
Las emociones negativas juegan un rol fundamental a la hora de tener una relación patológica con la comida. Veamos que sucede con la soledad, tanto real como percibida, en los desórdenes alimenticios en general.
Para el siguiente artículo te voy a compartir algunas conclusiones que extraje de la revisión sistemática realizada por Martha Peaslee Levine, en Loneliness and Eating disorders (Soledad y desórdenes alimenticios).
Los desórdenes alimenticios tienen una funcionalidad, la mente siempre tiene una intencionalidad positiva aunque nos lastime. La enfermedad muchas veces es percibida como una amiga, algo que jamás te falla cuando todos los demás lo hicieron. Estos desórdenes hacen que la persona pueda majestuosamente escapar de las emociones, anestesiándose. De alguna forma, también está forzando a su cuerpo a decir lo que ella misma no puede expresar.
Como dato interesante te quiero compartir que el revestimiento del sistema digestivo tiene las mismas raíces de desarrollo que la piel, así que el acto de comer nos brinda una especie de masaje interno, convirtiendo a la comida en algo que nos consuela, que nos alivia.
Las emociones y pensamientos negativos que más presentes están son: el enojo, la tristeza, el miedo, el estrés, el agotamiento mental, la devaluación y menosprecio, la sensación de estar abrumado, el aburrimiento, las preocupaciones, y por supuesto la soledad.
Cuando la compulsión de comer aparece bajo estas circunstancias, se vuelve mucho más complejo de manejar. Todas las adicciones tienen como meta tener las emociones bajo control, y por ende, la vida en sí misma.
EL ROL DE LA SOLEDAD
Debes saber que la soledad cumple también una función vital para nuestra supervivencia, algo que hemos heredado de nuestros antepasados. La soledad existe como dolor emocional para protegerte de estar aislado en la realidad. Es una alarma que te dice cuando los lazos de protección están por desaparecer. Somos seres sociales, gregarios, para protegernos de los peligros del mundo. Y nuestro cerebro ama la supervivencia, los demás juegan un papel importante para brindarnos una sensación de pertenencia, de sostén emocional y de cuidados.
La soledad puede ser real, en el sentido de que realmente careces de vínculos, o también puede ser percibida, te sientes solo a pesar de estar rodeado de personas (esto en general pasa por no tener trabajadas las habilidades sociales, entre otros factores más profundos). También ocurre que a veces tienes vínculos, pero los mismos son tóxicos, entonces tampoco estarían contribuyendo a tu bienestar.
Comer, cuando te sientes solo, de alguna forma reemplaza las conexiones sociales que no posees, o que crees no tener. Recrea una sensación de alegría, que pudiste haber sentido en el pasado o que la estás generando ahora con esta acción.
La soledad es un tema complejo, pero muchas veces se alimenta por los propios demonios que creas. El pesimismo, la ansiedad social, una autoestima demasiado baja, un modo de apego ansioso, contribuyen a que mantengas tus creencias negativas.
Cuando percibes que estas solo, te sientes inseguro, viendo el mundo como un lugar únicamente cruel y fijándote solamente en lo negativo la sociedad.
Si asumes que has sido rechazado, fomentarás la idea de que no vale la pena intentar conectarse con los demás y seguramente evitarás futuros intentos. El miedo te encierra en su jaula y no te permite actuar.
Si te sientes con poca competencia o que no vales demasiado, crees que los demás no querrán acercarse a ti o son falsos cuando lo hacen. También puedes caer en conductas como anteponer las ideas o necesidades de los demás antes que las tuyas, buscando desesperadamente aceptación. A las personas con desordenes alimenticios les cuesta creer que sí pueden existir relaciones positivas, íntimas y estables.
Considero que en terapia este es un punto muy interesante para trabajar en pos de la sanación de la persona, el sentirse conectado, amado, respetado y sobre todo que el individuo pueda revalorizarse, calmará la necesidad de ahogar sus emociones con la mala relación que tiene con la comida, como medio de castigo para su cuerpo.
¿Te Gustaría Que Trabajáramos Contigo Para Potenciar Tu Bienestar Emocional y Tu Optimismo?