A fin de sentir que estamos encaminados hacia esos objetivos que queremos lograr, es importante que lo que nos resulta urgente no termine desplazando aquellas cosas que consideramos verdaderamente importantes.
¿Pero cómo lograrlo cuando parece que las urgencias no nos dejan otra alternativa más que atenderlas? Esas situaciones que tanto nos atrapan, además de provocaros muchas veces estrés, por lo general forman parte de nuestra vida cotidiana. Al resultarnos como una especie de pulpo que no nos deja escapar, terminamos por no focalizar nuestra energía en áreas trascendentes para nosotros como la familia, el crecimiento personal y profesional, la salud, entre otras.
¿En qué se diferencian?
Las cosas urgentes suelen hacerse notar de inmediato e incluso puede resultarnos molesto no atenderlas en el momento. No obstante, es interesante notar que muchas veces lo que satisfacen no son nuestros propios deseos, sino los de los otros y en varias ocasiones, en el fondo no son trascendentes. Son una suerte de estímulo ante el cual, simplemente emitimos una respuesta.
Mientras que lo importante, implica por lo general progreso a nivel personal. Se relaciona con nuestros valores, con nuestras metas y con la construcción que queremos hacer de nosotros mismos. Por tanto, amerita una reflexión profunda acerca de lo que queremos alcanzar, los motivos y los medios para hacerlo.
Sugerencias para que las urgencias no se conviertan en obstáculos
* Teniendo en cuenta que deberemos actuar para que nuestras metas se concreten, marcar plazos para dichas acciones resulta muy útil a la hora de establecer un orden. Ya sea que te propongas pequeños plazos diarios, semanales, quincenales y/o mensuales.
* Pregúntate, de todas las cosas que te importan, ¿cuál es aquella que más te importa o que te gustaría concretar primero? Y de ésto que acabas de identificar, ¿hay alguna parte que te interese más? ¿Qué acciones estás tomando entonces al respecto?
Por ejemplo, supongamos que deseas realizar más ejercicio y para ello luego de tu horario laboral, te has propuesto realizar por lo menos una caminata diaria de una hora. Si al cabo de digamos, un mes, te parece que no ha servido de nada, sería pertinente que te respondieras con honestidad, ¿la has estado cumpliendo regularmente luego de los primeros días?, ¿o resulta que varias veces la suspendiste para atender demandas de los otros? Si es así, fíjate atentamente cuántas de esas exigencias en verdad no podían esperar una hora o realmente requerían de tu participación.
* Redactar una lista de actividades significativas que desees realizar y estén vinculadas a tus objetivos, tal como lo hemos mencionado en otros artículos, es de mucha ayuda. En especial si la mantienes cerca y la revisas a menudo, incluso si tus prioridades cambian, tendrás entonces la oportunidad de reflexionar acerca de esos procesos de cambio. Procura que tu lista no sea demasiado extensa, de manera de asegurarte de que realmente contenga tus objetivos más relevantes de acuerdo al tiempo con que dispones para alcanzarlos.
No olvides que realmente puedes decidir acerca de la forma en que quieres administrar tus jornadas. Para ello, te recomiendo leer mi artículo Venciendo la postergación.
Hola querida Mariana, espero estes bien, me encanto lo que has puesto entre lo que significa lo mas urgente y lo mas importante, y que este ultimo viene a ser lo verdaderamente valioso para considerarlo como priordad en nuestra vida.
Yo creo que hacendo esa lista de las actividades mas importantes es un gran consuelo para quienes puedan estar, (y a veces yo) acostumbrados a vivir la vida de prisa y sin un programa determinado por realizar. Y tienes razon, asi las cosas funcionarán mejor:gracias.Saludos!!
Buenas noches Nora
Me alegro que te haya gustado y resultado útil mi artículo. Saludos:
Pilar