin pesarte y contemplar una cierta amplitud en el peso, un rango dentro del que se tomes como algo esperable que fluctúe.

Hiperactividad infantil: tiene solución

Cuando se escuchan las palabras niño hiperactivo, es usual que se piense en un pequeño movedizo, que hace difícil la vida de sus padres por ser incapaz de quedarse un segundo quieto. ¿De qué hablamos cuando hablamos de hiperactividad infantil? La definición misma del término es bastante controvertida, debido a las diferencias en conceptos y enfoques del tema por parte de especialistas. Los neurólogos por su parte, suelen centrarse en posibles deficiencias cerebrales. Desde la psiquiatría, se considera que se trata de un trastorno caracterizado por una actividad motriz excesiva, impulsividad e inatención. Mientras que desde una perspectiva pedagógica, la hiperactividad en el niño está relacionada con dificultades de aprendizaje y deficiencias perceptivas. Actualmente, muchos expertos están de acuerdo en que se trata de un síndrome con una probable causa biológica relacionada con alteraciones en el cerebro, ligadas a factores hereditarios o a una lesión.

El déficit de atención con hiperactividad no se diagnostica previamente a los seis o siete años, cuando el niño ya ha comenzado el período escolar, donde puede observarse que su conducta es notoriamente distinta a la de sus compañeros, con los que suele pelearse siéndole difícil hacerse de amigos. Le resulta dificultoso también, escribir, leer, hacer cuentas, así como memorizar y aplicar lo aprendido. En el horario de clase le es literalmente imposible, permanecer durante mucho tiempo sentado, constantemente tiene que estar haciendo por lo menos algún movimiento, intenta interactuar con los demás cuando todos debieran estar trabajando, no termina sus tareas ni se concentra, viéndose la maestra en la obligación de prestarle gran atención. Todo ello aún teniendo una inteligencia normal, normal – alta o incluso alta.

La tolerancia de estos niños a la frustración es muy baja, por lo que es usual verlos de mal humor o irritables, pudiendo de igual forma cambiar rápidamente su estado de ánimo. Suelen tener gran dificultad en obedecer y tampoco es extraño que culpen a otros de sus errores. Estos aspectos, no sólo tienen sus repercusiones a nivel familiar, social y académico, sino también a nivel de las emociones y la autoestima del niño, ya que un infante que muestra un comportamiento tan poco adaptado suele ser rezongado por sus padres, otros familiares, educadores y compañeros.

¿Cómo se trata la hiperactividad infantil?

Considerando que las intervenciones terapéuticas en la infancia, tienen el común denominador de apuntar a favorecer el desarrollo de los niños, en el caso específico de la hiperactividad el tratamiento se basa en el empleo de fármacos acompañados de terapia cognitivo – conductual. Dicha combinación, tiene como efecto mejorar sustancialmente y de forma sostenida, el comportamiento en distintas áreas.

El tratamiento medicamentoso consiste básicamente en estimulantes, los cuales suelen a corto plazo, mejorar la atención y el rendimiento en tareas escolares. En cada caso, un médico evaluará cuál es el fármaco y la dosis adecuada a causa de diferencias en la absorción entre un niño y otro o en el mismo niño en distintos días. Usualmente las dosis suelen ser pequeñas e irse aumentando progresivamente. Los resultados del tratamiento medicamentoso son evaluados teniendo en cuenta, información sobre el comportamiento del niño proporcionada por sus padres y maestros, así como la observación de su desempeño en tareas que implican resolver problemas. Uno de los primeros aspectos observables en todas las áreas, es la reducción de los movimientos. Igualmente, se percibe una notoria disminución del nerviosismo cuando se le proponen actividades. Dependiendo del carácter de cada niño, también se reduce en gran medida la agresividad tanto en la casa como en la escuela. Todo lo cual, redunda en una mejor adaptación y convivencia con los demás.

Por su parte, en la terapia cognitivo – conductual los métodos mayormente empleados consisten en técnicas operantes y cognitivas. Las primeras, apuntan a un control de las conductas alteradas, pensadas éstas como efectos cuyo origen se remonta a estímulos percibidos en el ambiente, siendo por éstos que esas conductas se mantienen. En el empleo de técnicas operantes, se hace un especial énfasis en las consecuencias que causa un determinado comportamiento. Por ejemplo, si a un comportamiento desagradable del niño como una rabieta con gritos, le siguen consecuencias negativas como ser la retirada de ciertas recompensas (como salir a jugar u otras), la probabilidad de que el niño vuelva a poner en práctica ese comportamiento va siendo cada vez menor, tendiendo a desaparecer. Nótese que ello no implica rezongos ni mucho menos castigos físicos para el niño, sino una actitud segura y firme por parte de padres e incluso de educadores.

El empleo en la práctica, de conceptos relacionados con el reforzamiento, la extinción y el castigo de las conductas alteradas, lleva a la adopción de conductas más adaptadas. De esta forma, el tratamiento conductual de la hiperactividad se basa en la adquisición de modos de manejar las consecuencias ambientales. Para un mejor desempeño académico, no es el objetivo final que el niño permanezca más tiempo quieto, aunque ello sí suceda, ya que podría por ejemplo, estar quieto y no prestar atención, sino el propiciar el mantenimiento de conductas que hagan posible el llevar a cabo tareas escolares siendo una de ellas la atención, además de hábitos de trabajo y estudio. Y es en gran parte a raíz de reforzar estas conductas, que la actividad motriz excesiva va disminuyendo. Por tanto, primero se tiende al aprendizaje de comportamientos adaptados, para luego modificar aquellas conductas alteradas.

Por su parte, entre las técnicas cognitivas se destaca el Entrenamiento en Autoinstrucciones. Este método propuesto por Goodman y Meichembaun, consiste en enseñar a los niños hiperactivos, estrategias que les permitan llevar en práctica exitosamente todas las actividades que les implique controlar su comportamiento, incluyendo por supuesto, a las tareas escolares. Según los mencionados autores, en estos niños las habilidades cognitivas necesarias para realizar las tareas escolares son deficitarias, lo que a su vez tiene como consecuencia, la aparición de esos comportamientos que se perciben alterados. El entrenamiento en autoinstrucciones se focaliza, en cambiar aquellas cosas que el niño se dice a sí mismo cuando realiza una actividad, se trata en definitiva de un cambio de instrucciones. Más allá de que en un principio dichas consignas se concentren en el ámbito escolar, luego que el niño ya las ha internalizado, se hacen extensivas a otras situaciones de su vida cotidiana. Pudiendo de esta forma, controlar su conducta en diferentes contextos. La meta no es enseñarle al niño lo que tiene que pensar, sino la forma en que tiene que hacerlo.

En este entrenamiento pueden diferenciarse cinco momentos; en el primero, un adulto que se ofrece como modelo a imitar pudiendo ser de acuerdo a la situación el terapeuta, los padres o la maestra, lleva a cabo la tarea mientras se habla a sí mismo en voz alta. En el segundo momento, el niño realiza la actividad con las instrucciones de ese adulto. En la tercera instancia, el niño pasa a realizar esa misma tarea diciéndose a sí mismo las instrucciones en voz alta. En la cuarta, al hacer la tarea se susurra a sí mismo lo que debe hacer. Y en la quinta etapa, el niño ya hace la tarea indicándose las instrucciones internamente.

Dentro de las técnicas cognitivas, otros método para resolver problemas usualmente empleado son la Técnica de la tortuga, y el Entrenamiento en la solución de problemas interpersonales. Con la Técnica de la tortuga se enseña a los niños formas de controlar sus conductas hiperactivas e impulsivas. Además de un aprendizaje en cuanto a métodos de relajación, esta técnica abarca cuatro fases. En la primera, el terapeuta le transmite al niño la estrategia que tiene que aprender mediante un cuento en el que una experta tortuga, le aconseja a otra lo que debe hacer ante una situación que a la segunda le resulta difícil. Esta etapa inicial se focaliza en evitar actuar por impulso, enseñando al niño a esperar, relajarse, pensar en distintas posibilidades y después llevar a cabo la que resulte más conveniente. El personaje de la tortuga ayuda a visualizar el esperar antes de actuar, como meterse adentro de un caparazón, respirar profundamente, calmarse, pensar y finalmente escoger una opción. La segunda etapa se centra en entrenar la relajación, empleando ejercicios donde se aplica la tensión y distensión. La tercera fase pone énfasis en definir y delimitar un problema, pensar en posibles alternativas para solucionarlo, elegir una teniendo en cuenta sus consecuencias y por último luego de llevar a la práctica la solución elegida, se verifican los resultados que se habían supuesto observando las mejoras o los cambios que se alcanzan. En la cuarta y última etapa de la Técnica de la tortuga, la meta es que el niño adopte de forma general y permanente la estrategia que aprendió, en este punto es importante el papel reforzador que pueden tener los padres, otros familiares y educadores al felicitar al infante cuando adopta este comportamiento más reflexivo.

El Entrenamiento en la solución de problemas interpersonales, al ser aplicado con niños impulsivos, implica también el aprendizaje de estrategias cognitivas en las que se analizan los problemas y se opta dentro de las posibles soluciones por la que resulte más efectiva, sólo que en este caso en particular se apunta a reducir las dificultades específicamente en la adaptación social.

En la hiperactividad infantil, es necesario que los padres comprendan que el comportamiento incontrolable de su hijo no se debe a mala voluntad por parte de éste, sino a que tiene un problema que debe atenderse cuanto antes. Asimismo, resulta de gran utilidad que se contacten con otros padres que hayan pasado o estén pasando por la misma situación, ya que pueden ayudarles desde un lugar distinto al del terapeuta, a manejar mejor sus propias dificultades y ansiedades.

Manipulación: cortando sus hilos

Manipular, ese interés por convencer al otro de que haga lo que se quiere. En mayor o menor medida, todos en algún momento en nuestra interacción con los demás sentimos que es imperioso que nos ayuden en algo o que acepten hacer lo que queremos. Otras veces, nos encontramos del otro lado, sabemos que nos resulta muy inconveniente o ilógico ceder ante esas peticiones y nos hallamos inmersos en una situación muy incómoda que nos hace sentir muy mal, ya que nuestro interlocutor parece necesitar mucho de nosotros pero no alcanza a entender nuestras razones por más que nos esforcemos en explicárselas y en no entrar en una discusión.

Existe una amplia gama de motivos que hacen posible que las personas quieran manipular, la cual va desde razones sencillas hasta otras complejas pudiendo algunas de ellas relacionarse con una patología. Dentro de los motivos más frecuentes podemos encontrar, baja autoestima (creyendo que no son lo suficientemente importantes y capaces como para conseguir lo que quieren o la ayuda de los demás, por lo que sienten que deben convencerlos a como dé lugar), desconocimiento de cómo lograr lo que desean (prefiriendo que los otros se esfuercen en lugar de ellos), un sentimiento de poder cuando logran manipular (lo cual se relacionaría también con baja autoestima), entre otros.

No obstante, en algunos casos la manipulación se convierte en algo rígido, una característica que sobresale y siempre está presente en esa persona con la que inevitablemente tenemos que relacionarnos. En dichas ocasiones, según el tipo de vínculo que tengamos con este sujeto y el tiempo que debamos compartir con él, puede que necesitemos la ayuda de un profesional. Si sientes que estás atravesando por una circunstancia de este tipo, puedes contar con los espacios de consejo y terapia que la Lic. Mariana Alvez pone a tu disposición.

A continuación encontrarás algunos puntos sobre los que es oportuno reflexionar, a fin de percatarnos y actuar de la manera más conveniente cuando intenten manipularnos, así como de modificar nuestra interacción con los demás cuando notemos que somos nosotros quienes intentamos jugar el rol de manipulador.

* Cuando haya algo que no te guste, exprésalo. Si bien puede que desees criticar a quien intenta manipularte, obtendrás mejores resultados si haces referencia específicamente a su comportamiento, ya que éste es plausible de ser modificado. Mientras que si te refieres negativamente al individuo en sí, seguramente caerán en una discusión que implique un gasto de energía significativo y que es probable, no arribe a ningún resultado útil. Esto se debe a que sencillamente, cuando las personas creen percibir un ataque hacia sí mismas lo que aflora en ellas no es una actitud de apertura al diálogo, sino defensa. Como una suerte de fortaleza que cierra sus puertas para protegerse del ataque enemigo, más allá de que luego quieras presentar argumentos que puedan ser muy lógicos. Por tanto, no olvides que tu objetivo es modificar la situación, y para ello es esencial enviar un mensaje no sólo claramente comprensible, sino que también pueda llegar y ser asimilado con las menores resistencias posibles por la otra parte.

* No temas referirte a cómo te sientes. Es una actitud prudente, no ir por la vida dejando que todos conozcan al 100% cómo nos sentimos, lo que pensamos, lo que nos gusta y lo que no, en fin, nuestra personalidad completa. Es un indicativo de salud reservar ciertas cosas para nosotros y nuestros seres queridos más próximos e incluso ciertas otras, para un ámbito exclusivamente personal. No obstante, podrás también conseguir resultados muy positivos, si en cierta medida que dependerá de la persona y las circunstancias específicas, te atreves a referirte a tus sentimientos y a las cosas que quieres logar. Ello usualmente tiene como consecuencia, que nos hagamos de más amigos, de una pareja o que tengamos mejores relaciones laborales. Si por el contrario, nuestro interlocutor nos hace saber que no comparte nuestros sentimientos y metas o que no desea emprender alguna actividad con nosotros, más allá de que esa situación pueda causar en un primer momento malestar, hay que tener en mente que en realidad hay una ganancia para ambas partes aquí, ya que conociendo el estado real de las cosas, sin más demora ambos pueden seguir su camino.

* No dudes en expresarte en primera persona. Aunque muchas veces referirse a hechos de una forma general, sin emplear palabras más comprometidas como “yo pienso que” o “yo siento que”, pueda parecernos que resulta más diplomático y hay veces en que efectivamente lo es. Si esta postura se convierte en algo rígido que siempre adoptas, la transmisión de información será difícil, así como el conseguir resultados. Si demuestras un grado de interés y que te involucras en la situación, tus opiniones tendrán más posibilidades de ser tenidas en cuenta.

* La firmeza y la serenidad evitan que te manipulen. Si para lograr su objetivo, alguien te critica o te dice lo que en su opinión deberías hacer, con ponerte evidentemente a la defensiva no lograrás que cambie su actitud. Ten en cuenta, que este individuo está partiendo desde un lugar en el que no es de su interés aceptar argumentos lógicos o iniciar un verdadero debate, sino solamente conseguir su propósito. Si intentas explicarle lo que piensas, tomará parte de tu discurso para intentar deformarlo y dar una aparente validez a sus planteos. Entonces, resulta mucho más efectivo decir que respetas su opinión pero no la compartes, de esta manera, si no entras en su juego y te mantienes sereno pero firme, la otra persona percibirá que tienes autocontrol y que no puede manipularte.

Si ves que la crítica es válida, admítela, pero no por eso cedas ante los deseos del otro. Sin llegar a entrar en una discusión, dile que la crítica no es por completo cierta, si observas que tal es el caso.

* Sé coherente si decides negarte a algo importante. Si te han planteado alguna situación y luego de pensar detenidamente en la misma, llegas a la conclusión de que no estás de acuerdo, no temas comportarte de forma coherente con tus ideas, ni te sientas culpable al hacérselas saber a la otra persona, ni busques excusas. Expresar el desacuerdo es un derecho que todos tenemos. Siendo asimismo una defensa, una herramienta que nos permite establecer límites, los cuales no sólo detienen sino también, al mismo tiempo contienen y protegen nuestra individualidad. Muchas veces aceptar las demandas externas a fin de evitar una discusión, puede acarrear peores consecuencias, ya que te estarías faltando a ti mismo. No es extraño, sino bastante usual, que en casos así el otro pretenda hacernos sentir culpables de alguna manera, ya sea que se plantee explícitamente hacerlo o no. Como mínimo, es muy esperable que la otra parte intente hacernos desistir de nuestra postura. Por tanto, para salir de la situación de la mejor manera, es esencial cuidar la forma en que se dice lo que se dice. Sin buscar justificaciones que raramente se encuentren o le resulten convincentes a la otra parte, no dudes en decir no todas las veces que sea necesario. Si la otra persona no quiere entender, repite tu no todas las veces que sea necesario. Si lo haces de una manera segura y pacífica, no tiene por qué ofenderse.

En caso de que llegases a equivocarte, si ello sucede a causa de una decisión tuya al menos habrás aprendido algo, pero si te encuentras en un error por haber seguido lo que otro te dijo que hicieras y no lo que realmente querías, no sabrás ni dónde estás parado.

Tomar la decisión de combatir la manipulación en nuestras vidas, implica comenzar a transitar un camino que nos aleja de discusiones infructuosas, estrés, culpa y otras emociones negativas, mientras nos acerca a un nivel de autocontrol y análisis más elevado.

Por: Pilar Naveira