El término paranoia se utiliza en psiquiatría para describir a los individuos que vivencian delirios referidos a su persona, donde ellos son el centro de sus historias. Entre los delirios más frecuentes encontramos aquellos donde la persona se siente perseguida (pueden estar tramando algo en contra de su persona), a veces se sienten elegidos para una misión importante en la tierra, hay delirios de reinvindicación (querellantes, idealistas, inventores), delirios pasionales (celotípicos, erotomaníacos), temen ser usados.
Los delirios del paranoico tienen coherencia interna (por más que a veces no sean coherentes en la realidad, están muy bien armados), algunos delirios están tan bien delineados que hasta pueden convencer a otra persona de la certeza del mismo. Se basan mucho en el mecanismo interpretativo, están atentos a la señales y datos que pueden provenir del exterior. El individuo se siente mirado, cuestionado por todos.
Estos delirios son infundados, creen en ellos firmemente y es difícil convencerlos de la falsedad de su creencia, son preocupantes, persistentes en el tiempo, además de interferir en el relacionamiento social.
Quienes padecen de estos delirios suelen ser personas con características de personalidad soberbia, hostil, narcisista, son rígidos, autoritarios, intolerantes, fríos, son altamente desconfiados y con baja autoestima. En sus delirios podemos encontrar aspectos de su personalidad que les desagradan y no quieren aceptar, como ciertos impulsos, fantasías, temores, frustraciones, que terminan proyectando hacia el entorno.
El tratamiento es más bien psiquiátrico, ya que su gran desconfianza en los demás hace difícil poder generar empatía con el psicólogo y por lo tanto permitirse ser ayudado.
Así que si conoces a alguien a quien puedas ayudar, o tú te sientes atacado, no dudes en consultar con un profesional para poder salir adelante.
Definitivamente una persona que tenga esos delirios tiene que buscar la ayuda psiquiátrica, buen artículo!!!