En este artículo voy a compartirte cómo saber “venderte” a ti mismo, ya seas un emprendedor o estés buscando trabajo como dependiente.
Si estás aplicando para una empresa un aspecto importante es conocerla, al menos de forma básica.
Utiliza ropa formal, muestra una postura corporal abierta y relajada. Por ejemplo, no te cruces de brazos, mira a los ojos, sonríe.
Muéstrate seguro, intenta fluir a la hora de hablar de tus fortalezas, si conoces una cualidad tuya que te destaque habla sobre ella. A algunas personas le cuesta mucho hablar de sí mismas porque temen caer en la soberbia, pero la humildad exagerada no es una buena aliada a la hora de mostrar tus mejores herramientas.
Te recomiendo que escribas un mini guion con lo que deseas transmitir de ti mismo y lo practiques frente a un espejo cuantas veces sea necesario. Esto no quieres decir que debes repetirlo como loro, solo debes tener en claro los conceptos principales para que no te olvides de expresar lo positivo de ti. Tener en claro tus fortalezas, habilidades y talentos, te hará ver como un mejor candidato.
No temas hablar de tus debilidades, nadie es perfecto. Inténtalo hacer de una manera que las mismas jueguen a tu favor, por ejemplo, “soy una persona un poco ansiosa, pero utilizo esa energía para llegar a tiempo con los deadlines, evito postergar”.
Cuando te consulten por el tema del salario, tus aspiraciones salariales no deben ser demasiado elevadas ni tampoco demasiado bajas. Un buen punto de referencia es que averigües los laudos que pagan en tu país por determinadas tareas o si tienes conocidos en puestos similares preguntarles acerca de su salario.
Si eres emprendedor y estas intentando atraer clientes, algo que te recomiendo es trabajar mucho tu marca personal. Encontrar tu propia voz y ser lo más auténtico posible en todas tus comunicaciones. Lo natural, lo honesto, es más atractivo y te permite conectar mejor con tu público.
Tu público tiene que sentirse a gusto contigo, no seas exagerado en tu forma de vender, piensa en lo que el otro necesita, escúchalo.
Fideliza tus clientes, una vez que compren un producto o servicio, haz un seguimiento al menos via mail. Construye tu tribu, averigua qué es lo que necesita.
Tu postura corporal, el tono de tu voz, deben ser amables, estás al servicio del otro y lo que el cliente necesita es lo más importante en ese momento, siempre que haya respeto de ambas partes.
Escucha más de lo que hablas, pregunta qué es lo que está buscando.
Si conectas con la otra persona, te verás a ti mismo imitando sus gestos, acompaña su energía, su forma de hablar, la velocidad con la que se expresa.
Lo mejor es que seas genuino y esto llega gracias al autoconocimiento, dedica tiempo a descubrir lo fuerte que hay en ti, que es lo que te hace especial, donde hay más talento y disfrute. Haz cosas que estén alineadas con tu ser y disfrutarás el proceso.
¿Te Gustaría Que Trabajáramos Contigo Para Potenciar Tu Bienestar Emocional y Tu Optimismo?