El pensar en positivo fue cobrando fuerza ya desde la década del 70 y podemos observarlo hoy en día en un sinfín de manifestaciones, desde libros de autoayuda, gurúes del desarrollo personal, empresas con slogans “Destapa la felicidad” “Drink positive” (bebe positivo, un juego de palabras con think positive: piensa positivo). La ley de atracción y sus múltiples variables, donde en algunas situaciones el simplemente pensar en positivo nos traerá cosas mágicas a nuestra vida. Vamos a reflexionar sobre la diferencia que tiene este tipo de pensamiento con la corriente psicológica desde donde trabajo.
La Psicología Positiva es una ciencia, la ciencia de la felicidad, la ciencia de aquellas cosas que hacen que la vida valga la pena ser vivida, la ciencia del florecer en varios aspectos. Como ciencia tiene tras de sí el sustento científico e investigativo correspondiente. Su teoría de la felicidad ha cambiado por la teoría del bienestar, es una ciencia en plena expansión que trabaja las emociones positivas, la esperanza, el perdón, las relaciones positivas, el compromiso, el sentido con la vida, la espiritualidad, entre muchos elementos más.
El pensamiento positivo se nos muestra como algo muy importante a la hora de curar una enfermedad. La Psicología Positiva por su parte entiende que las emociones positivas, por ejemplo, tienen un fuerte nexo con la salud, aunque muchas veces este se limita a la prevención, no podrá curar una enfermedad genética por ejemplo.
El pensar en positivo nos dice que si no estamos donde queremos es porque algún pensamiento negativo nos está impidiendo alcanzar lo que deseamos. La Psicología Positiva comprende que los pensamientos y sentimientos negativos existen, son parte de nuestra vida las emociones negativas en contexto son necesarias, tiene sentido sentir miedo cuando estamos siendo realmente amenazados, tiene sentido sentir un poco de ansiedad cuando nos tenemos que enfrentar a algún evento importante para nosotros. No es necesario sentir emociones positivas todo el día, Barbara Fredrickson nos dice que lo ideal sería sentir 3 emociones positivas y una negativa, la negativa va a estar ahí en algún momento, esto es esperable y hasta saludable.
Las afirmaciones utilizadas, las que debemos repetir como loros, no van a funcionar necesariamente. No hay que forzarse a estar bien, tenemos que darnos nuestro tiempo para sufrir, para hacer el duelo correspondiente a la situación que nos genera angustia.
El verdadero optimismo, es un optimismo más bajado a tierra, donde somos capaces de evaluar con coherencia y justicia qué cosas funcionan en nuestra vida y qué no. Quizás uno de los beneficios más importantes del optimismo es la mera intención de permitirnos pensar distinto, de no siempre ver lo que nos falta, lo que no funciona. En algunas situaciones el pesimismo es necesario, en el sentido de que tenemos que entender que la vida tiene muchos vaivenes, que las cosas no siempre salen como esperamos. Tenemos que aprender a aceptar, tenemos que aprender a frustrarnos, lo cual no quiere decir que no podamos salir airosos,o al menos en paz, de nuestras batallas si aprendemos a desarrollar herramientas psicológicas para incrementar nuestro bienestar.
Lo positivo de la vida, el aprender a disputar pensamientos que son poco productivos basados en el miedo o una baja autoestima, es un tema muy complejo que requiere de mucho más que simplemente pensar en positivo. Día a día, investigación tras investigación, la Psicología Positiva intenta acercarnos a comprender la complejidad de nuestra vida y cómo ampliar nuestra perspectiva. No existen recetas mágicas para ser feliz, pero sí herramientas para construirnos y descubrirnos, estilos de pensamiento que contribuyen a tener una vida con sentido. Con paciencia, con realismo, entendiendo nuestras limitaciones, entendiendo que no somos perfectos y vamos a tener que pasar por malos momentos, podemos construir un verdadero optimismo que finalmente hará que nuestra vida florezca.
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Me encanta ser positivo
gran articulo, he leído varios sobre lo beneficioso de enfocarse en pensamientos positivos, como la dieta mental de 7 días, de Emmet Fox, pero una gran duda me asalta : ¿acaso debemos desatender la situación de los que lo pasan mal en el mundo? ¿debemos mirar para otro lado para no albergar pensamientos pesimistas? ¿no debemos conocer los problemas que tienen, las causas económicas, políticas, sociales para asi poder proponer nuevos modelos que mejoren de raiz su situación y les alivien? ¿acaso debemos volvernos insolidarios y no dedicarnos a ayudar a los que sufren? agradecería su explicacion
Yo te pregunto, ¿pensar en cómo sufren los demás realmente ayuda? ¿No sería más beneficioso hacer algo por el mundo en vez de ponerse a pensar en lo mal que está? Llorar por los rincones no ayuda, las acciones son lo que hacen la diferencia. Si soy feliz, ¿puedo ayudar mejor a los demás? Sí rotundamente, porque cuando tengo mis asuntos en orden tengo más energía y fuerza para ayudar a quienes lo necesitan, si estás mal no puedes salir del propio círculo de tu tristeza y tus pensamientos negativos recurrentes. Además, la Psicología Positiva insiste en lo beneficioso que es ayudar a los demás, es una estrategia en sí misma. Ayudar sí, quejarse y sólo pensar no. No hay que ignorar nada, pero tampoco sirve de excusa quedarnos estancados en el dolor del mundo si no vamos a hacer nada para sentirnos mejor nosotros y en el proceso hacer sentir mejor a los demás. Todo empieza por casa, no podemos dar a los demás lo que no tenemos nosotros.