Eres experto en hacerte trampas

Los seres humanos creamos fantásticas películas negativas en nuestra cabeza que no son nada ciertas. Pasa y conoce cómo puedes utilizar la mente a tu favor.

 

Era media noche cuando un hombre se queda varado en la carretera por un pinchazo en cayendo.jpguna de las ruedas de su coche. No tenía gato hidráulico y comenzó a pensar:

-¿Quién me va a prestar un gato hidráulico a esta hora?

En  medio de sus tribulaciones divisa a lo lejos una casita cuya luz está encendida.

-Tal vez ahí me puedan ayudar-pensó.- Pero…mira qué tarde que es…seguramente el dueño de la casa esté durmiendo a esta hora. No va a estar de humor para atenderme la puerta siquiera. No, no me va a prestar el gato, si ni siquiera me conoce.

A medida de que se iba acercando a la casita, el señor estaba cada vez más furioso, recreando en su mente todas las maneras en que el dueño de la casa rechazaría con firmeza su pedido.

-Y claro, ¿por qué me lo va a prestar? No me lo prestará nada…

Cuando finalmente llega a la casa, el dueño abre la puerta y antes de que pudiera decir algo, nuestro ya enajenado conductor vocifera:

-¿Sabes qué? ¿Sabes qué? ¡Que te metas el gato por donde te quepa!

Este chiste refleja una de las trampas de la mente más frecuentes y la que tanto daño puede causarte, la denominada profecía autocumplida. Cuando te convences de algo tu mente hará todo lo posible para demostrarte que tienes razón, a pesar de que eso signifique algo malo para ti.

 

¿Te ha pasado de estar convencido de que te iría mal en una entrevista de trabajo y así fue? ¿Te ha ocurrido que no has invitado a alguien a salir porque estás seguro que te dirá que no? ¿Cuántas oportunidades has dejado pasar creyendo que no eres lo suficientemente bueno para hacer algo?

 

Esta profecía autocumplida tiene múltiples rostros, y aunque puede ser nefasta en algunas ocasiones, también podemos utilizarla a nuestro favor. Puedes leer más sobre la historia de este concepto aquí.

 

La profecía autocumplida demuestra cómo puedes sugestionarte tanto positiva como negativamente en todo lo que te propongas, actúes o sientas. Las personas no solamente responden a cómo son las situaciones en la realidad, sino también a la forma en que esas situaciones son percibidas y al significado que le otorgan a las mismas.

 

Si crees que eres un perdedor, entonces tendrás razón. Si los demás deciden que no eres capaz y tú elijes creerles, entonces tendrán razón también. Por eso es muy importante que esperes siempre lo mejor incluso en las peores de las circunstancias, porque tu mente se prepara de otra manera para lidiar con las contrariedades de la vida.

 

Cuando te convences de algo, tu mente quiere que tengas razón y conspirará inconcientemente para que te sabotees o prosperes en las situaciones que debas atravesar. Las casualidades no existirán, serás tú mismo quien cree ciertas circunstancias tanto para tu éxito como tu fracaso, para tu bienestar o infelicidad.

 

Por su parte, el Dr. Neil Farber habla del principio de atracción. En un excelente artículo publicado en Psychology Today, Farber habla de cómo la ley de atracción te incita a pensar en todo lo que deseas y que esos pensamientos positivos atraerán cosas buenas a tu vida.

 

Farber es contundente al plantear que para él la ley de atracción no existe, que los criterios detrás de esto están basando en pseudociencia y meras suposiciones, es así que utilizando la psicología plantea su concepto de principio de atracción.

 

Este principio está relacionado con la psicología positiva, las neurociencias y la persecución de metas. Sí es comprobable que cuando pensamos de una manera positiva vamos a vivir experiencias más placenteras, involucrarnos con personas que nos aporten positivamente y tener la fortaleza y perseverancia para concretar nuestras metas.

 

Las personas optimistas son más exitosas, son más saludables y altruistas, se enfocan en las cosas que sí pueden controlar. Son quienes se focalizan más en sus metas y por lo tanto filtran información de manera selectiva para acercarse a lo que realmente quieren. Se enfocan tanto en el proceso como en el resultado, lo cual las prepara de una manera más eficiente a la hora de tomar decisiones y ejecutar planes.

 

Este principio no tiene nada de mágico, es un fenómeno que te invita a tener un rol activo en tu vida y que elijas pensamientos y actitudes positivas a la hora de lidiar con los desafíos.

Sugestionarte, convencerte de algo de antemano, mirar las cosas desde una óptica determinada, el poder del inconciente, todo esto se une para que tu actitud y creencias posean una injerencia poderosa a la hora de obtener resultados, tanto positivos como negativos.

 

Una mirada pesimista de tus desafíos seguramente te hará perder ya que no confiaras en ti mismo, estarás desanimado y es probable que sabotees aquello que podría llegar a salir bien con tal de tener razón en tu perspectiva pesimista.

 

Lo inverso ocurre cuando eres optimista, si te convences de que eres capaz harás todo lo posible por tener razón. Al actuar y tomar decisiones empoderadoras tendrás chances más altas de lograr lo que te propones.

 

Todo se reduce a la manera en cómo interpretas tu realidad y capacidades. Como decía Henry Ford, tanto si crees que puedes, como sino, tienes razón.

 

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