Ser vulnerable es tu fortaleza

Aceptar nuestra vulnerabilidad en lugar de tratar de ocultarla es la  mejor manera de adaptarse a la realidad- David Viscott

Si te dejas llevar por su definición, esta palabra te genera rechazo, proviene del latín vulnerabilis. Compuesta por vulnus, que significa ‘herida’, y el sufijo –abilis,  posibilidad; por lo tanto, significa mayor probabilidad de ser herido.Con semejante definición nadie se sentiría cómodo, pero esta cualidad encierra más que lo que su etimología nos quiere transmitir.

En general, las personas no desean demostrarse débiles, ni que necesitan ayuda, o que sienten emociones que las desbordan. Sin embargo, todas estas situaciones nos ocurren a todos, todo el tiempo.

La vulnerabilidad tiene mala prensa, nadie desea ver cómo las personas se hunden aplastados por situaciones del pasado o presente, no queremos gente que se queje o que sea una víctima. Intentamos mostrarnos como super poderosos para evitar el rechazo de los demás, una gigante mentira.

Darnos el permiso para mostrarnos vulnerables es un obsequio precioso, aceptar que tenemos defectos, dolores, batallas o heridas que intentamos reparar, pero de alguna forma siguen estando ahí.

Llorar, pedir ayuda, sentir angustia, incertidumbre, no te hace menos persona, te hace más humano.

Esto no quiere decir que no puedas superarte, aprender, seguir adelante, reconstruirte, pero incluso aunque hagas todo esto, la vida puede moverte tu armada estantería y tirarla al suelo y es ahí que es bueno permitir que alguien nos cuide, nos sostenga, así como nosotros lo haremos cuando estemos bien.

Expresar el dolor, admitir la derrota, aceptar que puedes sentir miedo, serán cosas necesarias en tu camino de reconexión con tus verdaderas necesidades. Hacer visible lo que intentas ocultar, es liberarte.

Deja de ser un personaje todo el tiempo y encuéntrate a ti mismo, te sorprendería saber toda la gente que está esperando conocerte de verdad.

Recordar el pasado, hablar sobre lo que has sufrido, observarlo, sentirlo, muchas veces es necesario para finalmente liberarlo.

Siente compasión por ti, también has sido vapuleado por los reveses del destino, todos lo hemos sido en mayor o menor medida. La clave es aceptarlo y seguir adelante, no sin antes recordar que no eres omnipotente, que también te desbordarás, que también a veces necesitarás que alguien te tienda una mano de amor.

Vive la amplia gama de emociones de las cuales hemos sido dotados, llora, grita, patalea, drena la tristeza y cuando la tormenta cese, que lo hará, siembra emociones positivas y bienestar sobre los escombros del desastre, sigue adelante… hasta la próxima vez.

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Sana la relación contigo mismo

Como reza el dicho, amarte es una aventura que dura toda la vida, y para poder hacer esto realidad, debes crear tus propios rituales para alimentar una autoestima saludable que te brindará paz

Primer paso fundamental, debes aprender a aceptarte. No existe la perfección, así que no la busques, simplemente bríndate el permiso para ser tu mejor versión, pero sin exigencias alocadas.

Puedes mejorar, pero desde el amor hacia ti mismo. Tus defectos y tus virtudes son quienes te conforman como ser humano, focalízate en tus fortalezas mientras trabajas con cariño en tus partes más oscuras.

Otra cosa muy importante, es que debes ser tu mejor amigo. Basta de criticarte sin sentido, seguramente ya tengas bastante personas en tu entorno que hacen muy bien ese trabajo. Cuida la forma en cómo te hablas, en cómo te tratas, en cómo te mimas. Sí, también es tu responsabilidad brindarte amor.

Debes cuidarte, no solamente en lo físico, no solamente en lo mental, sino también en la forma en que te relacionas con los otros. Tienes derecho a decir que no, a respetar tu tiempo, a estar a solas, a no intentar salvar a todos cuando primero debes aprender a salvarte a ti mismo.

No pierdas la inocencia, la capacidad de asombro, disfruta de la vida, juega como un niño, no te avergüences de todas las cosas con un poco menos de seriedad y despertar el buen humor en tu vida.

Y sobre todas las cosas, sé muy paciente contigo, porque en el camino hacia el despertar de felicidad, tendrás muchos traspiés, son parte del proceso de cambio, así que no te asustes, ni te enojes, cambiar es complejo pero vale mucho la pena.

Comienza día a día a aplicar estas herramientas y verás cómo muchas comienzan a automatizarse en ti.

Amate, respétate, conéctate con tu ser. ¿Estás preparado?

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¿Vale la pena esperar? La ciencia dice que sí

En un reciente estudio realizado por Amit Kumar, junto a un equipo de la Universidad Cornell en Estados Unidos, denominado Esperando el Merlot: Consumo anticipatario de compras experienciales y materiales se llega a la conclusión de que la anticipación y la espera juegan un rol primordial en cuanto al disfrute.

En estudios anteriores se había llegado a la conclusión de que invertir nuestro dinero en experiencias resulta ser mucho más satisfactorioespera que comprar cosas y que además si esas experiencias son compartidas con otras personas, aún mayor bienestar experimentamos.

Amit Kumar en este nuevo trabajo comparte que además de lo previamente concluido, la anticipación por esas lindas experiencias genera un monto importante de satisfacción y que se puede sacar provecho de esto para disfrutar aún más.

Cuando tú esperas llevar a cabo una buena experiencia el tiempo de espera es mucho más emocionante y menos estresante que cuando estás pensando en adquirir algo material. Una de las explicaciones de esto es que cuando vas a comprar algo material resulta que provoca mucha ansiedad, ya que puedes llegar a comprar para demostrar mejor status o porque queremos tener determinado objeto mejor que el de tus amigos o conocidos. Cuando entran en juego las comparaciones sociales el placer por lo que vas a adquirir culmina siendo más tortuoso que disfrutable.

Otra de las razones que arroja la investigación es que no puedes dar rienda suelta a demasiados pensamientos acerca de la cosa que comprarás, ya sabes lo que es, un bolso es un bolso, un tapado es un tapado, limita tu imaginación. Sin embargo, ante las experiencias puedes saborear más desde el pensamiento y por ende sentirlas más gratificantes.

¿Cómo puedes explotar al máximo el disfrute por las experiencias?

Esperar. Mientras más esperas y anticipas esa hermosa experiencia más placentera resultara. Por ejemplo puedes organizar una escapada de fin de semana con anticipación, o una linda cena, alguna salida con amigos. Todo lo que puedas ir planificando y anticipando mejores efectos tendrá en tu cuenta de felicidad.

Así que ya lo sabes, invierte en experiencias, disfruta con las personas que quieres, espera y anticipa con regocijo toda la dicha que eso que quieres te brindará.

¿Cuál es tu próximo plan?

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