Las comparaciones son odiosas

Las comparaciones son odiosas

Un dicho dice que las comparaciones son odiosas y estudios han demostrado que esto es muy cierto. Caemos en el error de compararnos con los demás cuando la realidad es que siempre habrá alguien mejor así como siempre habrá alguien que esté en una situación peor que la nuestra.

Dudar acerca de nosotros, creer que no somos suficientes o que nuestros logros se han quedado estancados, creernos incompetentes, quitarle mérito a lo que hemos construido, pensar que nuestra vida es un desastre o que somos unos fracasados. Una serie de pensamientos desalentadores pueden capturarnos fácilmente si caemos en esta costumbre poco agraciada de la comparación.

Sonja Lyubomirsky en su libro The how of happiness nos comparte un experimento muy interesante que ella realizó junto a sus colaboradores. El experimento consistía en resolver tarjetas con anagramas en ellas. El examinador se sentaba del otro lado de la mesa y dos personas simultáneamente tomaban la prueba. Una vez resuelto el anagrama, el examinador otorgaba otra tarjeta, además las mismas estaban numeradas. Es así que uno podía ver lo que el otro estaba haciendo, podía medir si lo estaba haciendo más rápido o más lento. El truco estaba en que quien resolvía los anagramas era un cómplice del examinador, en algunas ocasiones resolvía rápidamente los anagramas, en otras muy despacio.

Las personas más felices se mostraron satisfechas con su labor, independientemente de si habían logrado resolver los anagramas de manera veloz o lenta. Sin embargo, las personas menos felices se vieron muy frustradas cuando percibieron que su compañero les ganaba en velocidad. Esto llevó a la conclusión de que las personas felices lo son sin importar si alguien es mejor o peor que ellos.

Compararnos constantemente se convierte en algo casi obsesivo, no podemos detenernos y miles de pruebas se pasean ante nuestros ojos para demostrarnos qué tan horrible nos conducimos en la vida.

Quizás lo más sabio es aprender a compararse con uno mismo. Mira dentro de ti, ¿estás mejor que hace un año, que hace cinco? ¿Cuáles son tus preocupaciones, cómo puedes activamente trabajar en ellas?

Cada vez que tengas la tentación de compararte intenta distraerte con algo más productivo, ponte como objetivo no pensar en lo negativo más que un rato en el día, aprende a apreciarte más a ti mismo evitando quitarle valor a quién eres y lo que has logrado.

Nadie es perfecto y todos debemos lidiar con nuestras propias batallas, quítate la presión de encima, no vivas una vida para impresionar a la sociedad, vive una vida para impresionarte a ti mismo y estar satisfecho con quién eres.

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Lic. en Psicología Mariana Alvez marianaalvezg@gmail.com

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6 comentarios

  1. hola como estan espero que bien
    a lic mariana alvers guerra me da gusto saludarla
    mi comentario es que tengo una esposa 100 pos ciento conflictiva tengo 21 años de casado
    y desde ase 12 años que me doy cuenta como es mi espose maldicienta,mal hablada,nada educada yo no se por que se comporta asi si tien 46 años y sola mente aleja a las personas
    todo lo que a mi me disgusta y me desagrada estoy a punto de decidirme a divorciarme pero no lo hago por mis hijos ya 2 hijos ya son mayores de edad y tengo un hijo de 10 años
    pero quiero que me de un consejo o almenos un comentario me encantaria
    por favor asesoreme gracias por oirmey leer este comentario

  2. Es muy cierto, nos frustramos cuando vemos que otra persona esta. Logrando y tu te quedaste en casa sin lograr tus metas. Profecionales, persona cuando nos damos tiempo de reflecionar te das cuenta que lo que lograste con tus hijos conbertirlos en personas. Buenas independientes vale la pena

    1. Buenas tardes yo no me comparo con nadie y tienes razòn existen muchos problemas en la vida lo que tenemos que hacer es cambiar…..quizas de vida de trabajo ….por lo menos yo no estoy casada todavia y me gustaria tener una familia y ser feliz….bueno eso llegara ,pero en mi vida….esta pasando algo que es el trabajo y la poca capacidad de empresas donde vivo esto me a llevado a pensar en cambiar mi vida irme a otros sitios y tratar de conseguir lo mejor para mi vida.Porque de verdad este trabajo no me hace feliz y me siento poca cosa ….yo quiero cambiar ya lograr darme mas valor porque yo estudie mucho para estar en un trabajo mediocre que me afecta y siento depresiòn….Espero con amor el trabajo que me merezco y como dice usted tenemos que valorarnos y sentirnos que somos mejores y querernos màs…..gracias…..

  3. Hola a todos,
    Ya me he hecho adicta al blog, pero es porque encuentro ideas muy interesantes. Quería comentar dos cosas al respecto de las comparaciones.
    La primera va dirigida a los padres de familia, que con la mejor intención, seguro, muchas veces quieren estimular a sus hijos y les ponen como ejemplo el mejor de la clase, o un jugador de tenis o fútbol que ha triunfado en su deporte…, y eso puede frustar a los niños.
    En segundo lugar quisiera aportar una experiencia personal. He trabajado casi 30 años en una Institución Pública y para entrar tuve que pasar unas oposiciones. Pues bien, en las de mecanografía oía el teclear de otras máquinas de escribir que iban más deprisa que la mía. Conclusión, había dos plazas y una de ellas la ocupé yo, posiblemente porque los nervios no me traicionaron y además no me importaba lo que las demás personas hacían, yo bien atenta a mi trabajo para que quedara digno y presentable. Cuento ésto no para ponerme de modelo, pues tengo mucho que aprender en este campo y en otros, pero si me hubiera aturullado yendo más deprisa como el resto menos otra -que también aprobó-, posiblemente habría hecho muchas faltas de ortografía y todo cuenta.

  4. Hola, es la primera vez que dejo un comentario, pero me pareció interesante, así como todo lo que he leido de la Lic. Mariana, lo comparto con mis pacientes, colega y alumnos, creo que reciben un beneficio adicional a sus vidas…Gacias por compartirlo.

  5. Las relaciones amorosas mejoran a fuerza de agradecer. Diversas investigaciones encontraron que las personas que se toman el tiempo para agradecer a su pareja se sienten mejor con su relación y pueden hablar más libremente de lo que les preocupan de su vínculo.

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